ITA-NOA   24624
INSTITUTO DE TECNOLOGIA AGROINDUSTRIAL DEL NOROESTE ARGENTINO
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Selección de cepas de levaduras autóctonas de bioetanol de destilerías de Tucuman.
Autor/es:
PERERA, M. F.; WELIN, B; CANSECO GRELLET, MARÍA ALEJANDRA; AHMED, PABLO MIGUEL; DANTUR, KARINA INÉS; RUIZ, M; CASTAGNARO, AP
Reunión:
Jornada; XXII Reunión Técnica Nacional de la Caña de Azúcar; 2022
Resumen:
Entre los biocombustibles, el bioetanol es el más utilizado a nivel mundial (Eardley y Timson, 2020). La producción de bioetanol a base de caña de azúcar en Argentina se estimó en 542 millones de litros durante el período de cosecha del año  2021 y contribuyó con aproximadamente el 47% del etanol total producido en el país. En la producción industrial de bioetanol de caña de azúcar el mosto de fermentación puede estar compuesto por jugo de caña, melaza o una mezcla de ambos, y la levadura de panadería Saccharomyces cerevisiae se utiliza frecuentemente como cultivo iniciador (Mohd Azhar et al., 2017). Las células de levadura se reciclan mediante centrifugación y tratamiento ácido antes de ser reutilizadas como iniciadores en el siguiente ciclo de fermentación. Las levaduras industriales están expuestas a diversas condiciones de estrés simultáneas o secuenciales impuestas por el propio proceso, tales como altos títulos de etanol, presión osmótica, alta temperatura, bajo pH e interrupciones del proceso, todas ellas intensificadas por la práctica del reciclaje celular (Basso et al., 2011; Walker y Basso, 2020). La capacidad fermentativa y la viabilidad de las células de levadura, así como su capacidad para soportar condiciones industriales estresantes, son características importantes requeridas para la producción eficiente de bioetanol (Stambuk et al., 2009). Por lo tanto, el uso de cepas iniciadoras más tolerantes a las condiciones adversas del etanol industrial es una forma prometedora de llevar acabo una producción de etanol económicamente más viable (Ceccato-Antonini y Covre, 2021). Estudios recientes han demostrado que las cepas S. cerevisiae autóctonas de producción industrial de bioetanol podrían ser adecuadas para iniciar el proceso de fermentación fabril, ya que se adaptan/aclimatan mejor a las condiciones operativas de fermentación. Los linajes genéticos “industriales” domesticados de S. cerevisiae son más competitivos y posiblemente más tolerantes a diferentes condiciones de estrés industrial que la levadura de panadería habitualmente utilizada como iniciador (da Silva Filhoet al., 2005; Basso et al., 2008). Teniendo en cuenta los antecedentes citados, se seleccionaron cepas de levaduras industriales adaptadas a las condiciones intrínsecas de producción de bioetanol a través de la evaluación de sus propiedades tecnológicas, fisiológicas y ecológicas.