Variación anual de la profundidad de enterramiento y del índice de condición de la almeja Darina solenoides en playa Fracasso (Península Valdés) y su relación con la presencia de aves playeras, sus principales predadores

BALA L. O.; OVIEDO J. G. L.; HERNÁNDEZ M. A.; D'AMICO V. L.; MUSMECI L. R.

Mar del Plata

Jornada; V Jornadas Nacionales de Ciencias del Mar; 2003

En playa Fracasso se concentran anualmente miles de aves playeras migratorias, la mayoría de las cuales basan su economía trófica mediante la ingesta de la almeja Darina solenoides. El objeto del presente trabajo es cotejar las posibles asociaciones entre la carga predatoria de las aves respecto del contenido relativo en carne (índice de condición) y accesibilidad de las almejas para ser capturadas (profundidad de enterramiento). Los muestreos se realizaron mensualmente en un mismo nivel de la playa y estandarizados a una determinada altura de marea. Mediante remoción de panes de sustrato, se identificaron individuos de Darina solenoides a los que se les midió su talla y la profundidad a la que se encontraban enterradas (distancia entre su extremo superior y la superficie del sustrato). Finalmente se estimó la biomasa de cada individuo como peso seco de tejidos blandos libre de cenizas. El índice de condición se definió como la biomasa por la talla de los individuos elevada al cubo (mg.cm-3) a fin de independizar el factor talla. La profundidad de enterramiento varió a lo largo del período anual, pudiendo considerarse tres rangos de valores: individuos poco enterrados, entre septiembre y enero (x= 15,0 mm; rango 12,0-16.4); almejas muy enterradas, entre febrero y abril (x= 29,4 mm; rango 24,3-36,0) y valores intermedios entre mayo y agosto (x= 24,6; rango 23,6-25-4). Por otra parte, el índice de condición mostró un comportamiento sinusoidal, con valores máximos entre marzo y septiembre (x= 2.9; rango 2,4-3,4) y mínimos entre octubre y febrero (x= 1,8; rango 1,4-2,1). Dado que la presencia de aves predadoras de Darina solenoides se sitúa entre fines de febrero y abril, ésto coincide con el período en el que las almejas presentan su mayor oferta relativa en biomasa, redundando en un beneficio para sus predadores; sin embargo, es en este lapso en el cual las almejas se encuentran enterradas a mayor profundidad superando, en parte, los límites de accesibilidad para su captura.