IIDYPCA   23948
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN DIVERSIDAD CULTURAL Y PROCESOS DE CAMBIO
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Planificación y cambio en áreas rurales norpatagónicas
Autor/es:
PAULA GABRIELA NÚÑEZ; CAROLINA MICHEL
Lugar:
Santa Rosa
Reunión:
Congreso; VII Jornadas De Historia De La Patagonia; 2016
Institución organizadora:
Universidad Nacional de La Pampa
Resumen:
El trabajo que se propone para la mesa tiene como objetivo indagar la forma en que se institucionalizó el modelo de desarrollo propuesto en la última década en el sector rural de la región de norpatagonia Argentina y la territorialidad implícita en esta propuesta. Como primer elemento de análisis se revisará la noción de desarrollo como base de la perspectiva que el Estado Nacional toma como fundamento para implementar distintos cambios gestionados desde múltiples agencias. El concepto de desarrollo ha ido modificándose a lo largo de los años como así también su forma de abordarlo en los espacios rurales. Estos cambios conceptuales han impactado en las instituciones buscando alejarse del pensamiento neoliberal de la última década del siglo pasado e iniciando un proceso para comprender mejor las nuevas y complejas demandas de la sociedad rural. Sin embargo, el modelo de desarrollo actual de la producción agropecuaria ha sido cuestionado desde diversos enfoques que a su vez contraponen modelos de desarrollo alternativos y que son particularmente atentos a economías de pequeña escala como la agricultura familiar. La pregunta que orienta este trabajo es comprender de qué manera las concepciones teórico - metodológicas sobre territorio, planificación y desarrollo, presentes en actores e instrumentos de planificación territorial rural, orientan los procesos de transformación del territorio. Para ello tomaremos dos casos de estudio que involucra una estrategia de desarrollo territorial rural. Para el caso de la provincia de Río Negro recorreremos el modo en que las planificaciones que buscan propiciar el reconocimiento de la agricultura familiar desde las diversas instituciones que se crean en función de la intención de propiciar cambios desde la construcción institucional.A partir de la caracterización de la red institucional reflexionaremos en torno a los cambios que se han propiciado desde este entramado, reflexionando las modificaciones que efectivamente se han establecido en el territorio.En el caso neuquino observaremos una iniciativa particular, el establecimiento de la denominación de origen del Chivito Criollo del norte neuquino. Tomamos esta estrategia pues la misma se planificó como apuntada a fortalecer el sector productivo enmarcado en la Agricultura Familiar. Este grupo productivo se destaca por ser un sector que no ha sido históricamente un tema en la agenda de cuestiones vinculadas al medio rural en Argentina y en estos últimos años, asociado a los cambios en los conceptos de desarrollo antes citados, se presenta cobrado un rol protagónico siendo los principales destinatarios de las políticas de Desarrollo Territorial Rural en la zona de estudio. La observación de iniciativas en las provincias de Río Negro y Neuquén nos permitirá, inicialmente, caracterizar diferencias como parte de ambas administraciones de modo de avanzar en reflexiones comparativas en la región norpatagónica, tomando observaciones de las áreas marginales a los centros productivos en ambas provincias.Uno de los elementos a destacar es que, mientras en Río Negro se recorre una red institucional sin iniciativas de cambio tan claras, en Neuquén contamos con una experiencia de cambio concreta. Ahora bien, en ambos casos no resulta evidente que la población que se presume como destinataria de estas políticas esté, efectivamente, siendo favorecida en el sentido previsto por la planificación. Entendemos que evaluar este tipo de experiencias de manera crítica genera conocimientos de utilidad para mejorar las prácticas de intervención en el territorio y presentar esta reflexión en la mesa que nos convoca nos permite abrir puertas a la comparación de distintos escenarios patagónicos que nos llevan a complejizar la permanente pregunta por la integración territorial.Entre las conclusiones a las que se arriba desde este análisis está que los modelos de desarrollo organizan la infraestructura y los servicios, determinando los tipos de usos de los territorios. La planificación territorial constituye un concepto que involucra un amplio abanico de procesos