IESYH   25278
INSTITUTO DE ESTUDIOS SOCIALES Y HUMANOS
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
El patrimonio histórico y cultural de Misiones
Autor/es:
FERREYRA, ALBA CRISTINA; GAYETZKY DE KUNA, GRACIELA CECILIA
Libro:
El turismo en Misiones. Una primera aproximación al tema desde lo interdisciplinario
Editorial:
Creativa
Referencias:
Lugar: Posadas; Año: 2019; p. 71 - 97
Resumen:
EL PATRIMONIO HISTÓRICO Y CULTURAL DE MISIONES.Kuna, Graciela Cecilia Gayetzky de Ferreyra, Alba Cristina INTRODUCCIÓNMisiones, conocida mundialmente por las Cataratas del Iguazú, Patrimonio Natural de la Humanidad (1984) por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO , designada a la vez una de las Siete Nuevas Maravillas Naturales del mundo en noviembre de 2011 . La enmarañada selva y la gran biodiversidad que alberga es su rasgo más distintivo. Así también, encierra una gran diversidad étnica y cultural resultado de imbricaciones de la ancestral cultura guaraní, de las huellas de las misiones jesuíticas guaraní, que le dieron su nominacion actual, de las corrientes migratorias diversas provenientes de varios países del mundo a fines del siglo XIX y mediados del Siglo XX, que conviven con descendientes de pueblos originarios de la comunidad Mby?a (es una parcialidad guaraní, no pertenece a los guaraníes que habitaron estas tierras en tiempos jesuíticos), expulsados de sus territorios por la intensa y extensa explotación forestal acaecida a mediados del siglo XX más al norte en Paraguay y Brasil, desplazándose hacia ámbitos selváticos en la búsqueda de la ?tierra sin mal?, según la cosmogonía guaraní.La cultura misionera y su legado histórico patrimonial, expresa esa síntesis de fragmentos de historia que se sucedieron en la tierra colorada, bajo una cobertura de paisajes selváticos de gran riqueza florística, bosques en galería y de transición, y una profusión de ríos y arroyos, características que la distinguen turísticamente a nivel internacional, nacional y regional. El territorio es el espacio físico en el que transcurre el tiempo. El devenir de la historia va convirtiendo el territorio en un yacimiento cultural, al sedimentarse las aportaciones de las diferentes culturas que lo han habitado. En el presente ese espacio-territorio se percibe como un gran rompecabezas cuyas piezas son los restos, casi siempre fragmentados, del pasado. (Miró i Alaix, 1996: 11)En esta publicación abordaremos las piezas del gran rompecabezas que conforman el patrimonio histórico y cultural de Misiones, exponiendo síntesis de varias investigaciones, ponencias y publicaciones presentadas en encuentros científicos nacionales e internacionales, artículos de libros y libros consultados, conocimientos y experiencias propias del campo del patrimonio y la cultura.MISIONES. TOPONIMIA Y OTROS INSUMOS.Los vestigios materiales e inmateriales del intenso y extenso proceso histórico de Misiones, aparecen por doquier, en la toponimia, en la vida y en las prácticas cotidianas de la cultura misionera. Este conjunto de rasgos culturales identitarios del ser colectivo de un territorio, conforma el patrimonio cultural entendido como el conjunto de bienes y riquezas constituido por los modos de vida, costumbres, conocimientos, desarrollo artístico y, en general, por las manifestaciones de la forma de vida tradicional de un pueblo que ha heredado de sus ascendientes (Serrano Rodríguez, 2002: 248, citado por Ferreyra, A. 2018).La construcción del territorio, en este caso misionero, es el resultado de sucesivas capas culturales a veces interactuando. Es lo nombrado por Kuna cuando apela al concepto UNESCO de paisaje cultural, que deviene del romano de ?locus genius? o ?espíritu de lugar? o ?genius loci?, quien era considerado en la mitología de los antiguos romanos como el protector de un sitio y sus personas, y el cual tenía la facultad de determinar el carácter o esencia de los sitios o personas a las que protegía. Esta noción nos permite, a través de su conceptualización actual, hacer frente a nuevos retos que enfrenta el patrimonio de la humanidad: el de la integración de los aspectos intangibles del patrimonio en particular, pero también el de la participación en la conservación del paisaje cultural de las comunidades en los sitios patrimoniales a través de un proceso que comprenda la vida de los seres humanos (Gayetzky de Kuna, 2017: 247).Es así, la ocupación del territorio misionero es de larga data, interrumpida en varias oportunidades, de poblamiento y despoblamiento continuos y discontinuos, escenario de una compleja sucesión de capas de historias superpuestas, ámbito de conflicto y contiendas bélicas fronterizas en épocas jesuíticas y en la etapa de consolidación del territorio nacional, que aún continúa un proceso de construcción de su identidad, rica en tradiciones pasadas y presentes, que se traduce en la vida cotidiana y en las expresiones culturales resultado de las imbricadas relaciones acaecidas en el tiempo.Los primeros