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Desde hace ya varios años, es notorio cómo la época va privilegiando el individualismo sustentado en una promoción del Yo. El bienestar prometido por el capitalismo consiste hoy en un supuesto placer pleno a alcanzar mediante toda una oferta de formas de vida homogeneizadas y listas para ser consumidas. En este sentido, la irrupción de la pandemia ha acentuado dos manifestaciones del malestar en la cultura actual: la sensación de insuficiencia y el desinterés de las nuevas generaciones. Ante el sufrimiento moderno, la sociedad se ha vuelto terapéutica. Hoy, a la vez que cualquier producto o actividad puede volverse una adicción, también cualquier cosa es susceptible de ser tomada como terapéutica ¿Ante esta oferta, pero sobre todo ante la demanda terapéutica, cómo respondemos desde el psicoanálisis?, ¿Cómo nos orientamos por su ética?. A partir de estos y otros interrogantes, nuestra investigación definió las siguientes categorías de análisis: 1. segregación y extimidad, 2. políticas públicas y salud mental, 3. rechazo de lo femenino, 4. Ética y Psicoanálisis. Cada uno de estos aspectos, en su convergencia dialógica, nos posibilitará realizar lecturas aproximativas sobre la época actual y las recientes contingencias asociadas a la pandemia, que han afectado la vida de la población a escala global.