INVESTIGADORES
ARZENO Mariana Beatriz
congresos y reuniones científicas
Título:
Cambio agrario y cambio en la vulnerabilidad social frente a eventos naturales. El caso de los pequeños productores de la comunidad de Rodero (Quebrada de Humahuaca, Jujuy)
Autor/es:
MARIANA ARZENO
Lugar:
San Salvador de Jujuy
Reunión:
Congreso; VII Jornadas Regionales de Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Jujuy; 2002
Institución organizadora:
Facultad de Humanidades y CIencias Sociales, Universidad de Jujuy
Resumen:
La discusión acerca de la relación sociedad/naturaleza ha ocupado un lugar central dentro de la Geografía y el tema ha sido abordado desde distintas perspectivas. Una de ellas y a la cual adscribimos, entiende esa relación desde la óptica de los fenómenos sociales, es decir, el foco está puesto en cómo la sociedad se articula, con su lógica y dinámica propias, para apropiarse de la naturaleza. La temática ambiental, desde esta concepción, es entendida en el ámbito de los procesos sociales. En particular el tratamiento del tema de los desastres “naturales” (donde quizás la relación sociedad/naturaleza se hace más explícita), tanto desde ámbitos académicos como de aquellos encargados de implementar políticas de prevención y mitigación de los mismos, ha tendido a enfocar el problema dando un lugar central a las causas naturales de los eventos que derivan en desastres. En las últimas décadas se asiste al reconocimiento desde el ámbito académico, de que las amenazas naturales no son sólo eventos físicos, sino que son construidas social y culturalmente, lo cual pone el foco del análisis no sólo en los eventos en sí, sino también y fundamentalmente, en los contextos particulares en los cuales tienen lugar. Esos contextos incluyen tanto las propiedades físicas del evento como los aspectos del medio social, político, espacial, temporal, organizacional y económico. Dentro de esta línea pueden reconocerse distintos enfoques, uno de ellos se centra en el análisis de la vulnerabilidad social y otorga especial importancia a los procesos históricos, culturales, sociales y políticos que crean condiciones inseguras e influyen en la forma en que las amenazas afectan de diversas maneras y con distinta intensidad a la población. La región andina se caracteriza en general por su impredictibilidad climática y por la ocurrencia de eventos de origen natural que todos los años con mayor o menor intensidad afectan a las poblaciones urbanas y rurales que la habitan. Específicamente en el caso de las áreas rurales, sequías, heladas, granizos, inundaciones y torrentes de barro constituyen limitantes frente a las cuales históricamente los productores se han enfrentado y han desarrollado una serie de estrategias: la diversificación productiva, la diversificación espacial (como la utilización de parcelas en distintos niveles topográficos), la movilidad de los rebaños para el pastoreo, son algunos ejemplos. Si bien no se trata de eventos cuya ocurrencia e impacto tomen la magnitud de otros fenómenos en términos de pérdidas materiales y humanas (como terremotos, huracanes, grandes inundaciones, a los que se califica de “desastres”), sí son de gran importancia para aquellos que subsisten con la producción agrícola y ganadera y se ven afectados por alguno o varios de esos eventos año tras año. En muchos contextos, hoy en día éstos adquieren el carácter de fuertes limitantes que comprometen seriamente la reproducción de las unidades domésticas, pero que han sido construidas como tales a partir de ciertos cambios sociales. La subdivisión de la tierra y los cambios en la forma de tenencia, los cambios demográficos y la movilidad de la población, la inserción al mercado de productos y de trabajo, los cambios en los usos del suelo, son procesos que contribuyen a la creación o incremento de vulnerabilidad frente a eventos naturales. Los estudios de caso, detallados y acotados espacialmente, pueden aportar elementos de análisis que permitan comprender de qué manera, en el marco de ciertos cambios sociales generales que por lo general exceden los ámbitos locales, las condiciones de vulnerabilidad de la población rural se crean y se modifican. En este sentido creemos importante tener en cuenta por lo menos dos niveles de análisis: el de la unidad doméstica (en relación con la disponibilidad de animales y pasturas, de mano de obra, de alternativas de ingreso, etc.) y otro más general y de carácter histórico, relacionado con los procesos sociales que tuvieron lugar y provocaron esos cambios a nivel de las unidades domésticas. En este trabajo nos proponemos reflexionar acerca de estas cuestiones a partir de un estudio de caso, la comunidad de Rodero (Quebrada de Humahuaca), la cual, dados los cambios demográficos y en los usos del suelo producto de varias décadas de inserción de la población al mercado laboral, presenta características que la hacen más vulnerable que años atrás a eventos naturales, en particular, la sequía y la helada. El proceso migratorio que se viene acentuando en los últimos años, ha generado un cambio en las estrategias de vida de la población local, que se manifiesta en la disminución de las actividades agrarias y en los cambios en los patrones de pastoreo. Esto contribuye al incremento del impacto que en términos generales tienen esos eventos en las actividades agrícolas y ganaderas, las que aún constituyen elementos importantes de la subsistencia de estos productores. En particular la “sequía” de 1997/98 ha dejado al descubierto, por un lado, las grandes dificultades con las que se enfrenta la población para recuperarse luego de eventos de ese tipo y por otro, la ausencia de políticas dirigidas, más que a tratar de paliar (y de manera insuficiente) las consecuencias de esos eventos, a cambiar las condiciones materiales de vida que generan vulnerabilidad.