precedentes de poblamiento se sitúan alrededor de 7.900 AP y 1.950 AP. Fueron recolectores, cazadores, con asentamientos temporarios en las márgenes de los ríos Paraná y Uruguay. Grupos de la cultura Altoparanaense-Humaitá, y sus contemporáneos de la cultura Umbú se ubicaron en diversas áreas de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, entre 3.850 y 450 AP. Entre los años 50 y 1.500 se dieron cita en este espacio la cultura Eldoradense-Tacuara. Aproximadamente en el año 750, se establecieron los Tupigraraní, agricultores, (Cultivos tropicales: maíz, mandioca, batata, zapallo, poroto y maní), apoyados con la caza, pesca y recolección de frutos y semillas. Sus herramientas y utensilios, se hicieron con rocas de basalto, cuarcita y areniscas. Al momento de irrupción de los conquistadores españoles, el litoral estaba habitado por los Kaingangs, absorbidos al poco tiempo por los Charrúas y Guaraníes.Los Guaraníes ocuparon la actual provincia de Misiones, el sur de Brasil, este y el sudeste de Paraguay. Alrededor del año 1000, un inmenso territorio entre los ríos Paraná, Paraguay y Uruguay estaba habitado por los Guaraníes. Su organización económica se sustentó en la recolección de frutos y semillas, caza y pesca. Eran buenos agricultores, (cultivos: maíz, mandioca, batata, porotos, calabazas, maní y algodón). Vivían en aldeas de gran tamaño, basado en principios de reciprocidad.A tierras de la gran Cuenca del Plata, arribaron los conquistadores hacia 1530, fundando Santa María del Buen Ayre en 1536, devastada al poco tiempo, y de Nuestra Señora de la Asunción en 1537, con una población estimada para la época de medio millón de guaraníes. Al tiempo, los evangelizadores católicos de la Compañía de Jesús iniciaron en 1609 el surgimiento de una experiencia cultural única en el mundo, alterando profundamente las relaciones establecidas entre españoles y nativos. (Gran Atlas de Misiones. 2015: 59-92)Las Misiones Jesuíticas Guaraníes abarcaron un amplio y vasto territorio conformado por las provincias de Misiones y Corrientes de Argentina, Sur y Sudeste de Paraguay y Sudoeste del Estado de Río Grande do Sul de Brasil, donde se erigieron los antiguos treinta (30) pueblos Jesuíticos Guaraníes, la Nación Guaraní. En Misiones, cuatro (4) de ellas fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (1984), tres (3) sobre el Río Paraná: Santa Ana, Loreto y San Ignacio y una (1) sobre el Río Uruguay: Santa María La Mayor.El suceso humano, social y colectivo construído por jesuitas y guaraníes iniciado a principios del siglo XVII, se distinguió por el establecimiento de un sistema de relaciones que desconocía al de encomiendas vigente, suscitando conflictos en las reducciones de guaraníes de poblaciones estables. El contexto geográfico conflictivo y de disputa de los dos imperios dominantes: España y Portugal, mantuvo a ambos bandos entre tensiones y agresiones continuas.Hacia 1610 y 1630 formaron doce pueblos misionales, siendo el primero San Ignacio Guazú. Debido a las presiones mencionadas y avances de los «bandeirantes» o mamelucos desde Sao Paulo, fueron fundaciones movedizas y de gran éxodo. Ocupó tres regiones distintas: el Guayrá, el Itatín y el Tapé.El Guayrá limitaba al oeste con el río Paraná, al este con las sierras próximas a las costas del Atlántico y al sur con el río Iguazú. El padre Antonio Ruiz de Montoya fundó otros 11 pueblos entre 1622 y 1629, que luego fueron diezmados por los ataques de los «bandeirantes» esclavistas. En 1631, con 12.000 indios, emprendió el éxodo para radicarse en la actual provincia de Misiones.En la región del Tapé, el padre Roque González de Santa Cruz ingresó desde Asunción hacia el sudeste fundando Concepción del Ibitiracuá (1620) San Javier y Yapeyú (1628). Cruzó el río Uruguay y en el actual Brasil fundó San Nicolás y varias otras misiones hasta las proximidades de la costa atlántica. Fue asesinado en 1638 por los nativos y su obra destruida por los «bandeirantes». Sus pueblos se replegaron hacia el río Uruguay.Al norte del Paraguay y al este del río Paraguay, se ubicaba la región del Itatín, que albergó una serie de establecimientos, atacados en 1632 por nativos hostiles y bandeirantes, migrando las misiones hacia el sur. El padre Antonio Ruiz de Montoya con los guaraníes se localizaron en las proximidades del arroyo Yabebiry (provincia de Misiones) refundando San Ignacio Miní y Nuestra Señora de Loreto. Entre 1632 y el extrañamiento de los Jesuitas en 1767, se consolidó un Estado teocrático jesuítico-guaraní con obras de un empuje sin igual, que obedecía al Padre Superior de Misiones, con sede en Candelaria (provincia de Misiones), capital de las Misiones, cuya defensa territorial contaba con un ejército regular con soldados guaraníes que enfrentó y derrotó a los bandeirantes en la épica batalla de Mbororé en 1641, dando fin a las incursiones paulistas.Brasil fundó Colonia del Sacramento, frente a Buenos Aires, en 1740. España y Portugal tuvieron conflictos de