y políticas de distintas escalas que apuntan a la producción del territorio. Pero esta producción no es fortuita, sino que un territorio se produce a partir de la intencionalidad que sus actores manifiestan sobre ese espacio. Sin embargo, en la mayoría de los ?abordajes territoriales? de nuestro país predominan los análisis de la dimensión económica, junto con una acepción de territorio como unidad geográfica determinada, casi siempre como un espacio de gobernancia. La definición de ?territorio? por parte de órganos gubernamentales y agencias multilaterales no considera las conflictividades de los diferentes tipos de territorio contenidos en el ?territorio? de un determinado proyecto de desarrollo territorial. En este caso, el concepto de territorio pasa a ser instrumentalizado para atender los intereses de instituciones y expresa su propiedad más inestimable: la relación de poder.En esta condición, una determinada región es escogida para la implementación de políticas de desarrollo, en gran parte a partir de los intereses del capital. Las comunidades campesinas, evidentemente, tienen menor poder político y, por tanto, tendrán menor poder de decisión en la determinación de las políticas, por más que el discurso de las instituciones defienda el ?empoderamiento? de las comunidades rurales. De este modo, las políticas promueven el fortalecimiento de las relaciones capitalistas en detrimento de las no capitalistas, familiares y comunitarias. Esto es particularmente crítico en la observación del caso rionegrino, donde esta tensión genera una falta de articulación y mejora, a pesar de las numerosas iniciativas que en teoría buscan propiciar los cambios.En el caso neuquino, numerosos estudios demuestran que las denominaciones de origen promueven procesos de desarrollo regional. Para ello se suele mirar si están presentes elementos como la participación de los actores, la construcción de un proyecto en común de desarrollo, la construcción del territorio, la gobernanza territorial, entre otros. Al respecto podemos decir que el marco legal neuquino posibilita pero no es un indicador suficiente de que los procesos mencionados estén ocurriendo. Al mirar nuestro caso de estudio, los crianceros del norte neuquino poseen restricciones como consecuencia de múltiples factores: Reducción de las áreas de pastoreo por el uso competitivo del suelo por la actividad forestal y petrolera; la clausura y apropiación privada de las rutas de arreo; migración de jóvenes en búsqueda de empleo y escolarización; envejecimiento de los productores; dificultad para defender su producto en el mercado y escasa organización de los productores entre otros problemas, que son comunes a otras comunidades pastorales. Estas dificultades se suman a las condiciones estructurales que el sistema presenta por la fragilidad agroecológica, la tenencia precaria de la tierra, el bajo nivel organizativo, la dispersión geográfica, la distancia a los mercados y una oferta atomizada. Estos indicadores reflejan graves contradicciones de nuestra sociedad.Este tipo de estrategias de desarrollo pone énfasis entre los productos y su territorio pero no terminan de promover cambios sustantivos en la actual estructura de acumulación, continuando el orden preestablecido y sosteniendo una inserción internacional subordinada y funcional a la globalización del capitalismo transnacional. Una transformación profunda no puede ser reducida a políticas públicas sin preguntar primero si y de qué manera las estructuras sociales pueden ser cambiadas, y en esto nuestro trabajo busca hacer un aporte. Las debilidades de la planificación territorial y sus instrumentos pueden resumirse principalmente bajo la idea de que existe una incapacidad para desarrollar una comprensión cabal e integral de los procesos territoriales. Esta dificultad puede estar relacionada con carencias teórico ? metodológicas sobre el abordaje del territorio, con predominancia de concepciones físicas o sectorialistas. Este tipo de abordajes sectorialistas o temáticos poco integrales son importantes restricciones de la planificación territorial. La excesiva y artificial especialización de los instrumentos por temáticas (vivienda social, industria, etc.) tiende a fragmentar la unicidad del territorio de manera que se pierden de vista sus relaciones constitutivas y esto es lo que se observa como síntesis en los cambios, herramientas e intervenciones que se establecen en las áreas rurales no irrigadas de las provincias de Río Negro y Neuquén.