La cuenta satélite de los servicios de infraestructura: Una nueva manera de medir la infraestructura en América Latina con base en los casos de Argentina, Brasil y México Fuentes, métodos y resultados

ARIEL COREMBERG

BID-Banco Interamericano de Desarrollo

Año: 2018 p. 69

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La cuenta satélite de servicios de infraestructura (CSI) que se propone en estetrabajo ofrece una nueva forma de abordar la prestación de los Serviciosde Infraestructura (SI). Se trata de un enfoque que, a partir del Sistema deCuentas Nacionales (SCN), permite analizar las actividades desde unaperspectiva transversal y funcional más flexible que en el PIB oficial. Lasdenominadas cuentas satélites (CS) exigen un reagrupamiento de actividades yproductos en función de un interés que, por lo general, atraviesa varios sectoresde actividad económica o porciones de los mismos.El valor agregado de las industrias de SI contratadas en el PIB sectorial representa entreun 9 y un 11% del PIB en los tres países analizados. La estimación aquí realizada contabilizaun importante valor agregado de los SI generados por cuenta propia que hasta ahora no se hacíaexplícito en las cuentas tradicionales. La CSI estimada para Argentina, Brasil y México revelaque la producción por cuenta propia de SI fue significativa en los tres países: entre 3 y 4% delPIB, adicional a los servicios contratados que tradicionalmente se registran en las cuentasnacionales. Esto significa que allí se ha subestimado la contribución de los SI al PIB en casi untercio de su valor agregado.El transporte por cuenta propia equivale a casi el 50% del PIB sectorial de los trespaíses, donde solo se mide el transporte contratado. Y si bien la energía autoabastecida noresulta ser de una magnitud significativa en términos del PIB, su nivel es mayor en variosmúltiplos a la producción de energía por cuenta propia registrada en el PIB y en las matricesIO.La medición de los SI suministrados por los hogares mismos, principalmenterepresentados por el transporte con vehículos propios, amplió la métrica del PIB enaproximadamente 2% en los tres países; esto es similar a lo ocurrido en Estados Unidos y enlos otros pocos ejemplos internacionales referidos al sector del transporte, donde con métricashomólogas se han obtenido resultados parecidos. La metodología aquí propuesta y aplicadatambién capta implícitamente la actividad Uber en los SI por cuenta propia de los hogares.Desde el punto de vista de la demanda, la CSI también ofrece una métrica másexhaustiva.La demanda final de SI mediante el enfoque CSI fue estimada a partir de los datosdisponibles para México para el año 2012. Esta resultó ser un 23,7% superior a la medida enlas cuentas nacionales: 19,3% como consecuencia de las diferencias en el consumo de SI.El nivel de consumo en la CSI equivale al 14,8% del PIB, un 4,4% superior al registradoen las cuentas nacionales (10,4%), lo cual ocurre como resultado de la incorporación delconsumo de SI por cuenta propia que allí no aparece.La inversión registrada en la CSI representó el 8,9% del PIB de México, versus el 1,5%según el enfoque tradicional que solo identifica la inversión en infraestructura realizada por elsector construcción. En efecto, la CSI considera también como inversión la comprar de bienesde capital para producir SI tanto importados como nacionales provenientes del sector productorde industrias de bienes de capital que representan un 7,5% del PIB. Esta cifra pone de presentey sin ninguna duda la importancia del efecto multiplicador de la demanda que tiene la inversiónen SI, ampliamente subestimada en el enfoque tradicional.