Debates del exilio francés de Nueva York durante la ocupación nazi. Su recepción en la Revista de los intelectuales europeos en América (Buenos Aires, 1942-1946)

LIDA, MIRANDA

Rosario

Jornada; II JORNADAS INTERNACIONALES DE HISTORIA DE LOS/AS TRABAJADORES/AS Y LAS IZQUIERDAS; 2021

Universidad Nacional de Rosario

La Revista mensual de los intelectuales europeos en América hapasado mayormente inadvertida en la historiografía argentina. Dicha revista fuefundada en 1942 por Adolfo Bioy (padre), de ascendencia francesa, que teníaestrechos vínculos con De Gaulle y, además, participó de movimientos políticosde solidaridad para con la resistencia francesa en los años de la SegundaGuerra Mundial. La revista sirvió de red solidaria para con los exiliadosfranceses (huidos de la Francia ocupada) que se establecieron en distintospaíses del continente americano (mayormente en Estados Unidos). En especial, seconectó con la Maison francaise de Nueva York, con la que colaboróestrechamente en tareas de propaganda antifascista y pro gaullista. En suspáginas se entrecruzan varias temáticas: el antifascismo en su deriva gaullista(es decir, impregnado de fuertes sentimientos nacionalistas); las estrechasredes con los exiliados democristianos franceses que se establecieron enEstados Unidos durante la ocupación nazi de Francia, comenzando por el propioJacques Maritain; la impugnación del régimen de Vichy y la denuncia del nazismoy del Holocausto, así como también la preocupación por el protagonismosoviético en la Segunda Guerra Mundial, en especial, después dela batalla deStalingrado; las redes tendidas, a su vez, con el antifascismo liberalargentino, así por ejemplo la relación con el grupo Sur que, a la sazón,publicó durante los años de la ocupación de París la revista Lettresfrancaises, que reunió plumas francesas del exilio. En este contexto, larevista puso en marcha una operación intelectual significativa: recuperó textosde Joseph de Maistre, leídos en una clave singular: no se lo lee como uno delos principales pensadores del tradicionalismo francés, sino como un testigoprivilegiado de la derrota de Napoleón en suelo ruso, en una transliteración enla que se pasaba por alto (nada menos) la revolución rusa y el estalinismo. Recuperar el lugar de esta revista en las redes del antifascismoliberal- conservador ayuda a reconstruir todo su espesor y, a su vez, lacomplejidad y vastedad de sus contactos transnacionales, lo cual permite pensarque este tipo de redes de intelectuales anticomunistas precedió la guerra fría(v.g., el Congreso por la Libertad de la Cultura).