INVESTIGADORES
BERMEJO Talia
capítulos de libros
Título:
El circuito expandido: Seoane en el mercado de arte
Autor/es:
TALÍA BERMEJO
Libro:
Materiales Seoane. Una modernidad dislocada
Editorial:
Consello da Cultura Galega
Referencias:
Lugar: Santiago de Compostela; Año: 2023; p. 40 - 60
Resumen:
[SE HA DISPUESTO UN ISBN DE FANTASÍA, AL IGUAL QUE EL NÚMERO DE PÁGINAS, A FIN DE QUE EL SISTEMA TOME EL TRABAJO ENVIADO PARA SU PUBLICACIÓN]En octubre de 1936, Luis Seoane vuelve a la Argentina desde Galicia, la tierra de sus padres donde residía desde niño. Cuando desembarca en Buenos Aires expulsado por la Guerra Civil ingresa en las redes tejidas por los exiliados. Allí se encontrarían numerosos gallegos como Arturo Cuadrado y Rafael Dieste, amigos desde Galicia al igual que Lorenzo Varela, por mencionar apenas a algunos de sus protagonistas. Redes que a su vez eran nutridas por intelectuales y artistas argentinos, por ejemplo, Luis Falcini y Domingo Viau, a quienes estaba unido por ideales y proyectos comunes; también coleccionistas y marchands ligados por los mismos intereses estéticos. Entre estos últimos, destacó Simón Scheimberg cuya amistad se prolongó a través de los años apoyada en visiones compartidas respecto del arte y la política. Seoane encontró en este abogado y coleccionista un interlocutor comprometido con la producción local que luego se transformaría en un benefactor de su generación. En tiempos de la Guerra Civil y en vísperas de la II Guerra Mundial, lo que aparecía como el nexo más fuerte a lo largo de estos vínculos fue la causa republicana, el frente contra los fascismos, las luchas antirracistas y antisemitas. En cuanto a los intereses estéticos, el arte moderno, más específicamente, la figuración que, en las primeras décadas del siglo XX recuperaba elementos de las vanguardias históricas, y cierto rechazo hacia las propuestas abstractas o concretas, constituyó un punto de coincidencia significativo aunque no excluyente en el marco de esta trama.Los vínculos de Seoane que se destacarán aquí conjugaron el compromiso político con el propósito de apoyar el arte argentino. A su vez, las convicciones democráticas ligadas al pensamiento de izquierdas reenvían hacia un escenario complejo en matices sociales y políticos. Me interesa centrar la atención en esa confluencia a fin de poner en foco algunos tramos significativos del recorrido de Seoane y observar el terreno en el que coinciden distintas trayectorias, ideales y proyectos. El propósito de este artículo consiste en analizar la labor del artista durante las décadas de 1940 y 1960 a partir de su inserción en los circuitos comerciales. Desde la II Guerra, el entramado solidario se recombinó a través de nuevas acciones que sumaron la intervención de galeristas y gestores, algunos recién llegados y otros con mayor experiencia en el campo. Entonces, el mercado artístico aparecía como parte de un horizonte expandido en el que se desempeñaron numerosos actores de cara a una mayor profesionalización de la práctica. También primó la intención de abrir espacios de venta y exhibición que a su vez funcionaron como núcleos de encuentro y canales de contacto que finalmente tendían a reactivar distintas zonas de la red. A partir de aquí, observaré ese circuito comercial y la comunidad de ideas que se constituyó en torno al mismo. El interés en profesionalizar la práctica al mismo tiempo que reflexionar acerca del lugar del artista señalaron dos ejes articuladores entre los objetivos de Seoane sobre los que se enfocará el trabajo.