INPA   24560
UNIDAD EJECUTORA DE INVESTIGACIONES EN PRODUCCION ANIMAL
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Reducción de defectos herniarios umbilicales en terneros Holando mediante el uso de aloinjertos de pericardio
Autor/es:
MOSCUZZA, CARLOS HERNÁN; GARCIA, JORGE; CANTATORE, SOFIA; TAMBELLA, VICTORIA; RODRIGUEZ, MARCELO
Lugar:
Tandil
Reunión:
Jornada; Primeras Jornadas Internas de Investigación de Ciencia y Posgrado, FCV-UNCPBA; 2018
Institución organizadora:
FCV_UNCPBA
Resumen:
En los sistemas de producción lechera, la crianza artificial es una actividad clave que influye directamente en la reposición de hembras (Godden & McGuirk, 2008). Las hernias umbilicales tienen una alta ocurrencia en terneros, debido a una debilidad de la pared abdominal por un proceso infeccioso, o una base genética, especialmente en la raza Holando (Dist et al., 2002). Se han desarrollado una serie de técnicas quirúrgicas para la resolución de los procesos herniarios, cuya invasividad varía según la severidad del proceso (Abass, 2008; Al-Sobayil & Ahmed, 2007; Baird, 2008). En defectos extensos se ha reportado el uso de mallas prostéticas sintéticas de polipropileno, aunque el elevado costo del material restringe su aplicabilidad a nivel productivo (Burger et al., 2004; Earle & Mark, 2008). El objetivo del presente trabajo es estandarizar la técnica quirúrgica de colocación de aloinjertos de pericardio bovino en defectos herniarios umbilicales de terneros Holando. Los animales incluidos en el trabajo fueron 4 terneros Holando menores a seis meses de edad que presentaron procesos patológicos umbilicales con anillo herniario mayor a 5 cm. Los casos fueron derivados por los veterinarios del medio rural al Hospital Escuela de Grandes Animales (HEGA), FCV-UNCPBA. Cada uno de los pacientes fue ingresado al HEGA para su atención médico/quirúrgica, donde se les realizó un examen clínico general complementado con diagnóstico ultrasonográfico. Las intervenciones quirúrgicas y el manejo postquirúrgico siguieron rigurosamente los requisitos de bienestar animal. El protocolo anestésico utilizado fue: sedación con xilazina (0,05 mg/kg EV); la inducción se realizó con ketamina (5 mg/kg) y diazepam (0,3 mg/kg) y el mantenimiento se realizó con un goteo continuo de xilazina (0,1 mg/ml) y ketamina (1 mg/ml). Para insensibilizar la zona a intervenir se realizó una anestesia epidural lumbosacra con 5 ml de lidocaína al 2%. Se realizó en el post quirúrgico inmediato una terapia de antibiótico de amplio espectro y antinflamatorio.El pericardio bovino se obtuvo de piezas anatómicas de frigorífico. Se trasladaron en fosfato bufferado. Se trató con glutaraldehido, medio antibiótico/antimicótico y se conservaron en glicerina a 4ºC (Collatusso et al., 2012; Gallo et al., 2013). A partir de la reacción inflamatoria, se evaluó la aceptación/rechazo entre los 7-21 días post cirugía por medio de examen ecográfico, teniendo como control el examen ecográfico al día uno post quirúrgico. El equipo utilizado fue un Sono Scape A5, con transductor lineal y microconvexo. La técnica quirúrgica desarrollada a continuación se practicó en los cuatro casos, incluyó incisión elíptica de piel y subcutáneo de 10 cm de longitud, se divulsionó el subcutáneo hasta el reconocimiento del anillo herniario. Se incidió el anillo herniario mediante diéresis con conducción. Se resolvió la patología propiamente dicha (onfaloflebitis en dos casos, dos casos absceso umbilical comunicante). Se reavivaron los bordes del anillo herniario, se adaptó la pieza de pericardio a la forma del defecto, manteniendo un margen de seguridad de 1,5-2 cm. Con aguja atraumática doble, se practicaron puntos discontinuos ?U horizontales? de profundidad superficie, contrarios y respetando cuadrantes, con Nylon Nº 0.25. Sobre la prótesis presentada se practicó una sutura continua simple como refuerzo del perímetro de la lesión con Nylon Nº0.30. Se suturó el subcutáneo reduciendo el espacio muerto con sutura similar. Se suturó con patrón de ?guarda griega? con Nylon Nº 0.40. La técnica quirúrgica clásica corregir para defectos herniarios no reductibles por medio de suturas, utilizando mallas de polipropileno comerciales ha demostrado un éxito del 80% (Bibeck, et al, 2009; Venclauskas et al., 2008), mientras que los 4 casos intervenidos con el aloinjerto de pericardio han logrado corregir estos defectos. El abordaje quirúrgico clásico con el animal en decúbito dorsal permite el ingreso de forma segura al anillo herniario, evitando comprometer estructuras subyacentes (Tunner , 2011) en el caso de la colocación de la prótesis de pericardio bovino, favorece además, la correcta adaptación y fijación al defecto, sin que se hagan bolsillos o pliegues. Las evaluaciones ultrasonografías a las 24 h post intervención evidenciaron la integridad del pericardio y las suturas en todos los casos. Al día 7 se observó una deformación en más a la palpación que al examen ecográfico fue compatible con una reacción inflamatoria sin particularidades, entre la prótesis íntegra y el subcutáneo. A los 21 días, en todos los casos, remitió el proceso inflamatorio sin posibilidad de diferenciar el defecto herniario de la pared abdominal. La ecografía demostró ser una técnica exitosa a la hora de evaluar la reacción postquirúrgica y la integridad de la malla de polipropileno. Los mismos resultados fueron obtenidos en la evaluación del éxito quirúrgico de la utilización de la prótesis de pericardio, destacando la simplicidad de realización y la mínima invasividad. En todos los casos, en los que se utilizó la malla comercial, se observó una zona de edema en la herida entre el día 7 y 15 postquirúrgico (Villar et al., 2011). Esta situación se repite al utilizar la prótesis de pericardio bovino, resolviendo el edema completamente al día 30, manteniéndose la integridad de la prótesis, sin existir soluciones de continuidad. En el presente trabajo se demuestra que el aloinjerto de pericardio es una alternativa viable y económica, a la malla comercial de polipropileno, para su utilización en la corrección de defectos herniarios extensos, en terneros Holando. En ninguno de los casos estudiados se observó rechazo al material, que luego de su procesado queda inerte. Por su fácil colocación y practicidad en el manejo postquirúrgico, permite que el animal se mantenga dentro del sistema productivo, sin necesidad de una hospitalización.