límites internacionales, y en 1750 firmaron un Tratado de límites de Madrid, en el que Portugal cedía la colonia del Sacramento a España y le autorizaba a navegar por el río de la Plata. España entregaba a cambio las siete misiones comprendi¬das entre los ríos Uruguay e Ibicuy, con una población de 29.191 guaraníes que debía ser evacuado, orden que los jesuitas obedecieron en apariencia.En 1753 los demarcadores de límites enviaron un ejército a tomar posesión, pero fue derrotado por los guaraníes. En 1756, un con¬tingente más numeroso los doblegó, anulándose la orden de evacuación y los pueblos fueron restaurados por los Jesuitas bajo el Tratado de El Pardo de 1761.Fundaron un total de 30 florecientes pueblos hacia 1732, con una población de 140.000 habitantes y su asentamiento se distribuyeron 8 en el actual Paraguay, 15 en Argentina y 7 en el Brasil:Cuadro N°1: Los 30 pueblos de las Misiones Jesuíticas de Guaraníes.ArgentinaBrasilParaguayCorrientes:1.La Cruz (antes Asunción de la Cruz de Mbororé)2.San Carlos de Guabirupá3.Santo Tomé del TapéNuestra Señora de los Santos Reyes de YapeyúMisiones:1.Corpus Christi2.Nuestra Señora de la Candelaria3.Nuestra Señora de la Limpia Concepción de Ibitiracuá4.Nuestra Señora de Loreto5.Nuestra Señora de Santa Ana6.San Francisco Javier de Yaguaraitía7.San Ignacio Miní8.San José de Itacuá9.Santa María La Mayor10.Santos Apóstoles Pedro y Pablo11.Santos Mártires del Japón.1.San Francisco de Borja2.San Juan Bautista3.San Lorenzo Mártir4.San Luis Gonzaga5.San Miguel Arcángel6.San Nicolás de Piratiní7.Santo Ángel Custodio1.Jesús de Tavarangüé 2.Nuestra Señora de la Encarnación de Itapúa 3.San Cosme y Damián 4.San Ignacio Guazú 5.Santa María de Fe 6.Santa Rosa de Lima 7.Santísima Trinidad del Paraná8.Santiago de Caaguazú (refundada como Santiago Apóstol)Fuente: Elaboración propia.Mapa N°1: Las Misiones Jesuíticas Guaraníes (Fuente: Ferreyra, A. 2018:9)La vida misionalExiste una amplia literatura en documentos históricos que relatan la organización social, económica, la traza urbana y las distintas actividades desarrolladas en cada misión: la ganadería, el cuidado de la siembra y de los cultivos, además de aquellas propiamente religiosas que se cumplían estrictamente.El pueblo misional, bajo la responsabilidad de uno o dos sacerdotes, a ve¬ces ayudados por hermanos coadjutores de la Orden, responsables del bienestar y del progreso material y espiritual de la misión y los caciques, estaba ocupado por la plaza central y a sus márgenes se ubicaban la Iglesia, el Colegio, el Cabildo, los talleres artesanales e industriales donde se realizaban actividades diversas, hornos de tejas y ladrillos, panadería, herrería, ebanistería, carpintería, hilandería, tornería, sastrería y talleres de escultura y pintura. Detrás estaba la huerta de los padres, frutales y yerbales, hornos, molino, etc., y las viviendas de los guaraníes divididas en manzanas. Una de las viviendas destacadas fue el ?cotiguazú?, una habitación amplia que servía de refugio para mujeres con maridos ausentes, viudas y reclusas. El trazado urbano en damero fue el modelo predominante. La ubicación siguió un patrón de asentamiento estratégico, en lugares altos y equidistantes, próximo a algún curso fluvial que les abasteciera de agua y sirva de vías de comunicación. Las características del suelo permitía el cultivo, la ganadería extensiva o la industrialización del tejido, la madera y otros productos. Las tierras eran del ?común? o tupambaé para contribuir al mantenimiento de las misiones y las chacras o ?abambaé? de la familia para el sostén y uso familiar. Tanto las tierras como el ganado para la labranza (vacuno, ovino y caballar) pertenecían al Estado. La comunicación a las instalaciones inmediatas, corrales, granero, estanque de agua, huertos, sementeras y estancia ganadera, estaba dada por calles y caminos. La música tuvo un lugar destacado y muy pretendido por los guaraníes, al punto de limitar los padres, el número de integrantes del coro.El promedio de habitantes por cada misión era de 2.500, oscilando entre 1.500 y 4.300.- Cuando excedía ese número se dividía y se creaba una nueva misión. La producción se intercambiaba con otros pueblos misioneros, la venta de yerba mate, algodón, maíz, lana, cuero y sebo, regulando los precios en toda la región y al exterior, y los recursos obtenidos se destinaban al pago de tributos a la Corona, al mantenimiento de la iglesia y de sus servidores, a la construcción del pueblo misionero, a la adquisición de bienes e implementos de labranza y para la enseñanza, preservándose una reserva para épocas de mala cosecha y otras calamidades, epidemias y otras adversidades.La arquitectura y a las artes en las misiones, expresó un proceso evolutivo, pasando por muros de adobe, techos de madera y techos de teja, y avanzado el Siglo XVII, se adoptó la técnica constructiva en piedra blanda, en bruto o tallada, empleados en las construcciones jesuíticas de Córdoba, que se concretó en 1695 en