Definición, apropiación y construcción del espacio en la Tierra Austral Incógnita.

MARTINEZ, CAROLINA

Luján

Taller; I Taller para Jóvenes Investigadores en Problemáticas Regionales, Sociales e Históricas. IV Jornadas de la División de Historia; 2011

Universidad Nacional de Luján

En el transcurso del siglo XVII, la posibilidad de descubrir tierras hasta entonces inexploradas en el extremo sur del mundo o tierra austral incógnita, estimuló la expansión ultramarina llevada a cabo por las Coronas europeas, y más particularmente para Francia, al presentarse su descubrimiento como una justificada y no menos fuerte motivación para la expedición y conquista. A su vez, la búsqueda de un posible quinto continente también jugó un papel de importancia en la profusión de los relatos utópicos que se difundieron en Francia desde mediados de aquel siglo. Ciertamente, fueron los relatos a las islas del Pacífico Sur de navegantes como Álvaro de Medaña (1567) o Pedro Fernández de Quirós (1606) los que en gran medida alimentaron el mito de la tierra austral. Pero es al redescubrimiento e interpretación de los textos antiguos que tuvo lugar en Europa a partir del siglo XV que también debe atribuirse el hecho de que nociones premodernas, como aquellas sostenidas por Ptolomeo en Geografía y traducidas ahora al latín, se convirtieran en las fuerzas propulsoras de aquella expansión a los confines del mundo. En este sentido y así como con la cartografía, fue a partir de las conjeturas cosmográficas de la Antigüedad pero también de los relatos de viaje contemporáneos que las utopías se apropiaron en tanto símbolo de la tierra Austral. Si para la Antiguedad clásica lo que sucedía en la mitad superior de la tierra debía suceder en espejo en su mitad inferior, para la literatura utópica francesa de mediados del siglo XVII la Tierra Austral Incógnita se presentará desde las antípodas como un espacio de alteridad absoluta. Entrado el siglo XVIII las obras de Charles de Brosses (1657) o Alexander Dalrymple (1770) continuarán instando a explorar aquellas latitudes, que al igual que en el siglo precedente se presentarán todavía como atractivos espacios para la utopía. Hacia 1771 será Cook quien finalmente compruebe en sus navegaciones por el Pacífico Sur la inexistencia de aquella gran masa continental y ponga así fin al mito de la tierra austral. En función de lo antedicho, será sobre el impacto simbólico ejercido por la Tierra Austral Incógnita en tanto definición, apropiación y construcción de un espacio en la literatura utópica francesa del siglo XVII que se oriente el presente trabajo.