IHUCSO LITORAL   26025
INSTITUTO DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES DEL LITORAL
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Alain Robbe-Grillet y la estética del mal. Una experiencia sobre los límites
Autor/es:
BRUNO GROSSI
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Encuentro; VIII Encuentro de Investigadores ?La modernidad estética como objeto de tesis: conceptos, perspectivas, disputas?; 2018
Institución organizadora:
UNC
Resumen:
No sucede a menudo, pero cada tanto el vértigo de una frase o la violencia de una imagen nos arrebata, nos descentra, nos pervierte. La Ley, la Doxa y la Ciencia ?decía Roland Barthes? no quieren entender que la perversión nos hace felices, ni mucho menos aceptar que produce una clase de saber (1975:91). Quizás hacen bien. Quizás comprenden demasiado bien que, por ejemplo, el fervor ante una obra de arte y la construcción racional de la vida se oponen entre sí. El arte es una experiencia extática y ese éxtasis niega todo proyecto para conservar, preservar, reproducir la vida. Pero sin el proyecto, sin ninguna instancia que funcione de ley, todo éxtasis estaría condenado a su mera repetición individual. La ciencia literaria reconoce el fervor extático pero se desentiende de él, marginándolo a la vida privada del académico. El éxtasis es la afirmación máxima de la soberanía, pero en el mismo acto pareciera prescindir de todo momento social, colectivo, transformador. ¿Puede el éxtasis devenir comunitario, restablecer la continuidad perdida entre los individuos? ¿Puede el proyecto racional y discursivo existir sin neutralizar la intensidad de esa experiencia? Preguntas que el pensamiento racional y responsable no reconoce, no tolera, no admite, porque quizás intuye la imposibilidad cierta de resolverlas. Sin embargo, la verdad ?nos recuerda Adorno? está menos en la adopción de un punto vista particular o en la reconciliación sintética, que en los extremos que se tocan. Este estudio quisiera retener la felicidad, la angustia, la ambigüedad, la incomodidad de ambos momentos. No otra cosa es lo que se experimenta a cada paso frente a la obra de Robbe-Grillet. El tedio de una descripción que siguiendo su propia lógica termina de pronto por volverse monstruosa. La excitación ante una situación que progresivamente va llevándonos a terrenos cada vez más oscuros. El vértigo por la ausencia de certezas ahí mismo donde pensábamos hacer pie. El desencantamiento repentino frente una invención tan extraordinaria que termina por volverse arbitraria. La vergüenza de afirmar en el terreno de lo sensible aquello que repudiamos en el de lo inteligible. La fascinación, en suma, en lo que tiene de atracción y de rechazo. Sin embargo la crítica nada quiere saber de todo ello. O se ha resaltado el aspecto constructivo de sus narraciones, volviéndolo un autor en el que lo racional sobresale y aplana el resto de los elementos presentes en los textos, o se han leído las anécdotas sexuales, violentas, políticas de sus relatos en términos moralizantes ignorando la economía de sentido de la que forman parte. De allí que postulemos que «el mal» es un elemento constitutivo de toda la obra de Robbe-Grillet y que dicha problemática se manifiesta en sus narraciones no sólo como una cuestión temática o anecdótica al interior de los propios textos, sino también como un tipo específico de violencia y exceso formal. Su obra por lo tanto se va a caracterizar por la colisión (o el doble movimiento) de dos estéticas aparentemente incompatibles: la utilización de procedimientos que construyen un mundo excesivamente racionalizado y la aparición de una dimensión irracional (subjetiva, imaginaria, onírica, oscura, violenta) como resultado de ese mismo exceso objetivista. Equidistante sin embargo de la tradición del irracional escritor maldito o del racional escritor altomodernista, el ethos del mal de Robbe-Grillet permite explicar una dimensión teórica que la crítica había olvidado, subordinado o desconectado del resto de su obra. De allí que afirmemos que esta especial configuración narrativa será por lo tanto la que le concederá a su obra la capacidad para visibilizar, interrogar y resignificar las relaciones entre una racionalidad estética burguesa-moderna y su correlativa racionalidad política.