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Durante el año 2016 Argentina comenzó a debatir las maneras en que las mujeres eran incorporadas a los Congresos. Se colocó en la agenda legislativa y mediática (tanto a nivel nacional como subnacional) la necesidad de leyes de paridad. Públicamente el mensaje era que las leyes de cupo habían cumplido un rol importante en la inclusión de mujeres en ámbitos políticos, pero que ya no lograban romper el techo de cristal que ellas mismas habían impuesto con los porcentajes mínimos de participación femenina. Es también importante marcar el rol que tuvieron los grupos de presión en cuanto a la discusión paritaria. Mujeres de diferentes partidos políticos se movilizaron en pos de esta consigna. Ejemplo de ello es el movimiento ?Mujeres por la Paridad? en la Provincia de Santa Fe.La respuesta a este pedido llegó de diferentes maneras según la arena política en la que se discutiera. En algunos casos se evidenciaron Senados pro reforma y en otros Cámaras Altas que buscaban sostener el poder establecido. Esta realidad nos conduce a pensar en los siguientes interrogantes: ¿Qué características de las reglas de juego actual se verían modificadas por las leyes paritarias? ¿Qué es lo que se disputa desde los sectores que se niegan a promoverla? Pensar lo sucedido tanto a nivel nacional como en las diferentes arenas subnacionales argentinas nos permitirá observar las diferencias en las culturas políticas, que sostienen o no procesos de reformas paritarios. ¿Porqué algunas provincias sí y otras no? Esto será lo que buscaremos responder en el presente trabajo. Y a partir de ello plantear el siguiente objetivo de investigación: Analizar las discusiones y disputas que se suscitaron en torno a los proyectos de paridad, tanto a nivel nacional como subnacionales, durante el año 2016 y observar las respuestas dadas al conflicto.