IPCSH - CENPAT   25618
INSTITUTO PATAGONICO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS "DRA. MARÍA FLORENCIA DEL CASTILLO BERNAL"
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Procesos y experiencias de integración sociourbana en una ciudad intermedia de la Patagonia Argentina
Autor/es:
FERRARI, MARÍA PAULA
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; XVIII Encuentro de Geografía de América Latina; 2021
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Córdoba
Resumen:
Puerto Madryn, ciudad intermedia ubicada al nordeste de la provincia de Chubut en la Patagonia argentina, viene experimentando desde comienzos de 1970 un crecimiento demográfico y urbano sostenido, influenciado por políticas de asentamiento de actividades productivas que generaron flujos migratorios significativos, tanto internos como de países limítrofes. La instalación de la Planta de Aluminio Argentino Sociedad Anónima (ALUAR SAIC) modificó sustancialmente la ciudad a partir de una serie de obras de infraestructura, el armado de un puerto industrial de aguas profundas y la construcción de viviendas y escuelas para trabajadores y sus familias. A su vez, la industria pesquera comenzó a adquirir importancia económica y a consolidarse como actividad entre fines de la década de los 70 y principios de los 80; y en los años 90, el crecimiento del turismo y los servicios constituyeron los motores económicos de la continuidad del marcado crecimiento productivo y demográfico. En consecuencia, la ciudad cambió no solo su configuración poblacional, sino también su trama urbana. En este crecimiento sostenido han predominado prácticas excluyentes de acceso al suelo y la vivienda para ciertos sectores sociales. Las mismas estuvieron presentes desde los orígenes de la ciudad en 1889, donde la iniciativa privada y la rentabilidad de la venta de tierras fueron el motor de su fundación y además impulsaron la lenta expansión urbana por aquellos años. La llegada del ferrocarril posibilitó un asentamiento estable en Puerto Madryn y las condiciones de los contratos de concesión y las propiedades otorgadas a la empresa sentaron las bases para el control privado del mercado de tierras urbanas y rurales cercanas al pueblo. Esta forma de urbanización, donde el dueño privado de tierras rurales impone las condiciones de la expansión, se institucionalizó con el correr de las décadas y sus principales condicionantes influyeron en la configuración que adquirió Puerto Madryn como pueblo por aquellos años. Más allá de la identidad ferroviaria que forma parte del pasado madrynense, su origen asociado a este proyecto determinó que los intereses privados definieran el trazado de una parte considerable del pueblo. Los dueños de la tierra -en primer término, la empresa que gestionaba el ferrocarril, después pequeños ganaderos que devendrían en terratenientes de la región- fueron los agentes centrales de la expansión de la ciudad. Esta concentración de la propiedad de la tierra constituye uno de los elementos que dejó como legado el Madryn portuario y ferroviario al actual Madryn industrial y turístico. Estas prácticas excluyentes de acceso al hábitat siguen vigentes actualmente, promoviendo marcados procesos de segregación socioterritorial. La configuración actual de la ciudad acentúa la distinción entre un centro y sur para las clases medias y altas, y un norte y noroeste para las clases populares, con marcados rasgos diferenciales de acceso a bienes y servicios urbanos esenciales. Los actores principales en las prácticas excluyentes de acceso al suelo y la vivienda siguen siendo el sector privado -inmobiliario, grupos empresarios constructores, firma San Miguel- y el Estado.El Barrio Nueva Chubut es producto de estos procesos de exclusión y segregación sociourbana. Iniciado a partir de toma de tierras en el año 2003, se fue configurando a partir de un conjunto de asentamientos autodenominados por sus habitantes, quienes fueron generando diversas transformaciones en relación con la producción material del espacio, y persistiendo desde diversas prácticas en la lucha por ese espacio producido. Las tomas iniciales se realizaron gracias a la voluntad, persistencia y organización de un grupo de familias que fueron ocupando la tierra, colaborando entre sí en el proceso de autoconstrucción de sus viviendas, monitoreando y advirtiéndose sobre las probables usurpaciones por parte de otras familias, y colaborando en el acceso a las tomas de electricidad y agua. La ocupación se fue organizando entre las propias familias, que iban siguiendo el trazado de las calles aledañas al barrio contiguo. No obstante, el Estado ha tenido su intervención en el proceso de producción del sector, principalmente acompañando en algunos momentos durante las tomas iniciales, y asesorando sobre los sitios óptimos para la instalación. El motivo central de su intervención radicó en garantizar la factibilidad de concreción de las obras de servicios públicos que se iniciarían en el año 2015 con el Programa de Mejoramiento de Barrios (PROMEBA), legitimando de esta manera la participación del Estado como agente potenciador de informalidad urbana. El PROMEBA y el Decreto Nacional Nº 358/2017 de Barrios Populares se constituyen en políticas públicas que dieron lugar al inicio de un proceso tendiente a la integración social y urbana de estos sectores caracterizados por la informalidad, precariedad y restricciones en el acceso a muchos beneficios del ?habitar? la ciudad. Sin embargo, estas prácticas e instrumentos estatales, si bien tienen como propósito integrar social y territorialmente la ciudad, demuestran claras deficiencias en la concreción plena y real de garantizar el derecho de acceso a la ciudad para todas las personas. En este sentido, el objetivo del trabajo es analizar el proceso de integración sociourbana del Barrio Nueva Chubut abordando la producción material y las experiencias y sentidos dados por sus habitantes. Resulta clave abordar el componente subjetivo-intersubjetivo de quienes residen en sectores marginados social y territorialmente, para comprender que las experiencias de vivir o sentirse parte de la ciudad no solo se basan en la producción de materialidad, sino también en aspectos simbólicos y de garantía de derechos.A partir de relatos de prácticas y sentidos territoriales, se busca comprender cómo es vivida y experimentada la integración sociourbana del sector desde dos categorías principales: el andamiaje material de esa integración y el sentido de pertenencia y los lazos sociales que unen a la comunidad con la ciudad. Se plantea un diseño exploratorio con enfoque metodológico cualitativo que se asienta en la revisión de bibliografía, normativas y la concreción y análisis de entrevistas en profundidad a pobladores y referentes barriales. La integración plena y efectiva del barrio lejos está de efectivizarse. Sus propios habitantes constituyen los principales artífices de la misma con sus luchas y prácticas desde su espacio cotidiano; dichas prácticas permiten el reconocimiento de derechos ciudadanos que no están garantizados, como el derecho a un hábitat digno.