INVESTIGADORES
BIANCHI Lucas Osvaldo
artículos
Título:
Fire Paradox: balance del proyecto en Argentina
Autor/es:
BIANCHI, LUCAS O.; GODOY, M. M.; DEFOSSÉ, GUILLERMO EMILIO; KUNST, C.
Revista:
Patagonia Forestal
Editorial:
CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y EXTENSIÓN FORESTAL ANDINO PATAGÓNICA
Referencias:
Año: 2011 p. 23 - 24
ISSN:
1514-2280
Resumen:
El fuego ha modelado los ecosistemas del mundo desde que éste existe y muchas de las especies vegetales y animales han evolucionado con él. Hace miles de años que el hombre utiliza el fuego como herramienta para su beneficio, aunque sin dominarlo completamente. Hace unos 100 años que se comenzaron a implementar políticas en las que el fuego es propiciado y usado sin control buscando abrir áreas para la agricultura, imitando el uso que se le daba miles de años atrás (aún hoy se realizan practicas similares). Luego, se comenzaron a aplicar políticas de extinción total del fuego sin importar su origen, ?natural? o humano, ni las consecuencias de este accionar sobre el ecosistema. Estas políticas (erróneas) de uso abusivo o de supresión total del fuego tuvieron sus consecuencias en la dinámica de los ecosistemas. Las políticas de supresión total, comenzaron aplicándose en Estados Unidos y luego fueron imitadas en muchos otros países. Persiguiendo este objetivo, los estados y organizaciones de ?lucha contra el fuego? destinaron gigantescas sumas de dinero para la adquisición y desarrollo de nuevas tecnologías e incorporación de recursos humanos para combatir los incendios. Se le sumaron campañas de difusión ?demonizando? al fuego, que lamentablemente aún se pueden ver en afiches o trípticos. Mensajes como: ?El fuego seguro no existe? o ?Todos contra el fuego? eran muy comunes hasta hace poco tiempo. Afortunadamente hoy, también pueden oírse con mayor frecuencia frases como ?Hay fuegos y fuegos? o ?No todos los fuegos son malos?. ¿Cuál fue el resultado de la política de extinción total? Cuanto más eficientes se volvieron los servicios de extinción peores se volvieron los incendios que debían enfrentar en un futuro cercano. La eficacia en el combate llevó a un aumento de la biomasa acumulada, provocando que los incendios en estos ecosistemas se tornen catastróficos, mas difíciles de combatir y, mayormente, fuera del control del hombre. Algunos son verdaderas tormentas de fuego. A esto se sumó la presión por parte del hombre al querer dejar las ciudades y comenzar a habitar zonas más agrestes dentro mismo del bosque. De esta manera, nacen urbanizaciones en lugares antes impensados e inaccesibles, donde lo urbano se fusiona con lo agreste, denominadas áreas de interfase. Los incendios en éstas áreas, en América del Norte y Europa, ya han cobrado vidas humanas y ocasionado grandes pérdidas de bienes materiales. En Argentina estos territorios están en continuo aumento, cada vez más gente se establece dentro del bosque, asemejándose nuestra realidad a la del Hemisferio norte. El reciente incendio ocurrido en Lago Puelo y El Hoyo es un claro ejemplo de esta situación, que ha puesto en riesgo gran cantidad de vidas y ocasionado daños materiales inconmensurables. Se plantea entonces, una paradoja (idea extraña u opuesta a la común opinión y al sentir de las personas) difícil de resolver, a mayor esfuerzo por apagar los incendios peores son éstos.