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Introducción: La actual pandemia de COVID-19 no tiene precedentes. Hasta que se desarrollaran vacunas efectivas, las medidas sanitarias restrictivas eran el recurso fundamental para contener la propagación de la enfermedad y disminuir la mortalidad; sin embargo, estas medidas pueden tener efectos indeseados sobre el estado de salud mental (ESM). Objetivos: Presentar una breve síntesis de las investigaciones realizadas, desde el Laboratorio de Psicología del IIPsi-UNC-CONICET, sobre salud mental en diferentes grupos poblacionales durante la cuarentena establecida en Argentina en respuesta a la pandemia de COVID-19.Metodología: Presentaremos una síntesis de estudios transversales realizados en población general, en mujeres y en estudiantes universitarios, y de estudios longitudinales (dos medidas repetidas) realizados en estudiantes universitarios y en personal sanitario. Medimos indicadores de ESM general (malestar psicológico general, distrés psicológico) y específico (depresión, ansiedad, riesgo suicida, consecuencias negativas del consumo de alcohol) y rasgos de impulsividad. Excepto en personal sanitario, en los demás estudios los análisis de los indicadores del ESM los realizamos por sub-períodos de la cuarentena.Resultados: Tanto en los estudios transversales como en los longitudinales, el sexo (mujer), la edad más joven y el historial de trastornos mentales se asociaron a peor ESM. Análisis transversales: En población general (N = 1100), la depresión empeoró a mayor duración de los sub-períodos de cuarentena. La ansiedad, al igual que el riesgo suicida, siguió parcialmente este patrón, con puntuaciones medias que aumentaron desde la primera hacia la segunda/tercera extensión de la cuarentena, pero luego se mantuvieron relativamente constantes hacia la cuarta extensión. En mujeres (N = 5013), las puntuaciones medias de todos los indicadores generales del ESM fueron significativamente peores durante los sub-períodos de cuarentena más largos (hasta 53, 68 y 80 días de duración) que durante los sub-períodos más cortos (hasta 7, 13 y 25 días de duración). En estudiantes universitarios (N = 2687) hallamos resultados similares. Análisis longitudinales: En estudiantes universitarios (N > 1000), los síntomas de depresión, ansiedad y riesgo suicida se mantuvieron constantes, pero en niveles muy elevados, durante los sub-períodos más restrictivos de la cuarentena, mientras que, en períodos menos restrictivos mostraron una disminución, aunque con tamaños de efecto pequeños. El riesgo suicida afectó ampliamente a los estudiantes universitarios durante las cuarentenas prolongadas, tanto a aquellos que tenían antecedentes de conductas suicidas, como a aquellos que no los tenían. En personal sanitario, el desempeño laboral autopercibido se deterioró a lo largo del tiempo. De la primera a la segunda medición (a los cuatro meses), hubo un deterioro significativo del ESM en aquellos que tenían incertidumbre acerca de si habían resultado infectados con COVID-19, sea que estuvieran asintomáticos (mayor malestar general y distrés psicológico) o bien sintomáticos (mayor malestar general). Discusión: La cuarentena tiene impactos negativos en el ESM y su duración es un aspecto relevante al medir dicho impacto. Es necesario brindar especial atención a los grupos vulnerables (jóvenes, mujeres y personas con antecedentes de trastornos mentales). En personal sanitario, la incertidumbre acerca del contagio es un factor modificable que impacta negativamente en el ESM.