los pueblos misioneros de San Ignacio Miní, Loreto, Corpus y Santo Tomé, obras del hermano Brassanelli. El padre ale¬mán A. Sepp fue uno de los maestros en Yapeyú, San Miguel, San Juan y San José. El templo del Gesú en Roma, fue la iglesia matriz de la Orden inaugurada en 1575 y diseña¬da por los arquitectos Vignola y Della Porta. Hay variantes en Córdoba, con un volumen ma¬cizo que le brinda una característica común a la arquitectura nativa sudamericana. Las pinturas y esculturas eran obras de artesanos, con influencias del barroco europeo, grandes maestros como el hermano belga Luis de la Croix y el padre A. Sepp y otros (Ferreyra, A.,2018: 56-64).En 1767, se produjo la expulsión de los jesuitas, determinando con ello un abrupto final a los treinta florecientes pueblos misionales. ?La labor evangelizadora, social y cultural llevada a cabo por los jesuitas no estuvo exenta de enemigos, celos y rivalidades. Su acción en las universidades y colegios, el éxito obtenido en las misiones indígenas en diversas regiones de América, el intenso tránsito comercial que desarrollaron con criterio de organización, más la influencia que ejercían con todos los sectores de la sociedad, despertaron opositores por doquier y desataron intrigas internacionales? (Gran Atlas de Misiones. 2015: 79)Ante la ausencia de los jesuitas, las misiones fueron objeto de saqueos, incendios, y un estado de abandono, y los elementos restantes, terminaron en manos de las primeras corrientes migratorias a fines del Siglo XIX y XX. Los guaraníes se dispersaron hacia otras ciudades que demandaban mano de obra y oficios.El estado actual de los pueblos jesuíticos, presenta un panorama diferencial debido al proceso ocupacional acaecido en etapas posteriores al período jesuítico y de configuración del territorio nacional después de la revolución de mayo de 1810. En algunos casos, sufrieron un fuerte deterioro, en otros los viejos pueblos se constituyeron en la base de nuevos ejidos urbanos erigidos sobre el antiguo, en tanto que en otros se visualizan al recorrer sus calles y edificios, la reutilización de los vestigios pétreos en pilares de las actuales viviendas, evidenciando diverso grado de apropiación y/o destrucción del legado jesuítico (Ferreyra, A., 2018: 9).Los vestigios de estos pueblos, configuran el Circuito Internacional de las Misiones Jesuíticas que abarca un amplio territorio. Las ofertas turísticas se desarrollan en los límites jurisdiccionales, denominándose como Rota Missoes (Brasil), Ruta Jesuítica (Paraguay), Camino de los Jesuitas (Misiones, Argentina).Misiones y la Conformación del Estado Nacional.Con la revolución de mayo de 1810, se trató de fortalecer estas tierras, con el apoyo de Manuel Belgrano y sus tropas. Irrumpió también Andrés Guacurarí, guerrero guaraní adoptado por José Gervasio Artigas, líder de la Banda Oriental. Libró cuatro batallas sobre el pretendido territorio de misiones. Su participación en la lucha por la independencia y la protección de las fronteras de Misiones fueron fundamentales. Comienza a reconocerse la gran importancia de su épica hazaña.En 1814 se incorporó a Misiones a la gobernación de Corrientes. Hasta la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870) permaneció prácticamente olvidada, asumiendo un papel primordial en el paso de tropas durante la contienda. Al finalizar la guerra, se fijaron los limites con Paraguay mientras que con Brasil se perdió una amplia porción de tierra en el Laudo Cleveland en 1895. Se configuró el proyecto de modernización del país con la generación del 80. Misiones fue declarado Territorio Nacional en 1881, separándose de Corrientes. En 1876, se promulgó la Ley de Inmigración y Colonización, acontecimiento que cambió la fisonomía y el paisaje de Misiones y su gente. Arribaron corrientes migratorias promovidas por el incentivo gubernamental y por la acción privada. Ya hacia fines de la década de 1940, Misiones era una verdadera sociedad plural, en la cual conviven numerosas etnias, confesiones religiosas y nacionalidades, habitado por personas provenientes de países tan disímiles y distantes como Alemania y Paraguay, Austria y Brasil, Dinamarca y Ucrania, España y Líbano, Siria y Finlandia, Inglaterra y Rusia, además de franceses, italianos, noruegos, polacos, suecos y suizos. (Gran Atlas de Misiones. 