Filosofía y crisis. Una relación de mapas y territorios

MARTÍN PRIETO

CABA

Jornada; II Jornadas nacionales e internacionales de becaries y posdoctorales en filosofía; 2020

LICH-UNSAM

Este trabajo gira alrededor de una inquietud profesional general: cómo ganar un rol operativo en la discusión pública para la práctica filosófica personal, cómo y dónde presentar el pensamiento filosófico de modo que pueda mezclarse en la práctica de otrxs de manera más fluida, relevante y transformadora. Este interrogante tiene muchos aspectos y es susceptible a muchos puntos de partida, por lo que tal vez sea importante pensarlo y adaptarlo continuamente. En contexto de pandemia y aislamiento esta inquietud se vuelve un poco más aguda y su resolución más difícil. Por un lado, en términos de formato, la práctica filosófica está más confinada que de costumbre a ser expresada y circulada de manera escrita o verbalizada, lo cual supone una limitación. Por otro lado, en términos del tipo de aporte, surge el desafío de cómo volver práctico el orden intelectual de la filosofía (niveles de análisis de alto orden, evidencias indirectas, relaciones no lineales, resoluciones lentas) para un momento de crisis y urgencias. Este último aspecto es el que propongo tratar específicamente. Para ello presento un recorrido de ángulos y herramientas conceptuales que me fui planteando para intentar afinar la práctica, que se enfatizan según tres puntos.1) Un ángulo histórico para la acción filosófica es la relación entre acción personal y acción colectiva, y en conexión a esto, el de la producción de la razón pública, el espacio recíproco donde se dan conflictos estratégicos en el uso del pensamiento. Muchas ideas distintas existen al respecto de cuál puede ser el rol de la filosofía en este punto (axiomatizador, regulador, crítico, deconstructivo, etc). Una metáfora que considero útil para pensar un balance de oportunidades y límites para una intervención filosófica en este punto es la de la cartografía. Voy a desarrollar los aspectos de esta metáfora, y mencionar algunas herramientas que pueden resultar adecuadas para potenciarla.2) Otro punto tiene que ver con la premisa de que no cualquier idea o enfoque funciona igual en cualquier escala y contexto. En relación a esto, se hará una distinción entre dos tipos de territorio, normalidad y crisis. Esta distinción implica calibraciones necesarias en las herramientas de cartografiado porque supone que orientarse en situaciones de crisis es distinto de orientarse en situaciones de normalidad. Se comentará al respecto de cómo pueden caracterizarse sus diferencias y de qué manera el pensamiento es sensible a estas dinámicas. 3) Por último propongo algunos ejemplos de cómo se podrían armar mapas filosóficos para tiempos de crisis, a partir de algunos intentos personales de traducir mis temas de investigación y herramientas de análisis a una cartografía de relaciones entre pensamiento personal y pensamiento colectivo en pandemia.