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Los bañados del Saladillo, situados al Este de la provincia de Córdoba (33°23´07´´-33°14´27´´ S y 63°24´42´´-62°44´30´´ O), integran una depresión tectónica mayor (―Curapaligüe-Saladillo‖, Carignano et al., 2014) y, presentan un relieve conformado por paleocanales, abanicos de derrames, bañados y lagunas someras, la mayoría de ellas ubicadas en cubetas de deflación (Santinelli et al., 2020). Constituyen una zona de descarga hidrológica regional que, previo a las canalizaciones de las últimas décadas, estaba principalmente sostenida por el aporte subterráneo (Blarasin et al., 2014) y excedentes hídricos superficiales con baja carga de sedimentos provenientes fundamentalmente del río Cuarto. Mediante canalizaciones, se integraron todas las cuencas comprendidas entre los ríos Tercero y Quinto al sistema Saladillo-Carcarañá-Paraná. Así, los arroyos Chazón y Chucul (Sistema Chazón), el río Cuarto y el canal La Brava ingresan importantes volúmenes de agua/sedimentos al humedal, los cuales desde el año 2000, son conducidos por dos canales mayores (río Cuarto y La Brava) que atraviesan el bañado y cuerpos lagunares hacia una única salida, el río Saladillo. Estas intervenciones desencadenaron severos problemas de drenado y colmatación en el humedal, disminuyendo su capacidad de regulación hídrica, calidad del agua y valor ecológico (Doffo et al., 2021). En esta contribución se presenta un balance preliminar de agua y sedimentos, considerando ingresos/egresos de caudales líquidos (QL: m3/s) y concentración de sedimentos en suspensión (CS: g/L), medidos en tres escenarios hidrológicos: bajo caudal/estiaje (