INVESTIGADORES
VIGNALE Silvana Paola
libros
Título:
Filosofía Profana. Hacia un pensamiento de lo no humano
Autor/es:
VIGNALE, SILVANA PAOLA
Editorial:
Nido de vacas
Referencias:
Lugar: Rojas; Año: 2021 p. 120
ISSN:
978-987-48132-1-3
Resumen:
Partiremos de dos premisas respecto de la filosofía. Una, enunciada por Friedrich Nietzsche: la filosofía no ha sido hasta ahora sino "una interpretación del cuerpo y un malentendido del cuerpo". La segunda, sugerida por Jacques Derrida, la filosofía como olvido calculado del animal. No debiera llamarnos tanto la atención, y ya lo sospechamos: hay una historia del pensamiento occidental que lo concibe solo por oposición a lo animal, a lo salvaje, a lo inconsciente; que lo hace pasar por lo propiamente humano (demasiado humano): el pensamiento reducido a la conciencia y a la racionalidad, como estándar de lo bueno y de lo verdadero, según los cánones de una ética formal y de una ciencia universal y objetiva.¿Cómo pensar una política de lo no-humano, una política o una comunidad política que se desenlace de lo humano, para enlazarse a otras formas de relación, en una nueva economía afectiva, de vínculo con los otros seres, con el mundo, con la naturaleza, también con nosotras y nosotros mismos? ¿Es posible una política no-humana, una política distinta a la del hombre y los derechos del hombre, una política que incluya lo femenino sin que lo femenino se reduzca a las figuras de lo maternal y del cuidado, al ámbito de lo privado, del amor al prójimo, del amor desinteresado? ¿Una política que incluya a los animales no como objetos de nuestra violencia y consumo, sino como aquellos con quienes compartimos un mundo? ¿Cómo pensar en una política no ilustrada, una política que no se jacte de los usos prudentes de la razón; una política desde una intimidad no mediada por la representación, que la restituya al ámbito de la materialidad de los cuerpos, a otras formas de relación con la vida? ¿Es posible una política de la infancia en la que nuestras relaciones ya no se funden en la ficción culpable de la caída, que no se funde en las relaciones entre acreedor-deudor? ¿Es posible una política inocente, como la de la tercera transformación de la que habla Zaratustra, la del niño como un primer movimiento de una rueda? ¿Una política que deje en la historia y en ruinas a categorías como las de persona, individuo, yo, sujeto, libertad individual, y por supuesto, hombre? ¿Una política que no nos aprese en una identidad, que no ponga al cuerpo secundado al alma o a un cogito, que atienda la circulación y la multiplicidad de fuerzas, de gestos, o de afectos? ¿Una política que no decrete cuáles vidas valen y cuáles no, que no establezca distinciones humanas?