Políticas de la risa: humor político: crítica y resistencia

VELA LILIANA

Mendoza

Congreso; V Congreso Interoceánico de Estudios Latinoamericanos. II Congreso Internacional de Filosofía y Educación en Nuestra América. América Latina: movimientos intelectuales, manifiestos y proclamas.; 2014

Facultad de Filosofía y letras-UNCuyo- INCIHUSA-CONICET-Mendoza

Cuando Hanna Arendt reflexiona sobre la política acaba por afirmar que su sentido primordial es la libertad (Arendt, 1997) y es precisamente en el ejercicio de la libertad en donde la risa, y el humor que la genera, cobran relevancia y manifiestan su singularidad. El enfrentar situaciones problemáticas a través de la risa ha sido un mecanismo humano que camina a la par de su historia dando lugar a un amplio campo semántico: ironía, parodia, comicidad, ingenio, sarcasmo, burla, mordacidad, sátira, grotesco, que ha sido objeto de interés de diversas disciplinas en sus intentos por comprender los móviles y efectos de la risa en las relaciones intersubjetivas y para el colectivo social. De modo que encontramos contribuciones significativas a través del tiempo desde la filosofía, las letras, la antropología y las ciencias sociales, el arte, incluso las ciencias médicas advierten en ella un recurso para la recuperación de ciertos trastornos y constituye un objeto de análisis para la psicología individual y social. La risa no es subversiva en sí misma ni necesariamente liberadora, de hecho puede ser sumisa, forzada, complaciente, pero también puede ser rebelde, liberadora, provocativa, incriminatoria. Reír y reírnos con otros de las condiciones opresivas en que se vive puede ser una práctica trasgresora que lleva implícito el rechazo a la naturalización de ese orden y en tal sentido, funciona como una alerta, un llamado a la resistencia. Estas son las políticas de la risa que nos proponemos indagar siguiendo el carácter cuestionador y, en ocasiones perturbador, del orden institucional en períodos de tensa situación política en donde el humor que desencadena la risa constituyó uno de los escasos recursos que el poder no pudo controlar completamente; ese humor supo escurrirse por las hendiduras de la sociedad violenta y autoritaria. De modo tal que resulta de interés analizar la permanente desconfianza que ha despertado la risa en todo sistema de poder y en particular, en un período marcado por la inestabilidad institucional.