INVESTIGADORES
LEMA Veronica Soledad
libros
Título:
Avances y desafíos metodológicos en arqueobotánica: miradas consensuadas y diálogos compartidos desde Sudamérica.
Autor/es:
CAROLINA BELMAR; LEMA VERONICA
Editorial:
Universidad del SEK
Referencias:
Lugar: Santiago; Año: 2015 p. 690
ISSN:
978-956-7137-82-4
Resumen:
En los últimos años, los estudios arqueobotánicos y/o paleoetnobotánicos se han integrado como ejes importantes en las investigaciones arqueológicas, ofreciendo destacadas contribuciones al entendimiento de las sociedades pasadas en Sudamérica. Estos estudios han tenido un crecimiento exponencial, con numerosos profesionales tanto en formación como abocados a su ejercicio, procedentes de diversas disciplinas y formaciones de base. Esta situación se refleja en la diversificación de problemáticas a resolver y la concomitante sumatoria de especialidades y múltiples líneas de evidencia que se están explorando actualmente en la región. Dicho desarrollo se ha hecho visible en simposios y seminarios -dentro del marco mayor de encuentros académicos en ciencias antropológicas o naturales, en arqueología o botánica- que son cada vez más frecuentes en algunos países sudamericanos, y cuyo diseño responde a la necesidad de presentar y discutir los logros de esta corriente de investigación y sus líneas de aplicación, cada vez más numerosas. Lejos ya de brindar sólo una lista de especies, la arqueobotánica se presenta hoy como un ejercicio de investigación transdisciplinario que aporta a múltiples debates y problemáticas en arqueología. Asimismo, quienes se han enfocado en su estudio ya no son exclusivamente colaboradores de un equipo, sino investigadores a cargo de proyectos, habiéndose producido una traslación del ejercicio profesional de esta disciplina desde la periferia a lugares más centrales en el ámbito arqueológico. Este panorama, sin embargo, no es unívoco para la totalidad de los países sudamericanos, habiendo situaciones muy distintas en lo que respecta al lugar que ocupa la arqueobotánica. Esto último, ha resultado particularmente visible ante un proceso de crecimiento y madurez profesional que lleva a procurar un intercambio cada vez mayor de información a nivel regional, dada la convergencia y complejidad de temas. Por lo tanto, la necesidad de unificar y compartir criterios en cuanto a metodologías y prácticas, comenzó a hacerse presente de manera recurrente al notarse discrepancias en cuanto al ejercicio de la investigación entre países vecinos -como Argentina, Bolivia, Chile y Perú por ejemplo- que, al compartir procesos sociales, históricos y ambientales en común, se veían aún más urgidos por establecer vínculos de comunicación y colaboración, con bases y lenguajes comunes que permitieran la comparación y contrastación de información en un intercambio fluido. Fue a partir del reconocimiento de esta carencia y de que la misma era, cada vez más, una necesidad, que se comenzó a gestar la idea de realizar un encuentro de alcance regional entre arqueobotánicos, a fin de debatir dificultades o discrepancias a nivel metodológico que se nos presentaba como impedimentos para avanzar y crecer en el plano interpretativo. Acerca del taller El surgimiento de nuevas interrogantes en el seno de la arqueobotánica y la participación más activa de profesionales vinculados a la misma en la resolución de un número creciente de problemáticas arqueológicas llevó, en los últimos años, a avances metodológicos y técnicos para abordar estos temas, incorporando y combinando diferentes líneas de análisis y clases de evidencia a considerar. El deseo y la necesidad de dar respuesta a problemáticas complejas, junto a la relevancia que esto posee en toda disciplina académica en crecimiento, trajo aparejado una ausencia de exposición y debate en profundidad de los métodos y técnicas que se estaban empleando y el cómo se estaban aplicando para la construcción y validación de argumentos sobre procesos del pasado. Esto derivó muchas veces en que no se pudiera avanzar en el aspecto interpretativo de un tema de investigación durante un encuentro académico abocado al mismo, ya que surgían interrogantes acerca del modo en que se había construido lo que se consideraba dato, evidencia o prueba para sustentar una propuesta. Situaciones como estas fueron las que llevaron a reconocer la necesidad de generar un