2015: 84)En la etapa de consolidación del Territorio Nacional, las principales comunicaciones se dieron por vía fluvial, hasta 1912, unida oficialmente a Buenos Aires con la llegada del Ferrocarril. El turismo estuvo postergado durante largo tiempo, supeditado a la difícil comunicación de su geografía. La selva fue recuperando los espacios ocupados por los jesuitas, cubriendo de vegetación los restos líticos de los abandonados pueblos misionales. Los primeros turistas que llegaron a Misiones, tenían como destino visitar las ruinas, mucho más cercanas y accesibles que las Cataratas,? (Khatchikian, M. 1991: 35). En 1905, el Viriato, fue el primer barco que llevó turistas del puerto de Posadas a San Ignacio. El propietario, armador José Novoa, estableció un servicio regular, incorporando además al vapor Sol de Mayo. La firma Jacobsen Hnos. en 1911 realizó el primer turismo organizado a San Ignacio, con escalas en Hohenau (Paraguay) desde donde se visitaban las ruinas de Trinidad y Jesús, y otras escalas en puertos intermedios como Corpus. Aunque algunos barcos llegaban hasta Iguazú, las condiciones inhóspitas no siempre permitían llegar a las Cataratas del Iguazú, situación que fue cambiando paulatinamente con la mejora de las comunicaciones, especialmente de rutas y caminos.Sin duda alguna, las obras realizadas por el Arquitecto Alejandro Bustillo en el Territorio Nacional de Misiones durante el siglo XX en la década del ´30, ayudaron a definir en una escala territorial este paisaje cultural que comenzó a consolidarse a partir de su intervención.Las condiciones histórico-políticas que hicieron posible la llegada de Alejandro Bustillo a Misiones de la mano de su hermano Ezequiel Bustillo, quien era presidente de Parques Nacionales (PN) en su periodo fundacional, muestra una arquitectura definida por su entorno con fuerte raigambre nacionalista. Esta alianza virtuosa entre los hermanos, podríamos incluir a José María permitió que ambos trabajaran a favor del desarrollo de los recientemente conformados Parques Nacionales de Bariloche e Iguazú (PNI). Las obras construidas y su influencia sobre la arquitectura del período posterior, la del Movimiento Moderno en Misiones, es el tiempo anterior a la provincialización, donde se verá reflejado el quiebre entre la dependencia del antiguo Territorio Nacional y la idea de novedad, de desarrollo propiciada por ella. Cuando, al pasar de Territorio Nacional con las primeras obras a la condición de Provincia, se pueden mostrar convergencias y divergencias. Al ser la arquitectura representativa de la cultura de cada lugar, son además sus rasgos locales y típicos, las formas de vivir, la manera en que estos individuos veían su mundo, está impresa en los edificios públicos y privados. Bustillo abarcó con sus casi cuatrocientas obras tantas variedades, que los temas más diversos de nuestra cultura están representados en ellas. Misiones cuenta con un patrimonio todavía en uso, que mantiene su función original y pocos de sus usuarios conocen su importancia. Es el tiempo previo a ser provincia y había que construir ese territorio con algunas pocas intervenciones y ninguna de carácter nacional. Esto es lo que se encuentra representado por las obras de Bustillo, ello fue muy importante para sembrar las bases de lo que será la futura nueva provincia. Construir desde el orden y la salud, los centros de salud y las comisarías bajo la gobernación de Acuña. De esta manera se hace necesario visibilizar aquellas obras, incluyéndolas en circuitos turísticos que les muestren al visitante este patrimonio anclando en el orgullo de la pertenencia y a partir de ello en la construcción de identidad.Mapa N°3: Obras de Bustillo en Misiones ordenados cronológicamente.1934?Proyecto del pórtico del cementerio de La Piedad, Posadas, Misiones?Comisarías de Posadas, Oberá, Montecarlo, Corpus 1935?Residencia del Gobernador, Posadas, Misiones.?Plaza San Martín, Posadas, Misiones.?Parque Municipal, Posadas, Misiones.?Edificios de comisarías y resguardos aduaneros, Misiones. ?Vallado de las ruinas jesuíticas, San Ignacio, Misiones.?Intendencia del PNI, Misiones.?Hotel Cataratas (reforma y ampliación), PNI, Misiones.1937 ?Remodelación de la Plaza 9 de Julio de la actual Ciudad de Posadas, Misiones Fuente: Kuna-Basile, 2018Muchas de estas obras (Kuna-Basile, 2018) aún quedan en la provincia de Misiones, todo ello amerita a futuro considerar la posibilidad de incluirlas en los circuitos turísticos que propone la secretaría de Turismo. De Territorio a provincia.El abandono del Territorio Nacional a la provincialización de Misiones acaecido en diciembre de 1953, trajo consigo la construcción de obras consideradas básicas para a configuración de las instituciones recientemente creadas y el asentamiento de la nueva sociedad, así como un conjunto de edificios destinados a cubrir las necesidades de albergar a visitantes a la flamante provincia de claro matiz turístico, que requerían de equipamientos e infraestructura para su despegue.En la selección de repertorio, el lenguaje característico y el modelo de implantación en relación con el paisaje, no es casual que se generara a partir de un renovado sentido de identidad ya que si bien ancla en lo más profundo de cada ser provincialista, es difícil lograr tal sentido de coherencia ideológica. Ello es visible cuando eligen a la modernidad arquitectónica post Revolución Industrial como lenguaje que los caracterizará, cortando así con todo el pasado de la antigua administración territorial. De fuerte impronta europea con los Jesuitas y su el Barroco, el pasado inmigratorio y sus diferentes arquitecturas y su ornamentación - la modernidad se caracteriza por haber dejado atrás la ornamentación aplicada - y esta nueva arquitectura, ornamentada a partir de la selección de los materiales. ?El desembarco de la arquitectura del Movimiento Moderno en Misiones a partir de su Provincialización en 1953 constituyó un operativo excepcional a nivel nacional. El emprendimiento abarcaba a escala territorial desde el Plan Regulador Provincial, hasta un Plan Regulador para la ciudad de Posadas con la idea de posicionarla en su carácter de capital. A escala arquitectónica cubría las necesidades en cuanto a equipamiento administrativo, educativo, turístico y sanitario; complementándose con el vial y energético. La modalidad de adjudicación fue en la mayoría de los casos los Concursos Nacionales de Anteproyectos, lo que posibilitó que jóvenes arquitectos posteriores referentes de la modernidad argentina (Mario Soto y Raúl Rivarola, Clorindo Testa, Marcos Winograd) proyectaran y construyeran sus primeras obras. Los edificios proyectados para el equipamiento hotelero en una provincia de acentuado perfil turístico fueron uno de los puntos fuertes del Plan que contemplaba hoteles, hosterías y paradores distribuidos estratégicamente en diversas localidades. Al momento de concluirse fueron gestos de modernidad, la mayoría de las veces en poblados que apenas manifestaban rasgos de urbanidad, que contribuyeron fuertemente al desarrollo de aquellas comunidades. En la actualidad, pese a que no posean declaratorias formales de patrimonio, las obras siguen aportando al desarrollo turístico de la provincia, manteniendo en gran parte sus cualidades originales; conviviendo con un innegable carácter patrimonial que se verifica en la calidad espacial y constructiva, en el prestigio de sus autores y en la historiografía de la arquitectura argentina (Proyecto de Investigación MMM2 - Turismo patrimonial: El Movimiento Moderno en Misiones (2013/2015)La singularidad y la distinción de los paradores y hosterías del Movimiento Moderno en la provincia de Misiones está dada por las construcciones que se conjugaron con el entorno paisajístico de manera simbiótica, es decir, se fusionaron armónicamente naturaleza y arquitectura en un todo, y no de un modo en que la materialidad constructiva apareciera como implantada o incrustada en su entorno paisajístico. Se tuvo en cuenta el cuidado y el respeto al ambiente sin deteriorarlo, generando un bajo impacto, a través de acciones equilibradas y armoniosas precediendo a la vez, a los principios de sostenibilidad, que engloba en su más amplia acepción valores solidarios con el ambiente y las generaciones presentes y futuras. Con base a las numerosas obras, varias aún en funciones, se planificaron circuitos turísticos:, resultado de la investigación citada al pie del mapaMapa N°2: Circuito Turístico Arquitectónico del Movimiento Moderno de Misiones: Fuente: MMM Patrimonio, turismo y educación: la arquitectura del Movimiento Moderno en Misiones. 16 H 313 SINVYP FhyCS UNaM 2010 2012ReferenciasCircuito Rojo: 200 km. Duración: 2 días.1. P osadas: Unidad sanitaria (1956 Testa Davinovic, Gaido, Rosi), Hotel de Turismo e IPS (1959, Soto y Rivarola), Correos y telecomunicaciones (1960 Dirección de Arquitectura de la Dirección General de Correos).2. San Ignacio: Parador Turístico (1957), Testa, Davinovic, Gaído y Rossi.3. Santo Pipó: Comisaria (1956 Testa ,Gaido, Rossi) Derribada en 2013. Al momento del diseño del circuito aun se hallaba en pie.4. Montecarlo: Hostería de Turismo (1957, Soto y Rivarola)5. Eldorado: Hotel de Turismo (1957, Winograd, Sigaly Vapñarsky)Circuito Verde: 260 km. Duración: 2 días.6. Apóstoles: Hostería de Turismo (1957 Soto y Rivarola).7. Leandro N Alem: Escuela Normal Nº 1 ?Domingo F. Sarmiento? (1957-62 Soto y Rivarola). 8. San Javier: Hostería de Turismo (1957 Soto y Rivarola).9. El Soberbio: Unidad Sanitaria (1956 Testa y Davinovic, Gaido, Rossi).Otras obras identificadas en las distintas etapas de la investigación , son: Comisaría de Dos de Mayo; Centro de Atención Primaria de la Salud de Villa Sarita-Posadas; Centro de Atención Primaria de la Salud de Panambí; Centro de Atención Primaria de la Salud de El Soberbio; Parador Turístico de Aristóbulo del Valle y Parador Turístico de San Pedro.En 2012 la Escuela Normal de Leandro N Alem fue declarada Monumento Histórico Nacional por iniciativa del equipo de investigación del MMM dirigido por Gayetzky. La repercusión mediática de la nefasta demolición de la comisaría de Santo Pipó en 2013, impactó en designación de patrimonio a las obras presentes en distintos municipios: la ciudad de Posadas con el CAPs de Villa Sarita, San Ignacio con la ex Hostería del Automóvil Club Argentino ? ACA-, actual SI Hostel, Apóstoles con la ex Hostería del ACA, en manos del Sindicato de Luz y Fuerza y la Terminal de Ómnibus de Eldorado.El patrimonio industrial e inmigratorioLas acciones referidas al patrimonio jesuítico guaraní, más allá de que se encuentran en diferentes estados