INVESTIGADORES
PIÑEDA Maria Andrea
congresos y reuniones científicas
Título:
Desintegración y reintegración de comunidades académicas en torno al comportamiento en Argentina
Autor/es:
PIÑEDA, M. A.; SCHERMAN, P.
Lugar:
Rio de Janeiro
Reunión:
Encuentro; XII Encontro Clio Psyché. Saberes Psi. Outros sujeitos, outras histórias; 2016
Institución organizadora:
"Clio Psyche": Programa de Estudos e Pesquisas em Historia da Psicologia, Instituto de Psicologia, Departamento de Psicologia Social e Institucional, Universidade do Estado do Rio de Janeiro
Resumen:
Se analizan los factores políticos, académicos e institucionales que, durante las décadas de 1960 y 1980 incidieron en la constitución de una comunidad académica centrada en la investigación sobre el comportamiento humano y animal en Argentina.En este país, después de 1940 las investigaciones se centraron en las aptitudes en los ámbitos educativo y laboral con enfoques psicotécnicos en el contexto del comportamiento y la personalidad, con su mayor auge hasta fines de 1950, e inicios de 1960.Los grupos académicos protagónicos hasta aquellos años, en su mayoría fueron progresivamente desplazados de la psicología académica. Hubo quienes se consolidaron durante el gobierno peronista de 1945 a 1955 (ej. el grupo de UNCy, UNT, UNL, y figuras de la UBA y UNLP). Algunos, fueron cesanteados en 1955. Otros, permanecieron hasta la organización de las carreras de psicología, perdiendo lugar en instancias concursales o en los golpes de Estado de 1966 donde hubo renuncias masivas y desmantelamiento de Institutos de Psicología.Mientras tanto, dominaron la escena nuevas comunidades abocadas a otros objetos psicológicos que testimoniaban el desarrollo de una psicología clínica centrada en lo psicopatológico, de predominio psicoanalítico. La reproducción de este modelo, mantuvo a la psicología en el campo de las humanidades, enfatizó el sesgo profesionalista de la formación, y ubicó al psicólogo en una situación de dependencia del médico que se visualizó en los intentos de regulación de la profesión de este período. Por otra parte, su vínculo con las humanidades, campo en el que se habían recepcionado favorablemente discursos sobre la liberación, hizo a la psicología sospechosa de portar ideologías y de ejercer militancias que los regímenes militares que intervinieron a las universidades en 1966 y sobre todo en 1976, combatieron sistemáticamente.En ese sentido, se produjo un paulatino proceso de vaciamiento de la capacidad científica de las carreras de psicología, que se pronunció desde mediados de 1960, desplazando algunos grupos de investigadores especializados en estudios experimentales y psicométricos del comportamiento hacia instituciones externas a dichas carreras, a veces en el CONICET (ej, el LIS, el IByME; o el CIAL).Algunos investigadores formados en la UBA, la UNC y la UNCy/UNSL no encontraron, o perdieron su lugar, en las carreras de psicología de dichas universidades nacionales (Horacio Rimoldi, Miguelina Guirao, Carla Sacchi, Cristina Richaud, Alba Mustaca, Mauricio Papini, Alicia Omar y Ana Verzini de Romera, entre otros) pero siguieron desarrollando una psicología científica en otros ámbitos. El grupo de San Luis liderado por Claribel Barbenza permaneció protagónicamente vinculado a esa carrera de psicología, y desarrolló un importante papel en el anclaje académico de la psicología comportamental.Se dan dos movimientos complementarios. La desintegración del incipiente campo de la psicología comportamental, aparejada al debilitamiento de las políticas de promoción de la investigación científica en psicología, el empobrecimiento del perfil del graduado respecto de los enfoques experimentales y psicométricos del comportamiento, y la perpetuación de la desventaja de la psicología respecto de la medicina y de la ingeniería ante los organismos de acreditación y promoción científica oficiales. Por otro lado, estos grupos académicos desplazados crecieron al abrigo institucional de comunidades ajenas a las carreras de psicología donde encontraron financiamiento para el abordaje de temáticas descuidadas por la psicología académica, y se esforzaron por reintegrar los estudios psicológicos experimentales y psicométricos del comportamiento dentro del campo más amplio de las ciencias del comportamiento.Así, dos elementos que entraron en conflicto al momento de ser desplazados de las carreras de psicología: el estudio amplio del comportamiento y el acento en la investigación científica, se convirtieron en las premisas y pilares para la constitución de la Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento. Esta ha sido una comunidad científica, en sus inicios constituida por mayoría de psicólogos, pero de aspiraciones interdisciplinarias, que en su visión internacionalista se constituyó en la institución representante de argentina en la International Union of Psychology (IUPsy). La AACC fue creada el 27 de mayo de 1987 y logró convocar al año siguiente su primera reunión anual en la Universidad Nacional de San Luis. Esta reunión fue declarada de interés para la Facultad de Ciencias de la Educación, de la que dependía la carrera de psicología, así como de interés para la UNSL y el Gobierno Provincial. De esta manera, se iniciaba un camino hacia la integración del campo de la psicología del comportamiento y su restitución al ámbito académico propio de las carreras de psicología