Humanas, demasiado humanas. Creencias religiosas, escepticismo y heterodoxia en los Essais de Montaigne

MANUEL TIZZIANI

Rosario

Simposio; III Simposio "Fuentes y figuras del Renacimiento"; 2018

Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario

"Propongo estas fantasías humanas y mías, simplemente como fantasías humanas, no como decretadas y reguladas por mandato celestial? lo que pienso por mí mismo, no lo que creo según Dios" (I, 56). He allí, según Telma Birchal, "la expresión de un pensamiento indiscutiblemente laico", el cual también podría verse condensado en otra afamada frase de la Apología de Ramón Sibiuda: "Somos cristianos por la misma razón que somos perigordinos o alemanes" (II, 12). A partir de estas dos consideraciones de Montaigne, nuestra intención es la de ofrecer algunas reflexiones sobre la posición asumida por el autor de los Essais frente a la religión. Más en particular, no sólo intentaremos indicar qué valor de verdad poseen, según su mirada, las creencias religiosas, sino también cuál es la función y la importancia que ellas tienen en la vida política. Según creemos, Montaigne echó mano de algunos elementos que le ofrecía el pirronismo para dejar en evidencia el carácter humano, circunstancial y contingente de dichas creencias, al tiempo que ofreció una valoración positiva de su utilidad práctica. Ambivalencia con la que inició un camino de reflexión en el que la heterodoxia y la incredulidad se revelarán, poco a poco, como un corolario casi inevitable. En una palabra, al desacralizar estas creencias (humanas, demasiado humanas), y al enfatizar la eficacia que ellas poseen a la hora de mantener en pie un determinado tipo de orden social, Montaigne también sembró "la semilla de una materia más rica y más audaz" (I, 39), abriendo paso a algunas de las más agudas críticas antirreligiosas que tendrán lugar entre los siglos XVII y XVIII.