INVESTIGADORES
SVENDSEN Guillermo Martin
congresos y reuniones científicas
Título:
CAMBIOS ESTRUCTURALES Y SOCIALES EN PUNTA LEON, LITORAL NORTE DE PATAGONIA, EN UNA POBLACIÓN DE LOBOS MARINOS EN CRECIMIENTO.
Autor/es:
ENRIQUE A. CRESPO; SILVANA L. DANS; GUILLERMO M. SVENDSEN; ALBERTO KOWALYK; BÁRBARA BERÓN VERA
Lugar:
Valdivia, Chile
Reunión:
Congreso; 10° Reunión de Trabajo de Especialistas en Mamíferos Acuaticos de América del Sur; 2002
Resumen:
La población de lobos marinos del norte de Patagonia se viene incrementando a una tasa de crecimiento superior al 3% anual. De sus 19 apostaderos, Punta León es uno de los más importantes ya que cuenta con unos 2.000 nacimientos, lo que representa el 17% de los 9.000 que nacen en Península Valdés. A comienzos de la década del 80 presentaba 900 crías lo que significaba el 25% del total. Durante estos veinte años, además del aumento en el número de crías (4,2%) se ha observado un aumento en la ocupación del espacio del apostadero extendiéndose de 4 a 7 km. Los grupos sociales a expensas de los cuales creció el apostadero, tienen características diferentes ya que están conformados por animales más jóvenes y su estructura social es más laxa que la de áreas de cría tradicionales. El objetivo de este trabajo fue poner a prueba la hipótesis nula de que una serie de variables se mantienen constantes entre las áreas tradicionales de cría (zona a: centro-norte) y las áreas nuevas de expansión del apostadero (zona b: sur). Esta serie de variables incluyó: a) la composición por clases de edad, b) la mortalidad de crías durante la temporada reproductiva y c) la tasa de crecimiento por zonas del apostadero. Las proporciones (en %) entre las clases en la zona a fueron 8,4 machos c/ hembra, 5,0 machos s/ hembra, 29,7 hembras + juveniles y 56,9 crías. En la zona b las proporciones fueron 4,5 machos c/ hembra, 7,5 machos s/ hembra, 55,5 hembras + juveniles y 32,5 crías. Lo cierto es que la zona b tiene una mayor proporción de machos solos y de juveniles entre las hembras. Del total de 2.033 crías, 1.592 nacieron en la zona a y 441 en la zona b. La zona a presentó una mortalidad del 2%, inferior a la observada en la zona b igual al 3,6% (p<0,05). Esta mayor mortalidad de crías en la zona b podría explicarse en parte debido a la ausencia de la estructura de cría típica que les brinda una mayor protección de los machos que no se encuentran involucrados en la reproducción. Finalmente, la zona a presentó un incremento en el número de crías del 3% anual entre 1983-2001, mientras que en la zona b el incremento sería del 21% anual, resultando coherente de acuerdo con una disminución a medida que se alcanzan condiciones de alta densidad.