de avance y continuidad, muestran la legitimación social del mismo. No es igual la situación de otros activos patrimoniales que consideramos relevantes para la provincia por reflejar otros momentos singnificativos en su devenir histórico, social y cultural. Es el caso del vastísimo legado aportado por los inmigrantes con gran diversidad de origenes y de funciones, técnicas constructivas y fuertes adaptaciones esencialmente en respuesta a las condiciones climaticas, el patrimonio industrial ligado a los cultivos tradicionales como el té y la yerba mate, la actividad forestal, el procesamiento de cultivos vernáculos para la elaboración de almidón de mandioca, la rapadura de caña de azúcar y otros que aún esperan su reconocimiento, promoción y puesta en valor. (ICOMOS Argentina. 40 años. 2014: 167)La yerba mate, planta utilizada como bebida, tintura y medicina por los guaraníes, continúa siendo la base de la economía misionera. La actividad derivada del cultivo, cosecha (tarefa), secanza e industrialización, atravesó distintos procesos, desde la forma artesanal de elaboración y secanza en barbacuá a los actuales molinos con alta tecnificación acelerando las etapas de estacionamiento y envasado final. El consumo de la yerba mate como infusión para mate frío o caliente, mate cocido en saquitos o instantáneos, en los países de Argentina, Paraguay y Brasil se extendió a otros paises del mundo. En los ultimos años se incorporó el uso de la yerba mate en la gastronomia, especialmente en la cocina-fusión, en platos dulces, salados, licores y perfumes. Algunos secaderos reciben a visitantes con el propósito de difundir y promover su consumo. Se creó tambien la Ruta de la Yerba Mate, ruta turística con propuestas de circuitos incluyendo a molinos yerbateros, a restaurantes, agencias de viajes, hoteles, y una Asociación de la Ruta de la Yerba Mate (ARYM) que los nuclea, bajo un protocolo de calidad.Apóstoles, sede de la Fiesta Nacional de la Yerba Mate, es la localidad que mayor cantidad de molinos yerbateros posee y un Museo (Juan Szychowski), en homenaje a uno de los pioneros.El cultivo e industrialización del te, planta exótica, fue introducida en las primeras décadas del siglo XX, alcanzando un gran auge en la localidad de Campo Viera, sede de la Fiesta Nacional del Te desde 1973. La ITA, Industria Tealera Argentina, en estado de abandono y deterioro, junto a plantaciones y secaderos de te, esperan por su puesta en valor. El producto agroalimentario e industrial del te y todo lo que a él se asocia, la economía, la cultura, el patrimonio agroindustrial de familias tealeras constituyen insumos para su valoración .Cabe destacar brevemente otros insumos en el escenario patrimonial misionero:El tesoro de los Jesuitas: Las misiones jesuiticas encierran en el imaginario popular, mitos y letendas en relación al tesoro celosamente guardado por los jesuitas en su éxodo, las apariciones de los dueños del tesoro, atrayendo a los buscadores, encontrándose permanente huellas de pozos que atestiguan su búsqueda.Los Mitos y leyendas: compartidos ampliamente en la región, se incluyen la leyenda de la diosa de la yerba mate (Ca?a yar?í), la leyenda del Cerro Monje, los dueños del tesoro citado, el Pombero y el Yasí Yateré, y otros, que conforman ese conjunto de creencias de los habitantes.La arquitectura y el patrimonio vernáculo: Las formas constructivas locales y tradicionales tanto para la vivienda como para los galpones de labranza y secaderos se realiza utilizando elementos locales, fundamentalmente las tablas de madera, tacuaras y cañaverales, el palafito de troncos debido a la humedad, las casillas con techos a dos aguas, gallineros y criaderos de cerdos, son sumamente pintorescos al transitar por las serranías y zonas de campo, así como por las rutas y caminos vecinales. Aún son utilizados los carros de madera, conocidos como carro polaco, tirados por bueyes o caballos como medio de transporte y de labranza. Los trapiches, para la elaboración de azúcar artesanal y miel de caña, tirados por caballos o bueyes se continúan realizando en algunos parajes. (Ferreyra, A. 2018: 114)El patrimonio gastronómico ha cobrado gran importancia muy recientemente. En distintos eventos se ofrece una diversidad de alimentos típicos basados en la herencia cultural misionera y los variados aportes migratorios, cocina fusión, platos gourmet, son atractivos para convocar a locales y visitantes.También merece señalarse otro ápice distintivo de la cultura misionera, la diversidad de lenguas. La lengua ha sido una cuestión crucial en la construcción de su identidad. Primero, el guaraní, después el español traído por los jesuitas, que se entremezcló con el español, dando lugar al ?guarañol? potenciado por la frontera con el vecino país de Paraguay y la provincia de Corrientes (en ambos el español y el guaraní son idiomas oficiales). En la frontera con el Brasil sucede algo similar, se habla el ?portuñol?, resultado de la conjunción portugués-español, dada