Resolución del traumatismo craneoencefálico en un caniche toy de 3 meses: reporte de un caso

DELGADO STAGNARES JJ; PORTIANSKY EL; TIATTO S; SÁNCHEZ HL

Jornada; XXXVII Jornadas de Actualización en Ciencias Veterinarias; 2018

INTRODUCCIÓN La incidencia del traumatismo craneoencefálico en la clínica de pequeños animales es elevada. Las causas más comunes incluyen accidentes de tránsito, caídas desde gran altura, agresiones y heridas por arma. El tratamiento de los animales afectados debe ser inmediato para aumentar las posibilidades de una recuperación. La extensión del daño primario dependerá de la fuerza del impacto la que, generalmente, está fuera del control del clínico. Sin embargo, la reparación de fracturas de cráneo y la evacuación de la hemorragia intracraneal puede disminuir la morbilidad asociada al daño primario. El objetivo de nuestro trabajo fue determinar si la craniectomía es una posible resolución quirúrgica del traumatismo craneoencefálico, una entidad cada vez más frecuentes en la consulta de nuestra clínica diaria. MATERIALES Y MÉTODOS Llega a la consulta una hembra canina de 3 meses de edad, de raza Caniche Toy, con un peso de 1,2 kg, que sufrió un trauma encefálico agudo, con 96 h de evolución. Al examen clínico y neurológico el paciente presentaba somnolencia, dismetría, caminatas en círculos y convulsiones, que fueron aumentando en frecuencia. Se ordenó una radiografía, en la que se observaba una fractura a nivel de la sutura fronto-parietal, con hundimiento de un fragmento del hueso frontal en el parénquima encefálico y desgarro de la duramadre. El fragmento óseo estaba ejerciendo una compresión directa sobre la corteza cerebral, induciendo, además, el desarrollo de un hematoma y edema inflamatorio postraumático, los cuales ocasionaban un aumento de la presión intracraneal (PIC). Se decide realizar una craneotomía para retirar el hematoma, aliviar la presión intracraneal y resolver la fractura. RESULTADOS El animal fue preanestesiado con 0,3 ml remifentanilo en 500 ml de solución fisiológica, durante 5 minutos y 0,5 mg/kg diazepán. La anestesia fue inducida con 2 mg/kg propofol y posteriormente mantenida con remifentanilo (misma solución) y 1,5 al 2 % sevorane. Se preparó el sitio quirúrgicamente, se incidió sobre el plano paramediano derecho, desde la unión frontonasal hasta la cresta de la nuca, se incidió sobre la piel, el tejido celular subcutáneo y el músculo temporal, hasta los huesos parietal y frontal, donde se observaba un gran hematoma y hundimiento del este último. Se realizó una ventana ampliada sobre el hueso parietal con gubia Kerrison; alrededor, se colocaron ganchos de curetas de odontología y con un elevador de periostio se levantó el fragmento de hueso para drenar el hematoma subdural, ya que la duramadre estaba desgarrada. Luego se procedió al lavado con solución salina fisiológica para retirar cualquier tipo de resto óseo, sangre o fibrina. El fragmento óseo retirado no fue colocado nuevamente en su sitio, ni se suturó la duramadre. Se cerró la herida por planos de manera rutinaria. Después de la cirugía se implementó antibioticoterápia con 30 mg/kg cefalexina, durante 10 días. La paciente se recuperó satisfactoriamente del proceso anestésico, se dio el alta a los 5 días cuando mostro signos clínicos de estabilidad. Se mantuvo un monitoreo constante a domicilio y a los 10 días se le retiraron los puntos, mostrando un cuadro clínico normal, sin secuelas neurológicas. A los 3 meses fue dada de alta definitivamente. CONCLUSIÓN El pronóstico de todo paciente con un traumatismo craneoencefálico es de reservado a malo, sobre todo en cachorros y de razas tan frágiles como el Caniche Toy. Predecir el resultado es difícil y, sobre todo, contar con el acompañamiento de los propietarios, sumado a que las cirugías intracraneales no se realizan con frecuencia debido al temor generado en la manipulación del tejido cerebral, a pesar de que se reportan bajos porcentajes de morbilidad. El éxito obtenido en la evolución de esta paciente se debió a la evaluación y rápido tratamiento para disminuir la presión intracraneal y la pronta decisión de intervenir quirúrgicamente. Aunque el pronóstico después de la cirugía era difícil de predecir, el paciente, que presentaba un déficit neurológico grave, mostró una mejoría considerable entre las 24- 48 h siguientes. BIBLIOGRAFÍA 1. OROZCO S.E. Y HERNÁNDEZ C:A: (2002). Traumatismo encefálico con fractura de cráneo. Tratamiento médico y quirúrgico. Reporte de un caso. Rev Col Cienc Pec.15 (1):121-127. 2. DWEY CW. (2000). Emergency management of the head trauma patient. Principles and practice. Vet Clin North Am Small Anim Pract. 30 (1):207-225. 3. FUMAGALLI F., Rodríguez-Serpa C., Delucchi L., Feijóo G., Romero A., Quinteros C., Dutra F. (2017). Meningoencefalitis Granulomatosa en un Caniche Toy; primer reporte en el Uruguay. Revista Veterinaria (Montevideo). 54 (208):10-14. 4. HOPKINS AL., MEERKS JC. (1997). Surgical Approaches and techniques in the management of the Brain Tumors. En: Current Techniques in Small Animal Sugery. Bojrab, JM. Editorial Willliams and Wilkens, Baltimore. p. 82-89. 5. XV CURSO M.I.A.T. ICBME Hospital Italiano de Buenos Aires. Área docencia Veterinaria. FUCIBA (Fundación para el desarrollo de Cs. Básicas), 18 y 19 de Noviembre de 2011.