INVESTIGADORES
LIDA Miranda
congresos y reuniones científicas
Título:
Contexto social y político del conflicto por el arzobispado acéfalo en Buenos Aires, 1923-1926
Autor/es:
LIDA, MIRANDA
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Jornada; Clericales y anticlericales: un siglo de controversias; 2011
Institución organizadora:
Depto de Historia, Universidad Di Tella
Resumen:
En 1923, Monseñor de Andrea, figura conspicua del clero porteño, es propuesto por el Senado Nacional como candidato para el arzobispado de Buenos Aires, y va primero en la lista, a pesar de ser el más joven de todos los nombres que se barajaron. Por costumbre, y porque desde el siglo XIX las designaciones de los obispos solían manejarse con las reglas del viejo patronato, el gobierno nacional elevó a la Santa Sede la propuesta y se sentó de brazos cruzados a aguardar su aprobación. A pesar de que el presidente tenía preferencias por el segundo de esa lista, Mons. Alberti, el obispo de La Plata, y no por De Andrea, al que consideraba demasiado joven e impetuoso como para aspirar al único arzobispado del país, elevó la candidatura de todas formas, puesto que no quería desairar a los senadores, lo cual habría provocado un conflicto institucional. Las cosas no funcionaron, sin embargo. A los pocos días, empezaron a circular rumores de que nada sería fácil con la Santa Sede. Ante estas circunstancias, De Andrea defeccionó. Lo hizo de la manera más alevosa posible: acompañó su renuncia con un "manifiesto" (así se lo llamó) que hizo publicar en la gran prensa porteña ?me refiero a la prensa laica ?seria?, como el diario La Prensa? en el que se dirigía al público porteño para explicar su decisión de resignar a tan alto cargo. Claro que esto no era algo que se estilara en la Iglesia Católica que, en asuntos espinosos, suele manejarse con la mayor discreción. Pero De Andrea era un sacerdote de gran "figuración" en la sociedad, así que no se iba a privar de darle publicidad al asunto. Para complicar las cosas y darle un aspecto turbio a todo esto, De Andrea hizo referencia a la mala predisposición que tenían hacia su persona algunas figuras del alto clero, por lo cual no esperaba una respuesta favorable. Y cual una profecía autocumplida, su designación no fue aceptada, lo cual provocó un verdadero escándalo, además de interminables debates cuyos ecos han perdurado hasta el día de hoy. La publicación reciente de varios libros sobre el conflicto es prueba de la persistencia que encontró el affaire De Andrea en la memoria colectiva del catolicismo argentino: según este relato, el máximo exponente del clero así llamado liberal fue impedido de acceder a la más alta jerarquía eclesiástica. Pero esta es una construcción muy ex post, dado que en 1923 De Andrea no tenía hecha su fama de católico liberal (esta fama es una construcción de varias décadas después). Todo esto no es más que un relato mítico que es forzoso desarmar.