Sobre la historia de la cultura en Argentina

AGÜERO, ANA CLARISA

PROHISTORIA

MANUEL SUÁREZ EDITOR

Lugar: Rosario; Año: 2022

1514-0032

Nacido como intento de balance de la historia cultural contemporánea, el texto parte de una paradoja: el contraste entre un máximo de presencia de la nota "cultural" y un mínimo de consistencia disciplinar, algo sensible no sólo respecto de las grandes áreas de la historiografía argentina (económica, política, social) sino también de otras definiciones más acotadas con las que por momentos se solapa (como historia del arte o historia intelectual). Ese panorama estimuló ciertas conjeturas, que guiaron la mirada tanto hacia el presente como hacia el pasado. La primera, que desde los años noventa, y por razones no sólo historiográficas, el impacto de las nuevas historias culturales noratlánticas favoreció un corte con ciertos desarrollos vernáculos anteriores, discontinuos pero expresivos de la prolongada pretensión integradora de la historia cultural. Así, los primeros apartados remontan la "historia cultural" o "de la cultura" siguiendo esos significantes "nativos", a los que se acuerda cierta voluntad disciplinar. El recorrido lleva al menos a dos momentos relevantes, los años cuarenta/cincuenta y los ochenta, de los que se consideran algunas experiencias y figuras conocidas desde un nuevo ángulo y se subrayan tanto la discontinuidad como ciertas pérdidas. La segunda, que aquella interrupción tuvo un costo en términos formativos y de ánimo proyectivo. Siendo favorable a muchas hibridaciones con ganancia, fue desfavorable en términos de una específica acumulación problemática, metodológica o conceptual -también más capaz de enfrentar los dilemas de la historiografía en general. En ese marco, antes que inventariar el profuso e inasible universo de las historias de inflexión cultural, los apartados finales buscan situar la propia culturización y señalar algunos de los grandes movimientos que marcaron la práctica en los últimos treinta años. Siendo un texto forzosamente parcial y situado, su cierre puede leerse como el convite a establecer un diálogo tenso con ese legado transmitido a medias y a estrechar el lazo con las otras historias; todo en el sentido de recuperar conciencia disciplinar, voluntad integral y ánimo proyectivo, algo central para cualquier historiografía de cierta ambición.