Pirovano, Vitullo y Evita: una historia de infortunios y ocultamientos

TALÍA BERMEJO

Avances. Revista del Área Artes

Universidad Nacional de Córdoba

Lugar: Córdoba; Año: 2010 p. 77 - 94

1667-927X

En 1950 Ignacio Pirovano viajó a París y conoció al escultor argentino Sesostris Vitullo. Para el coleccionista y entonces director del Museo Nacional de Arte Decorativo, la visión de su obra resultó un descubrimiento revelador; para el escultor, una oportunidad única para salir del anonimato. A partir de ese viaje, Pirovano se propuso difundir la producción del artista en Francia y en Argentina. Sus gestiones resultaron lo suficientemente persuasivas como para que se montara una exposición en el Museo de Arte Moderno de París y Vitullo recibiera el encargo del gobierno peronista para realizar un monumento de homenaje a Eva Perón. Sin embargo, esta obra fue rechazada y ocultada durante décadas. Después de la muerte del artista en 1953, Pirovano comenzó una lucha por la repatriación de esta y otras piezas que consideró parte fundamental del patrimonio artístico argentino. Este trabajo se propone analizar, por un lado, los puentes tendidos por Pirovano a través de la gestión institucional con el objeto de promocionar el arte moderno y la obra de Vitullo en particular; y por otro lado, la trama del encargo oficial y los motivos de su ocultamiento.