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En esta ponencia se aborda una trayectoria de colaboración iniciada en 2001 a partir de una preocupación política en el marco del movimiento mapuche. Se trata de la necesidad de desandar uno de los efectos del genocidio indígena en la Patagonia: la alienación de las víctimas en relación a las condiciones de producción de su subalternidad en el presente. En otras palabras, la discriminación estructural y el asimilacionismo como ideología de base de la política estatal estimularon, por más de un siglo, prácticas de des-marcación étnica al punto de que las nuevas generaciones no se reconocían como mapuche en 2001. A partir de ese diagnóstico, comenzó una discusión acerca de cómo trabajar en pos de construir conciencia tanto en relación al racismo de las prácticas estatales asociadas a intereses privados- como en relación a experiencias subjetivas que se explicaban en términos individuales y no como efecto de un proceso colectivo. Esa discusión tuvo como resultado una serie de obras teatrales que apuntaron a trabajar diferentes aspectos de este problema, en cuya producción se tuvieron en cuenta aportes teóricos, metodológicos y etnográficos de la antropología. Nos detenemos aquí en el análisis del proceso de producción y los efectos de una de esas obras, estrenada en el año 2004, Tayiñ Kuify Kvpan [nuestra vieja-antigua ascendencia] que se propuso puntualmente abordar el vínculo con los ancestros desde contextos urbanos del presente. A partir de representar los traslados forzosos que debió realizar la población mapuche luego de la ocupación militar de su territorio, la puesta en escena indaga en el vínculo que se mantiene con los espíritus, así como con el tiempo histórico y sus marcas en el presente. El trabajo teatral fue producto de una investigación en el género discursivo del Nawelnvxam [la historia del tigre] y en relatos de mapuche que vivían en las ciudades.

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