espacio de encuentro entre arqueobotánicos para debatir aspectos metodológicos y técnicos del quehacer y que el mismo tuviera modalidad de taller para dar lugar a opiniones, propuestas y generar nuevas líneas de colaboración, sobre todo a nivel regional. En agosto de 2012 esta necesidad se materializó en el taller Los estudios arqueobotánicos en Suramérica: problemas y actualizaciones, realizado en la ciudad de Santiago de Chile, en las instalaciones de la Universidad Internacional del SEK. El taller fue organizado por las editoras de este libro y contó con el apoyo financiero de The Wenner Gren Foundation, lo cual posibilitó la asistencia de representantes de los diversos países sudamericanos donde hay desarrollo de la arqueobotánica, un aspecto que era crucial para que el taller lograra su cometido. El objetivo del encuentro fue crear un espacio donde los investigadores que se desempeñan en el campo de la arqueobotánica en Suramérica pudieran plantear y discutir problemas metodológicos y técnicos usuales en esta disciplina y compartidos entre los países convocados. La propuesta apuntó a una puesta en común de dichos aspectos, los cuales se debaten y resuelven, generalmente, a nivel local o al interior de los grupos de investigación, siendo escasamente planteados en encuentros académicos. Esta situación redunda en la dificultad para compatibilizar trabajos desarrollados por equipos de investigación diferentes, que versan sobre problemáticas compartidas o afines, pero parten de bases técnicas y de métodos distintos. Considerábamos que el reflejo de esto es la notoria carencia de estudios regionales en la arqueobotánica sudamericana, lo cual es particularmente preocupante si se considera la extensión territorial que tuvieron las sociedades prehispánicas en el área, vinculando en el pasado regiones que actualmente son investigadas por equipos diferentes, pertenecientes en muchos casos a distintos países. Fue así que procuramos crear las condiciones adecuadas de participación, infraestructura y organización con el fin de estimular el diálogo, el intercambio de experiencias y llegar a un lenguaje común o compartido dentro de la comunidad científica, con respecto a las diferentes opciones y direcciones que pueden adoptarse en relación a los métodos y técnicas utilizadas en el tratamiento de restos arqueobotánicos en la región sudamericana, y cómo podían generarse los tan necesarios canales de colaboración, intercambio de información e interconsulta. Decidimos estructurar el taller en torno a cinco mesas temáticas que representaran las principales líneas de investigación en arqueobotánica: carporrestos, microrrestos vegetales, maderas-antracología- monocotiledóneas; colección de referencia y estudio actualísticos: etnobotánica-etnoarqueología-experimentación. Estos agrupamientos se usaron como criterio para ordenar el encuentro, ya que poseen ciertas particularidades técnicas y metodológicas. Los contenidos y ejes de cada mesa fueron propuestos por los coordinadores y, a partir de los mismos, se realizó la convocatoria para la presentación de trabajos. Lejos del formato expositivo de resultados exclusivamente positivos en función de lo esperado, la propuesta era dejar mayor espacio al debate que a las presentaciones y la invitación consistió en que los participantes expusieran casos que reflejaran investigaciones en distintas estancias de desarrollo, destacando avances técnico metodológicos en la resolución de problemas, el modo en que se logró superar obstáculos y la presencia de aspectos no resueltos, dificultades que no se pudieron sortear o que aún generaran dudas al equipo, o bien, que relativizaran el alcance de los resultados obtenidos al pensar su aplicación a nivel regional. Las mesas temáticas se desarrollaron a lo largo de una semana sin superposición entre sí, lo cual posibilitó la participación de todos los asistentes a las mismas. Cada día había una sesión matutina de presentación de trabajos y debates y por la tarde una sesión de laboratorio para observar material ?moderno y arqueológico, aportado por los mismos asistentes al taller- y compartir criterios, dudas y opiniones con los colegas, teniendo el resto vegetal bajo la lupa o el microscopio. Todas las sesiones fueron grabadas ya que, al tener el encuentro un formato de taller, los debates e intercambios de opiniones entre