Conservación y destrucción. Una perspectiva cultural a través de una mirada local sobre lo arqueológico. Estudio de caso en el municipio de Jesús de Machaca.

LUIS SALVADOR ARANO ROMERO

La Paz

Congreso; 1er Congreso Internacional de Conservación del Patrimonio Cultural en Bolivia; 2018

Gobierno Autónomo Departamental de La Paz

Tanto las sociedades del pasado como las del presente, han creado su cosmovisión a partir de la interacción de ellos con la naturaleza y los objetos. Sin embargo, al estudiar la dinámica social del pasado, e incluso la del presente, nos olvidamos de esta interacción y tratamos de entender el todo a partir de una sola de las esferas. La arqueología durante su historia no ha sido ajena a esto, los estudios históricos culturales le ponían mayor énfasis a los objetos; los trabajos procesuales veían al entorno condicionante de la cultura; y durante el postprocesualismo se enfatizó en el individuo. Si bien cada escuela ha dejado un gran aporte a los estudios del pasado, aún tenemos una deuda pendiente para analizar la dinámica social en su conjunto.En nuestro territorio no hemos sido ajenos a esta realidad, hemos tratado de analizar el objeto en su dimensión formal, entendiendo el entorno desde una mirada estática, y a los sujetos como entes pasivos. Pero no solo lo hemos hecho con lo arqueológico, también hemos caído en ver lo actual con esa perspectiva. Los sitios los vemos solo como fuente de datos, no para un beneficio social. El entorno, si acaso lo tenemos en cuenta, solo es una fuente de extracción de recursos. Y los sujetos, los pobladores locales, más allá de ser los proveedores del permiso, en muchos casos no cobran relevancia por su ?falta? de conocimiento sobre lo arqueológico. En este sentido, en el presente trabajo se trata de reflexionar sobre dicha relación a partir de un estudio de caso de etnografía arqueológica acerca de la interacción entre los pobladores locales, los sitios arqueológicos y el entorno. Logramos ver cómo se van generando discursos sobre conservación y destrucción de los sitios, y como resultado pudimos identificar cinco tipos de ideas generales que atañan a la conservación y destrucción de los mismos. (a) Personas que al ver los materiales se relacionan con el pasado, con los antepasados, los abuelos, con mucho sentido de identidad y la relacionalidad con los mitos, leyendas y cuentos; (b) una influencia por parte de la iglesia evangélica que relaciona el hecho arqueológico con una época pre diluvio; (c) la continuidad del relato de la patrimonialización heredada de los investigadores, gestores y políticos, que da lugar a la visión netamente económica del patrimonio; (d) el patrimonio se convierte en enemigo (se lo humaniza para atribuirle culpabilidad), fortalecido con la idea de su fetichización que muchos patrimonialistas han enriquecido, es el culpable de que las comunidades no tengan agua y no tengan carreteras, o que para tenerlas tengan que pedir permisos a los arqueólogos; y (e) la invisibilización de los sitios arqueológicos, que provoca un hecho más doloroso que su destrucción: el olvido o nomeimportismo por parte de la gente.