Cultura Política, Esfera Pública y Aprendizaje Colectivo en la Argentina Post-dictatorial

PERUZZOTTI ENRIQUE

Buenos Aires

Congreso; Instituciones Políticas y Ciudadanía en las Nuevas Democracias Latinoamericanas; 2000

Universidad de Buenos Aires

Los procesos de democratización que se han difundido en las últimas décadas en varias regiones del mundo han llevado al surgimiento de dos sub-disciplinas al interior del campo de la ciencia política: la transitología y la consolidología, es decir, el estudio de la dinámica del cambio de régimen y de las "condiciones limitantes" que pueden permitir la consolidación democrática, respectivamente. Como ha argumentado Schmitter, el transitólogo que se convierte en consolidólogo debe pasar por una transformación epistemológica. En el análisis de las transiciones a la democracia tiende a predominar un énfasis sobre la incertidumbre y el voluntarismo político: la mayor parte de las descripciones de transiciones desde el autoritarismo se ocupa de la interacción estratégica entre las élites autoritarias y democratizantes en un contexto caracterizado por una rápida descomposición institucional. Al centrarse en las condiciones para la reconstrucción institucional, los estudios de consolidaciones tienden a abandonar el acento de la transitología en las elecciones estratégicas y enfatizar los legados culturales, institucionales y políticos que podrían inhibir la tarea de la institucionalización política. El énfasis en el presente y la subdeterminación que caracterizaban a la transitología ceden su lugar al retrospectivismo y la sobredeterminación de la consolidología (Schmitter 1996). Es en esta búsqueda de las circunstancias restrictivas que podrían estar condicionando la vida política de las democracias recientemente establecidas, que la cuestión de los determinantes culturales de la vida política han ingresado al análisis de los procesos de democratización (Hagopian 1996a, 1996b, 1990; Diamond 1993; O´Donnell 1995, 1994). Guillermo O´Donnell, por ejemplo, sostiene que las herramientas teóricas predilectas de la transitología -un análisis miope de las interacciones estratégicas entre élites modelado a partir de las teorías de la elección racional- son inadecuadas para comprender los desafíos y obstáculos que enfrentan las nuevas democracias. Su análisis acerca de las democracias delegativas introduce un argumento cultural que enfatiza las consecuencias negativas para la institucionalización democrática provocadas por la persistencia de tradiciones populistas en la vida política contemporánea (O´Donnell 1995, 1994).