la influencia del país lindante, y posteriormente un sinnúmero de lenguas que llegaron en el equipaje de los migrantes de países diversos a fines del Siglo XIX y principios del Siglo XX, principalmente en el período de entreguerras. Y entonces, fue el idioma oficial, el castellano (español) el que imbrincó fuertemente los saberes ancestrales, el pasado jesuitico, el bagaje cultural de los inmigrantes, en la configuración de la cultura e identidad misionera.La música presenta una diversidad de melodías y lenguajes traídos por la inmigración, música regional con fuerte influencia del Paraguay y Brasil y los Mby?a. La danza hace lo propio, diversa, alegre y colorida, que generalmente concurren a lucirse en la Fiesta Nacional del Inmigrante y en otras festividades religiosas o eventos vinculados a la producción local.Otras artes plásticas, la pintura cuyo tema destacado es el colorido paisaje y costumbristas, muralismo con imágenes de la historia, esculturas en piedra y madera, la literatura, el cine, las artesanías, son cuestiones aún no abordadas, poco o casi no estudiadas, que forman parte de las expresiones culturales de Misiones, y aguardan silenciosamente su reconocimiento.A MODO DE CIERREEl amplio desarrollo del capítulo pretende evidenciar un legado ancestral que pervive en la joven provincia, de su despoblamiento y repobamiento continuos y discontinuos, resultado de los avatares de su larga historia. El legado material e inmaterial es sumamente rico y diverso, y puede parecer y aparecer como carente de identidad. Sin embargo, es precisamente esa peculiaridad, su rasgo más distintivo. Un mosaico de culturas muy diferentes se mimetizaron en la tierra colorada, en un paisaje cultural compuesto por capas superpuestas de su historia pasada y presente, conviviendo en armonía, en la ?búsqueda de la tierra sin mal? para visibilizarse y expresarse en esa construcción colectiva de su identidad.Si bien paulatinamente se promulgan leyes de protección del patrimonio, de restos pétreos y obras aun en pie, requiere imperiosamente de instrumentos y de politicas culturales para su defensa y salvaguarda antes que el tiempo y las decisiones desacertadas, destruyan despiadamente su existencia.Paulatinamente también, algunos pueblos de Misiones (Cerro Corá, Santa Ana, Candelaria) emprendieron un turismo de baja escala, con actividades turístico-recreativas que incluyen desayunos o almuerzos regionales, caminatas, peregrinaciones, paseos históricos culturales, invitando a conocer su entorno natural y cultural y contribuir a generar ingresos económicos.Corresponde finalmente señalar, que a pesar del intento por relatar el patrimonio histórico cultural de Misiones en estas breves páginas, restan todavía mucho por conocer e investigar para recomponer el gran rompecabezas de su historia, de su pertenencia e identidad.BIBLIOGRAFÍA- Ferreyra, Alba Cristina. 2018. Itinerarios Turísticos Culturales en las Misiones Jesuíticas de Guaraníes del río Uruguay. Misiones. Argentina. Tesis de Maestría. Universidad Nacional de Quilmes. Buenos Aires.- Ferreyra, Alba Cristina. Gayetzky, Graciela Cecilia. 2015. La Nueva Hotelería: El Movimiento Moderno en Misiones como antecedente de la regulacion del alojamiento y lineamientos sostenibles. Primer Encuentro de Comités Latinoamericanos de ICOMOS del Siglo XX. ICOMOS. Buenos Aires. - Ferreyra, Alba Cristina. 2015. Circuitos de Modernidad en Posadas. En CICOP. Congreso Vivir la ciudad. Posadas. Misiones.- Furlong, Guillermo, S, J. 1978. Misiones y sus pueblos de Guaraníes. Lumicop y Cía. Posadas. Misiones.- Gayetzky de Kuna, G. y Basile, A. 2018. CIUDAD E IDENTIDAD. Caso: Arquitectura de Alejandro Bustillo en Posadas-Iguazú, Misiones. En CICOP, Congreso Vivir la ciudad. Posadas. Misiones.- Gayetzky de Kuna, G. y Basile, A. 2018. Entender en territorio mediante asentamientos yerbateros en Misiones. 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Gayetzky, Graciela.- MMM2- Turismo Patrimonial. La Arquitectura del Movimiento Moderno en Misiones 2. Cód. 16H374. Universidad Nacional de Misiones Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, SINVYP. Investigadores: Lic. Alba C.Ferreyra, Prof Rubén Stazuk, Lic Natalia Vrubel, Arq Mirta Contreras, auxiliares A. Basile, P. Bojanovich, A. Kunkel, N. Lorenzo, M. B. Vedoya; directora: Dra Arq Graciela Gayetzky.- MMM3 ? REGISTRO, CATALOGACIÓN Y PROTECCIÓN: LA ARQUITECTURA DEL MOVIMIENTO MODERNO EN MISIONES. Código 16H473. Directora: Gayetzky, Graciela Cecilia, y Directores de Área Temática: Ferreyra, Alba Cristina y Vrubel, Natalia y equipo interdisciplinario.Webgrafía- Conferencia Mundial de la UNESCO sobre el Patrimonio Cultural, México. 1982. http://portal.unesco.org/culture/es/files/35197/11919413801mexico_sp.pdf/mexico_sp.pdf. Fecha de consulta: Diciembre de 2013.-Carta de Itinerarios culturales. (2008). ICOMOS. http://www.international.icomos.org/charters/culturalroutes_sp.pdf. 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