BECAS
BOZZOLI Maximiliano
artículos
Título:
Entre la Astronomía y la Filosofía
Autor/es:
GOLDES, GUILLERMO; BOZZOLI, MAXIMILIANO
Revista:
Nivel
Editorial:
Metropost
Referencias:
Lugar: Córdoba; Año: 2004 p. 3 - 4
Resumen:
Los astrónomos suelen decir que la Astronomía es quizás la ciencia más antigua. Desde el comienzo de los tiempos, desde que el ser humano se fascinó con la contemplación de los cielos, se echaron sus raíces. Claro está, apreciar la belleza del cielo nocturno con espíritu contemplativo no llena los requisitos de lo que hoy llamamos una observación astronómica rigurosa, pero sin dudas está en su origen. Podríamos pensar, sin embargo, en otra actividad que probablemente sea tan antigua como la ciencia de los cielos: esa actividad se halla estrechamente vinculada con la contemplación y la reflexión sobre las cosas. Esto conforma la base de algo que el hombre hace y que ha hecho durante los tiempos. Ese "hacer" del hombre es lo que hoy llamamos Filosofía. Durante mucho tiempo, la Filosofía fue considerada una ciencia del pensamiento, no obstante esta teoría del pensar y del razonar siempre se fundamentó en la especulación. Podemos decir que la Filosofía ha tenido muchos sentidos y acepciones según las épocas y las inclinaciones de los filósofos. Así, la acepción en la Edad Moderna de que la Filosofía es el saber de todo saber, la ciencia primera y universal, la ciencia de todas las ciencias, conformó una manera de pensar que logró el resurgimiento de las ciencias luego de un largo letargo en el impenetrable período medieval. En las ciencias modernas, la Filosofía colaboraba en la estructuración de las mismas. En este sentido, todas las disciplinas que hoy llamamos científicas (naturales y sociales) tienen, en sus orígenes, algún grado de superposición con la Filosofía. Sin embargo, la mayoría de las disciplinas produjeron en algún momento una separación o quiebre respecto de esa "ciencia primera". Esto, primordialmente, se debió a que la Filosofía fue perdiendo paulatinamente parcelas de conocimiento a medida que la empresa científica fue tomando cuerpo y se fue desarrollando sistemáticamente con el paso de los siglos. Las ciencias naturales (como la Astronomía) fueron las primeras en separarse de esa concepción moderna de la Filosofía, y lo hicieron por la vía de su apego a la experiencia (empírea) mediante una metodología que pretendía aportar datos comprobables. La utilización concreta de la experiencia física y la mentalidad matemática fue crucial a la hora de diferenciar el saber filosófico de los conocimientos científicos. Pero, esto no quiere decir que en la fundamentación del conocimiento científico no se involucren reflexiones y consideraciones filosóficas. Actualmente la Filosofía es considerada un saber adjetivo (Filosofía de...) y no un saber sustantivo (Filosofía: ciencia primera y universal, por ejemplo). De esta manera, la Filosofía de la Ciencia sería una reflexión sobre el sistema científico. Puesto que este último es a su vez una conceptualización sobre la realidad (ya que es un producto intelectual humano), entendemos la Filosofía como una conceptualización o reflexión de segundo orden, tales como las críticas literarias y de arte, los comentaristas deportivos y de moda. En este sentido, el filósofo de la ciencia no tiene por qué ejercer como científico, ya que toma como objeto los resultados de éste para analizarlos. Un ejemplo de esto último, entre otros, puede ser analizar el problema del conocimiento en torno al concepto de observación en la disciplina de la Astronomía. Dicho análisis es llamado epistemológico. Esto quiere decir, que la reflexión tratará de arrojar luz a la teoría del conocimiento o Epistemología de la ciencia en cuestión: la Astronomía. Históricamente, la noción de observación ha tenido diferentes significados epistemológicos, tanto en el pensamiento moderno como así también en la Filosofía de la Ciencia de principios del siglo pasado. Esto es: por un lado, la observación era considerada como la fuente primaria de los datos, es decir, como un informe de lo que se ve; por otro lado, la observación se encontraba asociada al uso de los instrumentos, los cuales reducían lo no sensible a lo sensible. Además, la noción de observación también era caracterizada como todo lo que podemos ver, tocar y recibir por los demás sentidos, donde lo "real" se restringe únicamente a lo observable. La verdad es que el concepto de observación en Astronomía se halla determinado, como mencionamos al comienzo de este artículo, por lo que se considera una observación astronómica rigurosa. En primer lugar, esto significa que todos los datos observables (base empírica metodológica) obtenidos por los astrónomos, presuponen un conjunto de teorías que son aceptadas previamente por la comunidad astronómica. En segundo lugar, consideramos por lo menos tres requisitos principales para la observación astronómica: de efectividad, de repetibilidad y de intersubjetividad. El primer requisito se refiere a la verdad o falsedad de los datos obtenidos. En particular, debemos saber si aceptamos el presunto dato como un dato científico o no. Este requisito presupone un método efectivo para diferenciar los datos verdaderos de los falsos, considerando las condiciones de la observación tales como los factores perturbadores (atmosféricos, entre otros) y las posibilidades técnicas (instrumentales). El segundo requisito, en consecuencia del primero, afirma que los datos astronómicos (verdaderos) pueden ser repetidos. Esto genera cierta regularidad, la cual determina la confianza de nuestra base empírica astronómica. Finalmente, el tercer requisito sugiere que los datos observables pueden ser tomados y obtenidos por otros astrónomos. Este es un claro ejemplo de cómo la Filosofía de la Ciencia en general, y de la Astronomía en particular, son actividades basadas en el análisis y la reflexión sobre el conocimiento científico, cuyos objetivos son uno y el mismo: intentar responder viejas interrogantes desde que la Humanidad observó y contempló los cielos; arrojando luz sobre el sistema científico, tratando así de esclarecer la "realidad" física que éste nos presenta.