El saber sobre la adivinación en De divinatione de Cicerón

MARÍA EMILIA CAIRO

Córdoba

Jornada; II Jornadas Internacionales de Estudios Clásicos Ordia Prima ?Sexo, cuerpo, género y saber en la antigüedad grecolatina?; 2009

Revista Ordia Prima - Facultad de Filosofía y Humanidades (Universidad Nacional de Córdoba)

El diálogo De divinatione de Cicerón presenta a dos interlocutores, Quinto y Marco, que argumentan, respectivamente, a favor y en contra de la existencia de la adivinación. En la bibliografía crítica hallamos artículos preocupados por establecer la postura del autor Cicerón, identificándola generalmente con la voz del personaje Marco (Beard 1986, Schofield 1986) y comparándola con las opiniones divergentes volcadas en otras obras filosóficas sobre tema religioso o en los discursos públicos (Heibges 1969). Consideramos, sin embargo, más interesante el enfoque de trabajos como los de Troiani (1984), Momigliano (1984) y Krostenko (2000), que, atendiendo a la división de Varrón entre los géneros mythicum, physicum y civile de la teología, señalan los diferentes objetivos de cada texto en particular y buscan dilucidar las motivaciones políticas que originan esta supuesta contradicción entre obras del mismo autor. Atendiendo a esta perspectiva, que indaga acerca del vínculo entre adivinación, religión y política en tiempos de Cicerón, nuestra hipótesis es que las argumentaciones de los libros I y II presentan un denominador común, a pesar la aparente oposición. Si Marco, el detractor de la adivinación, afirma en II.70 que esta disciplina debe mantenerse ad opinionem vulgi et ad magnas utilitates rei publicae, consideramos que la formulación de discursos a favor y en contra es más una demostración de la habilidad retórica para argumentar adhiriendo a una particular escuela filosófica que un desacuerdo verdadero acerca de la validez y la utilidad de la adivinación. Nos proponemos demostrar que el saber sobre la adivinación ?sus clases, sus métodos, la tradición filosófica de su estudio, su papel en la literatura y la historia? es el elemento que aúna ambos discursos en la consideración de esta disciplina como instrumento de poder para regular las prácticas religiosas de la res publica.