INVESTIGADORES
ODDONE Maria Julieta
capítulos de libros
Título:
Ochenta y más: los desafíos de la longevidad
Autor/es:
ODDONE, M.J. ; AGUIRRE M.,
Libro:
Aspectos Psicosociales del Adulto Mayor
Editorial:
Ediciones de la UNLa
Referencias:
Lugar: Remedios de Escalada; Año: 2004; p. 63 - 88
Resumen:
Las sociedades actuales tienden a caracterizarse por el envejecimiento de sus poblaciones que cada vez más incrementan su expectativa de vida. Las políticas científicas están orientadas a extender la vida humana a límites extremos y la vejez se convierte en un período de la vida que puede prolongarse por más de cincuenta años. Como consecuencia, los gerontólogos han comenzado a replantearse las preguntas originales: ¿qué es la vejez? ¿es una etapa de la vida o es una característica que comparten algunas personas a las que consideramos viejas?. Tradicionalmente, se ha adoptado la definición establecida por la Primera Asamblea Mundial del Envejecimiento en Viena 1982, según la cual se considera anciano a toda persona mayor de 60 años de edad. Pero sabemos que para muchos gerontólogos la edad cronológica no es un criterio válido, porque el proceso de envejecimiento no es idéntico para todas las personas; hay grandes diferencias según el género, el nivel socioeconómico, el nivel educativo, el contexto ecológicosocial, el estilo de vida y el impacto de los acontecimientos histórico sociales que afectan el curso de la biografía personal. Esto es lo que consideramos envejecimiento diferencial desde la perspectiva del curso de la vida. Se ha recurrido a la edad cronológica como criterio para la organización de las instituciones sociales por la simplicidad de su aplicación y por ser considerada una categoría igualitaria y equitativa debido a su universalidad. Sin embargo, su aplicación plantea ciertos problemas que se han sintetizado como sigue: en cuanto al conocimiento científico, una explicación basada en la edad cronológica no es útil, dado que en si mismo no constituye un principio explicativo. En cuanto a su aplicación práctica, especialmente en gerontología, la edad cronológica no puede predecir de manera general la forma de vida de las personas ni sus necesidades En cuanto a la difusión del conocimiento gerontológico al público en general, la urtilización de la edad cronológica puede conducir a la cristalización de estereotipos relativos a las personas de edad avanzada que contribuyan a etiquetarlas erróneamente. Etiquetar a los que superan los ochenta años como personas enfermas y desvalidas que necesitan servicios especiales de salud muy costosos, puede conducir a generalizaciones prejuiciosas que perjudican tanto a los individuos como a la sociedad en su conjunto, que focalizará equivocadamente sus políticas sociales y sanitarias. Teniendo en cuenta las cuestiones aquí planteadas, expondremos una caracterización de los ancianos que transitan sus ochenta y más en comparación con la situación de aquellos que no han alcanzado esta edad aún. Se basa en una investigación realizada sobre 1506 personas de más de 60 años. De acuerdo con el concepto de envejecimiento diferencial, este estudio intentó obtener datos sobre distintas maneras de envejecer. Para ello se tuvieron en cuenta cortes por grupos de edad, por género, por nivel socioeconómico y se incluyó el tamaño de las ciudades de residencia, con la expectativa de averiguar si las más pequeñas resultan un ámbito más protector, a diferencia de las más grandes, donde se supone existe un trato más frío y despersonalizado. Mediante este estudio se intentó contar con una caracterización de los adultos mayores que abarque tanto aspectos sociodemográficos como de integración familiar y social, situación personal, valores sustentados, actitudes y aspiraciones.