INVESTIGADORES
COREMBERG Ariel Alberto
libros
Título:
El Deficit de Infraestructura en Argentina
Autor/es:
ARIEL COREMBERG
Editorial:
CAC
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2007 p. 133
Resumen:
Los economistas así como también los hacedores de políticas publicas e incluso el sector privado han reconocido que el stock de infraestructura pública es uno de los factores productivos más importantes. Como tal es una de las variables fundamentales que contribuyen al crecimiento y desarrollo económico de un país. Asimismo, la provisión en cantidad y calidad de servicios públicos explica en parte la evolución de la productividad del sector privado así como también el bienestar social de la población de un país. La inversión pública ha tenido un papel fundamental en el desarrollo económico de Argentina. Sobre todo entre los años 1950-1974, la inversión del sector público generó importantes obras de infraestructura así como también una importante demanda de bienes de capital por parte de las empresas públicas, explicando una parte importante del proceso de capitalización de la economía argentina. Sin embargo, la inestabilidad política y macroeconómica de las décadas siguientes, así como también la reducción del papel de sector público en la economía generó un importante proceso de desinversión en bienes públicos, reduciendo notablemente la inversión bruta en infraestructura tanto por parte del sector público como parte del sector privado hasta niveles por debajo de los niveles de reposición y elevado gasto de mantenimiento de la infraestructura pública, deteriorando la calidad y provisión de los servicios públicos. El actual proceso de crecimiento económico posterior a la salida del Plan de Convertibilidad, signado por la importante recuperación de la demanda agregada, los precios internacionales de las comodities, la recuperación de la tasa de inversión pero así también por un importante aumento en la utilización de la capacidad instalada, ha vuelto a generar debate en la opinión pública acerca de cuáles son los niveles de tasa de inversión necesarios para sostener el actual proceso de crecimiento. En particular, si el objetivo deseable de la política pública es generar un proceso de desarrollo económico y social sostenible en el largo plazo con ventajas competitivas dinámicas y no sólo aparentes resulta clave conocer cuál es el déficit de infraestructura de nuestro  país, en qué tipo de infraestructuras se produce y cómo se distribuye geográficamente. Precisamente, el objetivo de este trabajo fue analizar el déficit relativo de la infraestructura de Argentina en comparación internacional y su heterogeneidad regional. En la segunda sección se analizó brevemente la definición conceptual e importancia de la infraestructura en el análisis económico, especialmente en relación con el crecimiento, productividad y competitividad de una economía. En la tercer parte del trabajo se realizó un diagnóstico de la importancia de la infraestructura en la economía argentina.             Los servicios de infraestructura constituyen una parte importante del PBI (suministro de electricidad, gas y agua y el sector transporte y comunicaciones), alrededor del 10% del PBI, casi el doble de la construcción. Una reactivación de estos sectores, vía mayor nivel de actividad económica (ya que constituyen necesariamente una demanda derivada), produce importantes efectos directos e indirectos sobre la economía argentina, especialmente en el eslabonamiento hacia proveedores más diversificados con respecto a la construcción residencial pero menor en términos de empleo directo e indirecto. La infraestructura como factor productivo se encuentra aproximadamente representada por el stock de construcción pública en Argentina. De acuerdo a las cifras estimadas por el autor en las Cuentas Nacionales, la infraestructura pública participaría (a precios constantes) en un 19% en el total del stock de capital, siendo el tercer tipo de bien de capital en importancia luego de la construcción residencial y no residencial privada (un 26% del stock en construcciones y un 50% del stock de construcciones no residencial). En años recientes, el stock de construcción pública (excluyendo viviendas construidas con financiación pública) presenta una notable dinámica. En el año 2006, el stock de construcción pública alcanzó un crecimiento del 4.2% cuadruplicando las cifras de crecimiento del año 1994, cuando la serie había crecido al 1.4%, máximo dinamismo de la década de 1990. El importante dinamismo de la inversión permitió recuperar hacia el año 2006, gran parte de los niveles de tasa de inversión prevalecientes durante la década de 1990. La tasa de inversión medida a precios constantes alcanzó una cifra del 21.5% equivalente a la del año 1998 (nivel máximo del PBI de la década pasada); en tanto que a precios corrientes, el esfuerzo de inversión alcanzaba fines del año 2006 una cifra del 23.4%, 3.5% superior a la del año 1998.             