CIITED   26768
CENTRO INTERDISCIPLINARIO DE INVESTIGACIONES EN TECNOLOGIAS Y DESARROLLO SOCIAL PARA EL NOA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Promoción industrial en Jujuy. Consideraciones en torno a su surgimiento (1914-1930)
Autor/es:
MARIANA BERNASCONI
Lugar:
San Salvador de Jujuy
Reunión:
Jornada; II Jornadas interdisciplinarias sobre tecnología y desarrollo social; 2018
Institución organizadora:
Centro Interdisciplinario de Investigaciones en Tecnologías y Desarrollo Social para el NOA-CONICET_UNJu
Resumen:
Considerando que el desarrollo comprende varias dimensiones a las que se le asignan diferentes prioridades, según el contexto histórico y espacial y de acuerdo a las metas a las que cada sociedad aspira alcanzar (Bifani, 1997), la industrialización como parte de este proceso puede ocupar un orden subalterno, o ni siquiera presentarse como un fin, dependiendo del momento y de la sociedad de los que se trate. Sin embargo, en Jujuy así como en el ámbito nacional, la convicción de que el crecimiento de la industria es un requisito necesario para alcanzar el desarrollo ha provocado una tendencia a la constante implementación de políticas tendientes a consolidar el sector (Schvarzer, 1987). Se argumenta que el desarrollo industrial constituye una condición del desarrollo en su sentido más amplio, puesto que resulta decisivo en términos de crecimiento, empleo, innovación tecnológica, integración y diversificación de la estructura económica y distribución del ingreso, (Ortiz & Schorr, 2009); además de que la industria tiende a ser caracterizada como la portadora por excelencia de las transformaciones que el avance de la ciencia y la tecnología incorpora en la actividad económica y social, cuyo impulso implica, a su vez, el desarrollo de sectores sociales, instituciones y políticas, así como reconfiguraciones del espacio que afectan la dinámica de una sociedad (Rougier, 2016). También suele impulsarse la implementación de planes de fomento a las radicaciones fabriles en el interior de los países con el fin de morigerar o compensar las imperfecciones de mercado, las externalidades y/o las deseconomías de localización que conspiran contra el desarrollo industrial de parte sustantiva del territorio nacional, para lo cual se puede conceder, con distinto énfasis, incentivos arancelarios, financieros, tributarios y diversas formas de subvenciones tendientes a, por lo menos, aminorar los ostensibles desequilibrios territoriales y conseguir el asentamiento de establecimientos manufactureros en territorios que las libres fuerzas del mercado no logran promover por sí solas.En el caso específico de Jujuy, la provincia ha sido pionera en la formulación de políticas públicas tendientes a atraer la radicación de industrias a su territorio, bajo el entendimiento de que la diversificación y el incremento de la actividad productiva y la creación de una mayor cantidad de puestos de trabajo eran necesarios en la búsqueda del desarrollo. Así, desde el año 1918, sucesivos planes locales de industrialización han sido diseñados para tales propósitos, sucediéndose uno tras otro de manera prácticamente ininterrumpida a lo largo de un siglo. En los estudios sobre la industria argentina, una tesis plantea que es el carácter tardío del proceso de industrialización local lo que ha inducido a sucesivos gobiernos a suponer que era necesaria una legislación de fomento y protección a esa actividad, incentivo que, se supone, permite la implantación y el gradual desarrollo de industrias domésticas, presentes en otras latitudes del mundo pero ausentes en el territorio argentino (Katz & Kosacoff, 1989). Pero existe también consenso en la historiografía en cuanto a que el origen de la industria moderna en la Argentina provino del impulso generado por la exitosa inserción agroexportadora del período 1880-1930, producto del incremento del ingreso nacional y de la demanda del mercado doméstico, condiciones necesarias para el surgimiento del sector manufacturero que se sumaron a factores secundarios que determinaron el despegue de la industria en nuestro país.En consecuencia, la legislación de fomento a nivel nacional, puesta en marcha a partir de la década de 1940, no se habría implementado con el propósito de dar impulso al sector fabril sino más bien en pos de conseguir un proceso de industrialización completo, pues el sector manufacturero argentino ya había conseguido cierto dinamismo aunque se encontraba acotado al sector textil, el de alimentos y aquellos relacionados a la industria liviana, principalmente. Si la legislación de fomento y protección a la industria en el ámbito nacional tuvo lugar una vez que el sector ya había dado sus primeros pasos, en Jujuy tales iniciativas promocionales encontraron cabida ante el retraso de un despegue similar. En rigor, la primera muestra de impulso fabril de la provincia del Norte fue lanzada en los últimos años de la década de 1910 a través de las leyes N° 360 y 361, momento en el cual no sólo la bonanza que experimentó el litoral del país durante el auge del modelo agroexportador argentino no había encontrado anclaje en el territorio más que en una actividad específica sino que, además, la industria ocupaba un lugar marginal en la economía local. En base a lo expresado, el objetivo principal de este trabajo consiste en describir el contexto en el cual la provincia de Jujuy implementó las primeras políticas de promoción a la industria con el fin de reflexionar acerca de los elementos que podrían haber influido en la decisión de trazar un plan de fomento al sector fabril en el territorio local. Con este propósito indagaremos en los fundamentos de las leyes precursoras, en publicaciones periodísticas y académicas de la época y en fuentes estadísticas que permitan reconstruir el contexto de justificación de estas acciones de fomento, lo que se complementará con el nutrido caudal bibliográfico sobre la cuestión industrial argentina. El escaso desarrollo del sector fabril en la provincia en contraposición a la industrialización que estaba teniendo lugar de manera concentrada en la región pampeana; la ausencia del éxito agroexportador en gran parte del territorio local, restringido únicamente a la actividad azucarera que logró acompañar a la más dinámica región del país mediante la colocación de sus productos en el mercado interno en expansión; la cuestión de la dependencia del Estado provincial con respecto a esta actividad específica; las situaciones coyunturales que coadyuvaron a reabrir los debates sobre el modelo de desarrollo más conveniente para la Argentina; y, finalmente, una gran cuota ideológica de los representantes políticos locales, serán las principales líneas a analizar en este trabajo.