Apoptosis y Cáncer

CUELLO CARRIÓN F. D.; CIOCCA D. R.

Oncología Molecular y Celular

Dunken

Lugar: Buenos Aires; Año: 2002; p. 171 - 190

En las últimas décadas, el conocimiento referido a la muerte celular ha crecido vertiginosamente. En el transcurso de este rápido avance han surgido nuevos conceptos como el de apoptosis y otros antiguos, como el de necrosis, están de regreso para ser usados en un nuevo contexto. La apoptosis es un tipo de muerte celular del cual se vale nuestro organismo para eliminar a distintas poblaciones celulares con determinadas características, tales como células superfluas, aquellas que ya han cumplido su función, o que sean potencialmente peligrosas. Este proceso se da durante el desarrollo embrionario normal en los mamíferos en eventos tales como la eliminación de las membranas interdigitales, el desarrollo de la retina y la fusión del paladar. En el sistema inmune los linfocitos autorreactivos y los activados son eliminados por apoptosis, mientras que los linfocitos T citotóxicos, las células NK (del inglés, natural killer), y las células asesinas activadas por linfoquinas o LAK (del inglés, lymphokine-activated killer) pueden usar un mecanismo apoptótico para destruir a células blanco infectadas, neoplásicas, dañadas, o mutadas. La apoptosis tiene como función biológica principal mantener la homeostasis en distintas poblaciones celulares. La desregulación de este proceso puede conducir a estados patológicos que involucran a enfermedades con excesiva acumulación celular o con excesiva pérdida celular (En las células de los mamíferos, la apoptosis puede iniciarse a través de dos vías de señalización principales, cuyos mediadores y mecanismos moleculares actualmente son bien conocidos: I) la vía extracelular, en la cual intervienen los miembros de la superfamilia de receptores de muerte y II) la vía mitocondrial, la cual se activa en respuesta a perturbaciones extracelulares e insultos internos tales como el daño al ADN. Las metas actuales están orientadas al conocimiento de los mediadores del proceso apoptótico y de sus mecanismos de acción, lo cual permitiría modularlos con el objeto de desarrollar nuevas estrategias para el tratamiento del cáncer y de otras enfermedades. Si bien aún queda mucho camino por recorrer, seguramente, el conocimiento actual de la apoptosis proveerá nuevas perspectivas para el diagnóstico/pronóstico y para la terapia del cáncer. Es de esperar que en los años venideros el uso racional de nuevas estrategias para modular los programas de suicidio celular de lugar a nuevas terapias menos tóxicas y mutagénicas, con mayor efectividad y selectividad que las que se dispone en la actualidad.