Materiales arqueológicos y patrones espaciales: tres años de trabajo en la intersección entre la ecología de paisajes y la arqueología

S.D. MATTEUCCI, V. SCHEINSOHN

Buenos Aires

Jornada; Primeras Jornadas Argentinas de Ecología de Paisajes; 2005

GEPAMA, IALE, FADU (UBA)

Los seres humanos viven y se mueven en el marco de paisajes.  Así, los conceptos y modelos desarrollados en el marco de la ecología de paisajes permiten analizar la conducta humana pasada a partir de los materiales arqueológicos que han quedado distribuidos en el paisaje (Rossignol y Wansnider 1992, Lanata 1997, Scheinsohn 2001). En el marco de la corriente que se dio en llamar Arqueología del Paisaje, en la década del 90 algunos arqueólogos comenzaron a explorar las posibilidades que brindaban los conceptos y modelos desarrollados en la ecología de paisajes para explicar la conducta humana (Rossignol y Wandsnider 1992 y Wandsnider y Camilli 1996). Así se produjo en la arqueología un  desplazamiento desde consideraciones meramente espaciales y/o regionales, a la posibilidad de incluir las distribuciones de materiales arqueológicas dentro de un espacio calificado teóricamente como paisaje. En este caso presentaremos algunos de los resultados alcanzados en la aplicación de estos conceptos a los trabajos arqueológicos realizados en lo que se conoce como Comarca Andina del Paralelo 42º (NO de la Provincia de Chubut – SE de la Provincia de Río Negro, Patagonia Argentina), un área que presenta una densa cobertura vegetal que dificulta la localización de materiales arqueológicos por lo que el uso de estos modelos son claves para ubicar materiales arqueológicos que no son directamente “visibles” (Bellelli et al. 2000a b, Scheinsohn 2001and Bellelli et al. 2004).  Estos trabajos (Scheinsohn y Matteucci 2004, Matteucci y Scheinsohn 2004 y Matteucci y Scheinsohn 2005) han demostrado la relación existente entra la disposición de sitios con arte rupestre ya conocidos y corredores y parches de hábitat postulados a partir de variables conductuales y ambientales, permitiendo así realizar trabajos de prospección intensivos en aquellas áreas donde el modelo predice la presencia de materiales, con el consiguiente ahorro de tiempo y costos.