INVESTIGADORES
GIL Veronica
artículos
Título:
Gestión del riesgo y territorio fluvial. El caso del arroyo San Bernardo.
Autor/es:
VOLONTÉ, ANTONELA; GONZÁLEZ, MARILINA; GIL, VERÓNICA
Revista:
Boletín geográfico
Editorial:
Departamento de Geografía Facultad de Humanidades Universidad Nacional del Comahue
Referencias:
Lugar: Neuquén; Año: 2021 p. 49 - 66
ISSN:
0326-1735
Resumen:
El territorio fluvial hace referencia al sector de paisaje dominado por un sistemafluvial e incluye el cauce, el corredor ribereño y la llanura de inundación. Sus límitesson precisos, pero no permanentes ya que es necesario modificarlos en función de lamovilidad fluvial. La determinación del territorio fluvial es una tarea compleja, si biendesde lo teórico es una propuesta sencilla es difícil ponerlo en práctica en lasnormativas vigentes. Esto se puede observar en nuestro país, donde aún lametodología no se ha implementado concretamente en ninguna cuenca. El objetivo deeste trabajo es delimitar el territorio fluvial en un tramo urbanizado de la cuenca delarroyo San Bernardo para verificar su viabilidad como insumo para la futura gestiónde este espacio con riesgo de crecidas recurrentes. Para la delimitación del territoriofluvial se emplearon criterios geomorfológicos (inclusión de terrenos susceptibles deser afectados en las próximas décadas por la propia dinámica del cauce), ecológicos(inclusión de masas de vegetación ribereña aisladas y otros anexos fluvialesdesconectados del corredor ribereño) e históricos (cambios en el uso de suelo y la zonainundable para un período de retorno de 50 años). Estos criterios se aplicaron en untramo de la cuenca baja del arroyo San Bernardo. Esta elección se basa en que allí sepresenta la mayor transformación antrópica debido a la presencia de la localidad de Sierra de la Ventana. Considerando que el territorio fluvial es una herramienta que seha utilizado en la gestión de los recursos hídricos, se considera oportuno empezar aaplicar la metodología en el tramo con mayor impacto para luego continuar con elresto de la cuenca. Como resultado se obtuvo un Territorio Fluvial Ideal (TFI) de 548m2 en el cual es necesario gestionar las riberas ya que son los espacios más afectadospor la antropización del área.