INVESTIGADORES
CERUTI Maria Constanza
artículos
Título:
Montañas sagradas y santuarios en la isla de Elba
Autor/es:
MARÍA CONSTANZA CERUTI
Revista:
Histopía
Editorial:
Filosofía e Historia Universal
Referencias:
Año: 2020 p. 13 - 27
Resumen:
El presente trabajo se centra en el estudio antropológico e histórico de la dimensión simbólica de las montañas en Elba, la isla más extensa del archipiélago toscano. Las experiencias de campo realizadas por la autora, a través de ascensiones, entrevistas informales con residentes locales y visitas a centros de peregrinaje y museos, permitieron reconocer los principales santuarios elbanos situados en colinas o laderas montañosas, que incluyen el templo dedicado a la Virgen de las Nieves en Laconella, la capilla románica de Nuestra Señora de las Gracias en Capoliveri y la antigua iglesia en San Piero. La sacralidad de las montañas elbanas hunde sus raíces en la prehistoria, con depósitos votivos de la Edad del Bronce en lugares elevados de la geografía insular.En tiempos de la civilización etrusca, las máximas alturas funcionaron como santuarios. Tal parece ser el caso del distintivo monte Volterraio, posteriormente sede de una fortaleza medieval. La romanización del paisaje montañoso se evidencia en el nombre de Monte Giove, con el que se conoce a uno de los contrafuertes del monte Capanne, el más elevado de la isla. La sacralidad ha perdurado hasta nuestros días, en la importancia del santuario de Madonna del Monte como lugar de peregrinaje y devoción popular. Durante el renacimiento italiano, el monte Falcone se revistió de fortalezas que la familia Médici mandó a construir para proteger a la utópica ciudad de Cosmópolis del ataque de flotas piratas. Uno de los principales centros de peregrinaje de Elba, Monserrato, fue construido en el siglo XVII en un paraje circundado de montañas, y funcionó como hogar de monjes ermitaños durante el siglo XIX. Uno de los cerros vecinos ha sido elegido para la erección de una gran cruz de metal. Algunos santuarios de montaña han visto fortalecido su carácter emblemático por su asociación con la figura histórica de Napoleón Bonaparte, quien transcurrió parte de su exilio en la isla de Elba. Actualmente, los santuarios elbanos siguen cumpliendo su papel como lugares de peregrinación y veneración religiosa, en contextos donde el turismo agrega nuevas capas, a la ya densa estratigrafía simbólica de las montañas de la isla.