Juventud vs. etnicidad: consumo vs. cultura. Apuntes etnográficos.

LAURA KROPFF

Antofagasta

Seminario; Seminario Internacional “Juventud, Consumo y Subjetividad”; 2010

Universidad Católica del Norte

La construcción contemporánea de juventud como grado de edad vigente en Latinoamérica se caracteriza por no contemplar la diversidad cultural y por espacializarse en las ciudades. Algunos investigadores que trabajan el tema en la región coinciden en que el origen de la expansión de juventud como categoría definitoria de subjetividades sociales hegemónicas se vincula con la coyuntura de posguerra de mediados del siglo XX. Según esta perspectiva (hegemónica pero no única en los estudios de juventud) en la consolidación del nuevo orden mundial desde la perspectiva occidental capitalista, niños y jóvenes fueron definidos como sujetos de derecho y como sujetos de consumo. Ser joven es, desde ese momento, ser urbano y estar étnicamente des-marcado. Paralelamente, la construcción de aboriginalidad en nuestros países define hegemónicamente a las identidades étnicas como identidades rurales. De allí que las reivindicaciones étnicas en ámbitos urbanos sean sospechadas de carecer de autenticidad. A este supuesto subyacen las teorías de extinción y asimilación indígena que han legitimado la configuración de los estados nacionales en nuestro continente. De este modo, juventud y etnicidad se constituyen como subjetividades irreconciliables. Mientras la juventud se define como una subjetividad urbana orientada hacia el consumo, las subjetividades étnicamente marcadas se ubican en ámbitos rurales y se definen por su capacidad de conservar su cultura. De este modo, consumo y cultura se construyen también como par en oposición. Aquellas articulaciones de agencia que se fundan en ambas categorías –por ejemplo los jóvenes mapuche que participan en procesos de recuperación territorial en la Argentina actual- se ven en la obligación de desafiar estas definiciones hegemónicas.