INVESTIGADORES
LOIS Carla Mariana
artículos
Título:
Mare Occidentale: la aventura de imaginar el Atlántico en los mapas del siglo XVI
Autor/es:
CARLA LOIS
Revista:
TERRA BRASILIS
Editorial:
Universidade Federal de Rio de Janeiro
Referencias:
Lugar: Río de Janeiro; Año: 2008
ISSN:
1519-1265
Resumen:
Desde el descubrimiento de América y a lo largo de todo el siglo XVI, una de las principales preocupaciones de los cartógrafos en la era de los descubrimientos fue el dibujo cada vez más preciso de las costas del continente y de las islas atlánticas. Congruentemente, los estudios que se han hecho sobre los mapas de la época suelen concentrarse en los ensayos, los aciertos y los errores que los cartógrafos hicieron para diseñar las tierras nuevas (en especial, el continente americano). En ese sentido, el océano Atlántico parecía ser el espacio que se definía por la negativa: aquello que no era tierra y que quedaba entre América y Europa. Sin embargo, en el nuevo mundo geográfico que se configuraba en el marco de la expansión ibérica, el océano Atlántico cobraba también una entidad nueva y propia. Por un lado, comenzaba a ser diseñado y recortado en los mapas del mundo, y dejaba de ser una mar océano prácticamente ilimitada, tal como había sido percibida hasta el viaje colombino. Por otro lado, el Atlántico, lejos de ser un espacio “hueco”, era parte de los territorios nuevos que se estaban conquistando. Era un espacio transitado, un espacio que los navegantes escudriñaban agudamente, cuya travesía implicaba indagar sus corrientes, individualizar sus islas, conocer sus vientos, interpretar su fauna y domesticar su naturaleza. Y como tal fue objeto tanto de estudios para aprender a recorrerlo como de valoraciones simbólicas que fueron relevantes en la reorganización del imaginario geográfico de la época: en el seiscientos la experiencia atlántica y americana le devolvía a los europeos una imagen, casi como un espejo, para que Europa se piense a sí misma; y así vemos que ciertas estructuras políticas, espaciales, económicas (y hasta toponímicas) europeas fueron replicadas especularmente en América.En este trabajo proponemos explorar algunos tópicos relacionados con la representación del Atlántico en los mapamundis europeos del siglo XVI. No obstante, sabemos que sería imposible hacer un recorrido minucioso por los centenares de mapamundis del seiscientos en un artículo de esta naturaleza, de modo que nos centraremos en analizar algunos aspectos que consideramos originales, claves y significativos para aproximarnos a la relación entre conocimiento geográfico, viajes y cartografía durante el siglo XVI, y recurriremos a los mapas para dar cuenta de nuestro análisis.