colegas resultaba una parte esencial del mismo a registrar. El taller superó nuestras expectativas al reunir a colegas de once países: Argentina, Bélgica, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, Perú, Uruguay y Estados Unidos de Norteamérica. Los asistentes sumaron un total de cincuenta y cinco, entre investigadores de trayectoria, investigadores jóvenes, tesistas y estudiantes de grado. Durante una semana, el esfuerzo conjunto se orientó a tratar diversos problemas metodológicos comunes a los arqueobotánicos de los países convocados, que fueron abordados con la exposición de casos concretos y con trabajos prácticos en laboratorio. La finalidad originalmente propuesta de discutir los problemas abiertamente e intentar llegar a posibles respuestas, consensos y/o proyectos de colaboración, fundamentales y de necesidad urgente dado que la metodología de análisis constituye la base de toda investigación científica, fue cumplida con creces. A lo largo de la semana hubo un reconocimiento común de que la falta de comunicación e intercambio en estos aspectos redunda en la generación de trabajos difíciles de comparar entre sí al poseer bases técnicas y metodológicas muy disímiles, o no explicitadas. El taller generó un espacio de discusión y puesta al día no sólo de problemáticas metodológicas, sino también de otros aspectos que hacen al ejercicio de la arqueobotánica y las particularidades que su carácter transdisciplinario le otorga. Los intercambios se dieron en una atmósfera de diálogo y exposición de experiencias referidas a logros y dudas en aspectos mucho más diversos y abarcativos que los originalmente propuestos por nosotras. Esta ampliación de horizontes y la participación totalmente ecuánime entre profesionales de diversas trayectorias, edades y experiencias fue el principal logro del taller y se lo debemos a quienes asistieron y llevaron, cada día, la mejor de las predisposiciones. El taller contó también con dos conferencias abiertas al público, una a cargo del Dr. Jack Rossen titulada Explorando nuevas dimensiones en el análisis de los restos arqueológicos de las planta, y otra a cargo de la Dra. Christine Hastorf cuyo nombre fue Agricultura y Comida en el Formativo del Lago Titicaca y tuvo lugar en el Museo Vicuña Mackenna. Ambas fueron de carácter abierto y contaron con la asistencia de un público numeroso que muestra el interés creciente que la arqueobotánica genera más allá de quienes se dedican, o se están formando, en ella. Acerca de la edición de este libro. Una primer idea acerca del formato que tendría este libro fue debatida durante el plenario final del taller, allí se acordó que los trabajos presentados fueran luego modificados por los autores en función de los intercambios de ideas que surgieron tras su exposición y evaluados por dos pares, uno que haya estado presente en el taller y otro externo al mismo, sumándose luego correcciones y sugerencias de las editoras. Esto hace que los trabajos que el lector de este libro tiene a su disposición reflejen todas estas instancias, lo cual implica, no sólo un gran trabajo por parte de los autores, sino también reconocer el valor que los encuentros académicos poseen como base para la generación de un libro. Es en este sentido que se optó por mantener la estructura que tuvo el taller, y presentamos en la sección precedente, ya que habilita a quienes no estuvieron allí presentes, entender cuál fue la propuesta original nuestra y de los coordinadores de mesa, y cómo la misma se fue modificando, matizando y ampliando a partir de la activa participación de los asistentes. De esta manera pretendimos mostrar la manera en la cual el contenido se fue co-construyendo, dando espacio a la multivocalidad que caracterizó y enriqueció al taller y a todos los que en él participaron. Gracias a la colaboración entusiasta y al trabajo realizado por los miembros del Comité Editorial, contamos en el libro con las transcripciones y su revisión. También los coordinadores de mesa redactaron la introducción a cada una analizando cómo su propuesta original siguió diversos derroteros a lo largo del taller y derivó finalmente en el contenido de este libro. El libro incluye la transcripción de la conferencia del Dr. Jack Rossen y un escrito a cargo de las doctoras María Teresa Planella y Aylen Capparelli donde ofrecen al lector una mirada