Lenguajes comunes, sentidos en pugna: actuaciones católicas ante las políticas de sexualidad y reproducción en la Argentina actual

KARINA FELITTI

Buenos Aires

Simposio; III Simposio Internacional sobre Religiosidad, Cultura y Poder (III SIRCP del GERE); 2010

GERE, Instituto Ravignani, Facultad de Filosofía y Letras, UBA

Desde hace algunas décadas la defensa de la vida se ha vuelto una preocupación creciente, al menos en el terreno discursivo, por parte de distintos estados y también, para la Iglesia Católica. Menos preocupada por el hambre en el mundo y la desigual distribución de la riqueza, como supieron estar muchos de sus miembros más comprometidos e incluso la jerarquía Vaticana en los años sesenta, la vida que más fuertemente se defiende es la del no nacido o incluso de quién tiene posibilidades de vida muy limitadas, es decir, la lucha se libra contra el aborto y la eutanasia. La defensa de la vida humana desde la concepción y de los derechos de la infancia a vivir en una familia conformada por un padre y una madre unidos en matrimonio, depositarios de los derechos de patria potestad, han sido desde la recuperación democrática consignas de referencia e identificación de la jerarquía católica y muchos de sus más fieles seguidores. En esta clave han reaccionado ante el progresivo avance estatal en el diseño e implementación de políticas públicas que hacen a la vida privada e íntima de la ciudadanía (divorcio, anticoncepción, educación sexual, unión civil) y los debates actuales sobre cuestiones que implicarían la ampliación de los derechos sexuales y reproductivos ya vigentes (aborto, matrimonio entre personas del mismo sexo y el consiguiente derecho de adopción).   Esta ponencia analiza las formas de intervención de la jerarquía de la Iglesia católica y de otras agrupaciones de la sociedad civil de pertenencia católica ante la progresiva inclusión de los derechos sexuales y reproductivos en la agenda estatal de los últimos años. A su vez, propone un contraste entre lo que estos discursos sostienen y lo que gran parte de la feligresía y otros miembros del clero asumen en sus prácticas cotidianas, intentado así mostrar las tensiones y la complejidad que implica analizar la posición de la Iglesia católica sin caer en miradas totalizadoras. El discurso de los derechos humanos constituye el sustrato común de estas disputas políticas que son también pugnas de sentidos. Propongo entonces visibilizar las herramientas que la Iglesia católica utiliza en estas campañas y los modos en que estos sustratos de sentido se vinculan con los que utiliza el activismo feminista y de diversidad sexual. Si ya no podemos abstraernos del lenguaje de derechos es hora de precisar cómo se sostienen discursos de apariencia común pero de consecuencias tan diferentes.