INVESTIGADORES
SORRIBAS Patricia Mariel
artículos
Título:
El (los) Campo(s) ¿somos todos?
Autor/es:
SORRIBAS, PATRICIA MARIEL
Revista:
Onteaiken
Editorial:
CEA - CONICET y Prog. Estudios de Acción Colectiva y Conflicto Social
Referencias:
Lugar: Córdoba - Argentina; Año: 2008 vol. 5 p. 21 - 25
ISSN:
1852-3854
Resumen:
No existe algo que pueda llamarse el campo, cuya diversidad y heterogeneidad hubiese requerido a la hora de aplicar ciertas medidas [y elaborar ciertos discursos], diferenciar las distintas escalas y tipos de producción, demandas y entidades representativas. Sin poder, en esta ocasión, hacer un informe detallado en base a esa diferenciación, sí se puede aportar algunos datos que contribuyan presentar un panorama menos simplista de la situación actual y del pasado reciente. Por un lado el censo de 2002 muestra que sólo un 3% de los productores están afiliados a algunas de las federaciones que protagonizan las acciones colectivas de los últimos meses (H. Gilberto, profesor de geografía agraria de la UBA). Por el otro cabe mencionar la alta concentración de la propiedad: mientras que el 33% concentra el 88% de la superficie, el 66% de los 335.000 productores son pequeños y tienen a su cargo el 12% de dicha superficie cultivable. De estos productores el 80% producen para subsistir y a veces tienen que salir a trabajar afuera porque no les alcanza (Alejandro Rofman, economista). La concentración del suelo por las grandes empresas agropecuarias (mayores a 5.000 hectáreas) después del plan de convertibilidad3: "Por ejemplo, el grupo CRESUD ha pasado de 20.000 hectáreas productivas en septiembre de 1994 a 340.000 en febrero de 1996… No obstante, si bien la compra de tierras fue general en todo el país, las áreas más demandadas fueron las de alto valor productivo (zonas de viñedos, región pampeana, valles) o de alto valor paisajístico y ambiental (cordillera de los Andes, litoral atlántico)". Sin poder, en esta ocasión, hacer un informe detallado en base a esa diferenciación, sí se puede aportar algunos datos que contribuyan presentar un panorama menos simplista de la situación actual y del pasado reciente. Por un lado el censo de 2002 muestra que sólo un 3% de los productores están afiliados a algunas de las federaciones que protagonizan las acciones colectivas de los últimos meses (H. Gilberto, profesor de geografía agraria de la UBA). Por el otro cabe mencionar la alta concentración de la propiedad: mientras que el 33% concentra el 88% de la superficie, el 66% de los 335.000 productores son pequeños y tienen a su cargo el 12% de dicha superficie cultivable. De estos productores el 80% producen para subsistir y a veces tienen que salir a trabajar afuera porque no les alcanza (Alejandro Rofman, economista). La concentración del suelo por las grandes empresas agropecuarias (mayores a 5.000 hectáreas) después del plan de convertibilidad3: "Por ejemplo, el grupo CRESUD ha pasado de 20.000 hectáreas productivas en septiembre de 1994 a 340.000 en febrero de 1996… No obstante, si bien la compra de tierras fue general en todo el país, las áreas más demandadas fueron las de alto valor productivo (zonas de viñedos, región pampeana, valles) o de alto valor paisajístico y ambiental (cordillera de los Andes, litoral atlántico)".