retrospectiva a diecinueve años del primer taller de arqueobotánica que el Dr. Rossen dio en Chile, país donde tuvo lugar el taller, y cómo ha crecido la arqueobotánica en la región a partir de entonces. Dado que el libro no ofrece una crónica detallada del taller, creemos que son necesarias algunas aclaraciones preliminares para el lector del mismo, sobre todo en lo que respecta a la sección de transcripciones. Las transcripciones de los debates que se dieron en cada mesa, fueron revisadas por las personas que figuran en las mismas a fin, no solo de autorizar su publicación, sino también para editar expresiones que al ser pasadas al formato escrito, se hacen de difícil entendimiento, es por ello que el lector verá algunas aclaraciones como nota al pie. Las modificaciones, aclaraciones y supresión de expresiones fueron realizadas en todos los casos sin alterar el contenido original de las conversaciones por lo cual, si bien el lector tiene ante si transcripciones editadas, posee un reflejo fiel de los debates que tuvieron lugar en el encuentro. En este sentido debe tenerse en cuenta también que los intercambios de opinión se dieron en base a la presentación original de los trabajos y no a las versiones que se publican en este libro las cuales, como ya se aclaró, se encuentran modificadas a partir de los comentarios que generaron a disposición del lector gracias a las transcripciones- al igual que tras las evaluaciones. De allí que algunos aspectos que se comentaron durante el taller cobran sentido en función de que surgieron tras las presentaciones originales y que algunos títulos hayan sido cambiados de la ponencia a la publicación. Asimismo, algunas presentaciones no resultaron en trabajos publicados en el libro, por lo cual el entendimiento de algunos aspectos del debate puede tornarse difícil de seguir por momentos, si bien no dejan de abarcar aspectos que son de sumo interés. También hay referencias a temáticas que se trataron durante las sesiones de la tarde de trabajo en laboratorio, cuya particular dinámica de diálogo entre grupos de dos o tres personas alrededor de muestras montadas en porta objetos, restos bajo lupas, herbarios y fotos, no permitió su registro para su posterior transcripción. Asimismo, el lector verá la indicación de fallas de audio e intervenciones que quedaron lamentablemente como anónimas, que son propias de una transcripción. También se incluyeron intervenciones del auditorio manteniendo cierta ?teatralidad? en la escritura a fin de reflejar la dinámica de los intercambios entre participantes, desde los aspectos más profundos de debate, hasta los más relajados de risa e informalidad. Por lo tanto, invitamos a los lectores de este libro a que consideren las diferencias que revisten los trabajos de investigación versus las transcripciones de intercambios de opinión y que se predispongan a la lectura de unos y otras de manera acorde al carácter que cada una reviste. En la sección de transcripciones el lector encontrará también tres presentaciones orales, una a cargo de María Eugenia Solari de Chile, otra de Felipe Trabanino de Guatemala y, una última, de Gabriela Bertone y Jessica Li Jing Na de Perú, que se propusieron durante el taller y resultaron de sumo interés para contar con información acerca de las investigaciones que se están llevando a cabo en estos países por parte de investigadores y equipos locales. Creemos que el libro ofrece trabajos y debates interesantes no sólo para quienes hacen arqueobotánica o están interesados en hacerlo en países de Sudamérica, sino también para arqueobotánicos en general y para arqueólogos que interactúan con arqueobotánicos o tienen intereses de investigación que involucran el empleo de plantas en el pasado y los múltiples aspectos que pueden abarcarse a partir de ello. Esperamos que este libro cumpla con nuestro objetivo de presentar trabajos, propuestas y debates útiles para entender la manera en la cual se presentan los datos vinculados a las plantas en el pasado y cómo trabaja un arqueobotánico, cuáles son los desafíos que debe afrontar en el campo y en el laboratorio y cómo los resuelve en tanto poseen particularidades que tienen que ver con su formación de base, su devenir posterior dentro del ámbito de estudios arqueobotánicos de diversa índole y sus particulares inclinaciones como investigador y como individuo.