“Nuevos actores, nuevas prácticas: Los sectores populares durante el proceso revolucionario”

DAVIO, MARISA

San Miguel de Tucumán

Jornada; XI Jornadas Interescuelas Departamentos de Historia; 2007

Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Tucumán

Desde la historiografía política de los últimos años, la cuestión de las milicias y ejércitos como vías de expresión de amplios sectores de la sociedad, ha sido considerada una de las temáticas fundamentales para el análisis de las respuestas o interpretaciones que los actores tienen sobre lo “político”. Ellos, aparecen como uno de los canales donde dichos sectores se ven implicados en contiendas políticas, se informan de los sucesos ocurridos, y se involucran –tanto física como emocionalmente- en las batallas. Como afirma Orestes Cansanello, los milicianos como objeto de estudio tienen un gran interés porque develan más que cualquier otro proceso, el curso seguido por la inclusión de los habitantes en la sociedad. En este mismo sentido, Hilda Sábato supone que, desde la Revolución de Mayo en adelante, las milicias estuvieron involucradas en la vida política y tuvieron participación activa en las elecciones- la obligación de servir a la defensa de su ciudad también significaba el derecho al voto- y en las revoluciones y luchas entre grupos que se dieron tanto en las diferentes provincias como dentro de cada una de ellas. Para el caso entrerriano, Roberto Schmit señala que luego de la Revolución de Mayo de 1810, las milicias y el ejército de línea-en menor medida- se convirtieron en un instrumento central para la resolución y el sostenimiento de la nueva soberanía y de los poderes posrevolucionarios. El poder militar se convirtió en el elemento crucial que acompañó la imposición de los liderazgos políticos, garantizando el orden social, constituyéndose como el principal canal directo que conectó al Estado con todos los habitantes, acercando a los hombres de “toda clase” a los imaginarios postulados por los sectores dirigentes, en un proceso de interacción entre notables y masas rurales. La cultura política, expresada no sólo en el estudio de las instituciones políticas y reglamentaciones formuladas desde el Estado, sino también en las respuestas de los diversos actores que interactúan en el escenario público, a través de las representaciones electorales, manifestaciones u otras formas de expresión que incluyan al sujeto en la “cosa pública”, señala una reorientación del estudio, y a la vez, un interesante camino hacia el conocimiento de los intersticios de poder que aún han quedado analizados en forma parcial. Es la intención de este trabajo, discutir los aportes historiográficos principales que han permitido abordar la corriente historiográfica más cercana al mundo de los actores, con especial atención al objeto de mi investigación, es decir,  hacia los “sectores populares”, quienes adquieren una presencia significativa a partir de la etapa revolucionaria en Tucumán, adquiriendo visibilidad por medio de canales de expresión como las milicias y el ejército de línea. Partimos de la premisa que los sectores en cuestión recibieron diferentes denominaciones de acuerdo al tiempo y al espacio referido. De acuerdo a los postulados de Luis Alberto Romero, nos estaríamos refiriendo a “sectores populares”, reconociendo diferentes terminologías que para ellos, han utilizado los sectores dominantes.