De acuerdo a un trabajo próximo a publicarse de la CEPAL<!--[if !supportFootnotes]-->[1]<!--[endif]-->, la inversión pública a precios constantes tuvo un importante dinamismo entre los años 2002 y 2005, triplicando su participación en el PBI: la tasa de inversión pública (inversión pública/PBI) pasó de un mínimo histórico del 0.8% del PBI en el año 2002 a  representar un 2.4% del PBI en el año 2005. No obstante este importante dinamismo no llega a contrastestar la tendencia negativa que presenta la tasa de inversión pública desde el año 1977 cuando alcanzó cifras cercanas al 7.5% del PBI o su tendencia declinante de las últimas dos décadas. En la cuarta parte se realiza un análisis comparativo a nivel internacional acerca de la posición relativa que ocupa la República Argentina en cuanto a la disponibilidad de infraestructura en función de sus niveles de desarrollo respecto de otras economías de distintos niveles de desarrollo. Este tipo de análisis permite ubicar a la Argentina dentro del contexto internacional, presentando un panorama disperso de atraso o adelanto relativo de su infraestructura  según la tipología analizada respecto de los países desarrollados, de países de su mismo nivel de ingreso y en el contexto latinoamericano. Del análisis de corte transversal se comprueba una elevada correlación entre disponibilidad de infraestructura y desarrollo económico y una relación inversa entre este último y el grado de eficiencia con que se provee esa infraestructura. En términos generales, Argentina presentaba un claro déficit relativo en la dotación y eficiencia de su infraestructura comparado con otros países de similar nivel de ingresos e incluso con otros países latinoamericanos en algunas tipos de infraestructura. La situación en la infraestructura de transporte en Argentina para las tipologías relevadas se presentaba con una elevada deficiencia relativa, impactando negativamente en los niveles de competitividad de nuestra economía. La infraestructura vial en Argentina presentaba una situación de atraso relativo aunque quizá acorde para su nivel de desarrollo. La densidad vial per capita y por km2 y la congestión de las rutas era reducida, con una baja tasa de pavimentación de sus caminos similar a Australia y Canadá, menor que en Brasil y Chile, aunque mayor al caso de Uruguay y Corea. Por otra parte el dinamismo de la inversión vial en las últimas décadas fue significativamente menor a otros países del mismo nivel de desarrollo. La infraestructura ferroviaria presentaba una baja densidad por km2 aunque una densidad relativa per capita elevada. Cabe destacar el bajo crecimiento incluso negativo en este tipo de infraestructura de la última década. Los indicadores de eficiencia portuaria presentaban cifras muy bajas para Latinoamérica, siendo Argentina algo mayor que el promedio. La producción de electricidad en Argentina para los años relevados 2002-2003 resultaban acordes para el nivel de ingreso comparables al resto de Latinoamérica pero sin duda esta situación resulta claramente deficiente para los actuales niveles de actividad que presenta la economía argentina, deficiencia aún mayor si se toma en cuenta el indicador de fallas de electricidad (Argentina presentaba mayores ineficiencias que Chile y Corea pero similar a Brasil y México). Los indicadores estadísticos de acceso a tecnologías de información y comunicación presentados por el Banco Mundial se correspondían con la situación existente al año 2003, por lo tanto con un importante atraso relativo con respecto al actual ritmo de cambio tecnológico. Sin embargo, la situación informada constituía una proxy de la situación de atraso relativo de Argentina al año 2003. De esta manera se comprueba que Argentina presentaba una clara situación de atraso relativo en telefonía fija, celulares y acceso a Internet, con una bajo nivel de eficiencia relativa pero con demanda creciente. Un dato interesante resultaba que el costo de acceso a Internet resultaba relativamente reducido respecto de otros países latinoamericanos pero relativamente elevados respecto de los países desarrollados. A modo de conclusión final, Argentina presentaba una situación de déficit relativo de  infraestructura con respecto a países desarrollados, aumentada por un relativo grado de ineficiencia en su provisión pero incluso con respecto a países latinoamericanos. La inversión en infraestructura social, productiva y de acceso a las nuevas tecnologías de información y comunicación constituye una variable fundamental para la  sostenibilidad de los niveles de competitividad y de crecimiento de largo