Apuntes sobre la formación de investigadores en el campo de la política educativa en América Latina

GOROSTIAGA, JORGE M.

Paraná

Congreso; XIV Congresso Nacional de Educação EDUCERE; 2019

Esta ponencia aporta algunas reflexiones sobre la problemática de la formación de investigadores en el campo de la política educativa en América Latina. Se presentan algunas consideraciones sobre la política educativa como campo teórico; para luego discutir la situación actual de la investigación sobre política educativa en la región, enmarcándola en las condiciones generales de trabajo académico y de la producción de conocimiento sobre educación en particular; por último, se desarrollan algunas ideas en torno a un posible modelo de formación.La producción de conocimiento sobre política educativa participa de la forma en que se ha estructurado, a nivel mundial y en la región, el campo de la investigación educativa. El surgimiento y el desarrollo histórico de la producción de conocimientos sobre educación están determinados tanto por su búsqueda de legitimarse como saber científico como por orientar y justificar prácticas pedagógicas y políticas públicas. Todavía más, la investigación educativa se estructura en buena medida a partir de las demandas del poder estatal (Palamidessi, Gorostiaga & Suasnábar, 2014), aun cuando actualmente también juegan un rol importante las agendas de organismos internacionales y actores de la sociedad civil, además de intereses puramente académicos. A diferencia de campos como el de la sociología o la antropología de la educación, el campo de la política educativa no se nutre sólo o principalmente de una disciplina madre. La interdiscipliariedad del campo teórico de la política educativa (Paviglianiti, 1996; Mainardes, 2015) implica la aplicación también de enfoques y herramientas de la sociología política, la antropología, la economía y la educación comparada/internacional. Al mismo tiempo, se trata de un campo fragmentado epistemológica y teóricamente, que permite hablar de las ?epistemologías? de la política educativa (Tello, 2013),El campo de la investigación educativa en la región, incluyendo al área de la política educativa, ha tenido una fuerte expansión desde principios de la década de 1990, asociada al crecimiento de los programas de posgrado y de las actividades de investigación científica (Gorostiaga, Tello & Isola, 2012). Si bien el panorama entre 2000 y 2015 supone un mejoramiento general en las condiciones para realizar investigación ?con diferencias importantes de acuerdo al contexto de cada nación?persisten en muchos países de la región dificultades que se traducen en relativamente pocas personas con dedicación completa, escasos recursos, y bajos niveles de internacionalización en la investigación. En educación, en particular, el campo profesional y la gestión pública continúan teniendo un peso mucho mayor, en la mayoría de nuestros países, que el trabajo académico. Dentro de este contexto general, la investigación sobre política educativa en América Latina se caracteriza por el predominio de un enfoque profesionalista en las carreras de ciencias de la educación o pedagogía, instancias débiles de debate académico, insuficiente reflexión epistemológica y desarrollo teórico-metodológico, y relativa ausencia de programas de investigación consolidados a nivel institucional o nacional.A partir del planteo de algunos elementos posibles de un modelo de formación y teniendo en cuenta preocupaciones sobre la formación doctoral y la preparación de investigadores que han cobrado recientemente cierto relieve a nivel mundial y regional (Fernández Fastuca & Wainerman, 2015; Halse & Malfroy, 2010), se pueden identificar una serie de desafíos que interpelan directamente a las comunidades de investigadores del campo académico de la política educativa. Uno de los principales es el fortalecimiento de la reflexión epistemológica y del desarrollo teórico-metodológico, respondiendo a las problemáticas regionales y a las específicas de cada país, y en diálogo con las comunidades académicas a nivel internacional. Este fortalecimiento resulta fundamental para desarrollar un modelo de formación que exponga a aquellos que aspiran a realizar actividades de investigación a los principales debates teórico-metodológicos que se han dado históricamente y a los que existen en la actualidad; que promueva el análisis tanto de los supuestos epistemológicos de una diversidad de enfoques de producción de conocimiento como de los procesos sociales dentro de los que se enmarcan las políticas educativas; y que los forme a través de su participación activa dentro de proyectos y de grupos de investigación. También resulta de importancia la reflexión, dentro de los equipos de investigación y en las instancias formales de formación, sobre cuestiones éticas que afectan al propio proceso de formación y a aspectos más generales de las condiciones actuales de producción de investigación académica.