IPGP - CENPAT   25969
INSTITUTO PATAGONICO DE GEOLOGIA Y PALEONTOLOGIA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Comparación química de los distintos pulsos del magmatismo cenozoico de la Meseta del Canquel
Autor/es:
ALRIC, V. I; HALLER, M. J; MASSAFERRO, GABRIELA ISABEL
Lugar:
Comodoro Rivadavia
Reunión:
Jornada; VI Jornadas de Cs. de la Tierra Dr. Eduardo Musacchio; 2018
Institución organizadora:
Dpto. de Geologia, UNPSJB
Resumen:
En la meseta del Canquel y sus alrededores, centro sur de la provincia del Chubut, afloran exponentes de magmatismo básico cenozoico de intraplaca. Los más antiguos, de edad eocena, están representados por cuerpos intrusivos y coladas, agrupados por Lema y Cortés (1987) en la Formación El Canquel. El evento volcánico siguiente se produjo en el Mioceno, dando lugar a una extensa meseta estructural lávica, que se conoce como Meseta del Canquel. Las coladas que la conforman fueron reunidas por Cortés (1988) en la Fm. Sierra Cuadrada, de edad miocena. Coronando el tope de la meseta, se han reconocido conos piroclásticos y lavas de escaso volumen pertenecientes al Cuaternario. El estudio geoquímico de estos eventos los caracteriza como un típico magmatismo básico alcalino de intraplaca, con afinidades de basaltos de tipo Islas Oceánicas (OIB) (Alric y Massaferro 2017, Massaferro et al. 2017). En la figura 1 se han graficado los tres grupos de edades diferentes para su comparación. En el diagrama de álcalis vs. sílice (Le Bas et al. 1986) (Fig. 1 A) se observa que los basaltos eocenos son más básicos y menos alcalinos que los miocenos, mientras que las basanitas cuaternarias son las más alcalinas y básicas del conjunto. Se graficaron los elementos minoritarios en un diagrama multielemental normalizado a OIB según valores de Sun (1980) (Fig. 1 B). Este diagrama ilustra el incremento en el contenido de los elementos involucrados desde las rocas eocenas hasta las cuaternarias. En los basaltos miocenos se destacan las anomalías negativas en U y Sm y positivas en K y Rb en relación a los OIB. Las basanitas cuaternarias están enriquecidas en todos los elementos. En el diagrama de la figura 1C normalizado a manto primitivo (Sun y McDonough 1989) se pueden comparar características de las fuentes involucradas. Los tres grupos manifiestan enriquecimiento en elementos compatibles respecto de los incompatibles, desarrollando una curva convexa con pendiente negativa marcada por el empobrecimiento en Yb y Lu (HREE). En este gráfico, también se destaca el mayor enriquecimiento general que presentan las basanitas, excepto en K donde se manifiesta una anomalía negativa. Las anomalías observadas en la figura 1B en los basaltos miocenos podrían ser atribuidos a contaminación con corteza inferior y superior (Rollinson 1993, Wilson 1989) típica de ambientes de intraplaca. El enriquecimiento de los elementos compatibles observado en la figura 1C indicaría que las rocas provienen de fuentes enriquecidas, mientras que las anomalías negativas en las HREE denota un residuo de granate en las mismas. La anomalía negativa en K en las basanitas señalaría la presencia de una fase hidratada en la fuente (flogopita o anfíbol), producto de metasomatismo mantélico. De este modo se podría postular que la fuente de los basaltos eocenos y miocenos sería similar, pero las rocas miocenas presentarían una leve contaminación cortical en relación a las eocenas. Refuerza esta conclusión que los diagramas de variación binarios, tanto de elementos mayores como trazas, no muestran un tren de evolución desde las rocas eocenas a las miocenas y las relaciones entre elementos incompatibles no son constantes para ambos grupos. Por su parte, las basanitas cuaternarias representan la fusión parcial, en un porcentaje más pequeño, del manto enriquecido por metasomatismo.En cuanto al régimen extensional que dio origen a este magmatismo, se propusieron diversas hipótesis, cuyo resumen puede encontrarse en Gianni et al. (2017) y Fernández Paz et al. (2018). 27