plazo. Por lo tanto, será necesaria una mayor oferta y eficiencia en la provisión de infraestructura para sostener el futuro desarrollo económico y social de nuestro país. La heterogeneidad regional que presenta nuestro país, la perspectiva regional resulta de suma importancia para lograr un diagnóstico del déficit de infraestructura acorde con la característica federal de nuestro país, cuestión a tratar en la quinta sección. Si bien Argentina presentaba un nivel de infraestructura acorde con su nivel de desarrollo; en algunos tipos de infraestructura básica social; sin embargo, el análisis regional da como resultado una elevada heterogeneidad y la disponibilidad de infraestructura por provincia y región, con una importante relación inversa entre la dotación relativa en infraestructura social y los niveles de ingreso y bienestar social de las provincias. Tomando en cuenta la característica federal de la República Argentina, la infraestructura provincial se ha desarrollado como consecuencia del destino regional de la inversión privada y del dinamismo de la inversión pública y de servicios públicos privatizados ejecutada en las provincias con origen en las políticas públicas de tres jurisdicciones distintas: nacional, provincial y municipal.             El déficit relativo de la infraestructura a nivel provincial será el producto entonces de la interacción entre las características propias de la zona geográfica, su desarrollo económico relativo y el nivel, consistencia y eficacia de la inversión pública y privada en infraestructura ejecutada en la región.             Dada la heterogeneidad regional, la perspectiva regional resulta de suma importancia para lograr un diagnóstico del déficit de infraestructura acorde con la característica federal de nuestro país. Siguiendo con la metodología del capítulo anterior, en el presente apartado se analizará un conjunto de indicadores básicos de infraestructura física disponibles para cada provincia, su situación relativa con respecto al promedio nacional y su posible correlación con su nivel de desarrollo económico, tomando como variable proxy el nivel de ingreso per cápita de cada provincia. La información más reciente disponible a nivel provincial es la proveniente del último Censo Nacional de Población y Vivienda del 2001, el Censo Nacional Agropecuario del 2002 y del PBG actualizado por la CEPAL. El análisis a nivel internacional de la situación de infraestructura en Argentina señaló la existencia de déficit en varias áreas. Este déficit se reparte desigualmente entre las provincias del país, indicando sin embargo ciertos denominadores comunes. Argentina presenta un claro déficit en infraestructura social: 15% de los hogares no tienen agua potable, 45% no disponen de acceso a cloacas, 35% no tienen gas de red y 27%  de los hogares no tienen acceso a camino pavimentado Si bien la cobertura nacional en agua potable, otorga un lugar importante para Argentina en el contexto internacional, la heterogeneidad provincial resulta importnte: tanto Buenos Aires como Santa Fé, tienen coberturas por debajo de la media nacional siendo las provincias del NEA y Sgo. Del Estero las provincias con menor cobertura. La situación en saneamiento es extrema: Argentina tienen indicadores de cobertura por debajo incluso de países latinoamericanos de menor ingreso per cápita. La situación resulta más grave en NEA, Sgo del Estero, Tucumán pero también en Cuyo y pcia de Buenos Aires. El déficit en gas de red, 35% a nivel nacional, se encuentra concentrado en las pcias del NEA (cobertura nula) y en las pcias del NOA, Cuyo y Sgo. Del Estero. 28% de los hogares argentinos no acceden por caminos pavimentados: NEA, NOA, Neuquén y Río Negro son las pcias y regiones con mayor déficit. Por lo general se encuentra cierta relación positiva entre el consumo de electricidad y el porcentaje de caminos pavimentados y el nivel de ingreso per càpita provincial. Las provincias con mayor consumo de electricidad son las que presentan mayor porcentaje de fallas en el suministro Las provincias del NEA, y del Norte en ciertos casos, parecen ser aquellas mas afectadas por la falta de infraestructura social y productiva. Las provincias de la región pampeana, se encuentran en promedio alineadas con el total nacional, aunque en muchos casos por debajo de los niveles promedio para su desarrollo económico. A pesar de la desconexión geográfica con el epicentro pampeano, las provincias patagónicas tiene buenas performances en los indicadores analizados. En particular, en aquellos vinculados a la provisión de infraestructura para vivienda. <!--[if !supportFootnotes]--> <!--[endif]--> <!--[if !supportFootnotes]-->[1]<!--[endif]--> Coremberg, Goldzier, Heymann, Ramos (2007): Patrones de Ahorro e Inversión en Argentina. CEPAL 2007