IIDYPCA   23948
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN DIVERSIDAD CULTURAL Y PROCESOS DE CAMBIO
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
: ?Devotos, ofrendas y promesas en el espacio religioso de la Virgen de las Nieves en San Carlos de Bariloche".
Autor/es:
NICOLETTI, MARÍA ANDREA Y BARELLI, ANA INÉS
Lugar:
CABA
Reunión:
Jornada; IV Jornadas de Religión y Sociedad en la Argentina COntenporánea y paises del Cono Sur (RELIG-AR); 2015
Institución organizadora:
Instituto de Historia Argentina y AMericana "Dr. E. Ravignani" Facultad de Filosofia y Letras, UBA y Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Luján
Resumen:
Las creencias religiosas y los cultos no escapan a la necesidad de contar con el espacio para su reproducción y crecimiento. A partir de los aportes de la geografía de la religión con las nociones de territorio y espacio, analizaremos la devoción mariana por excelencia de San Carlos de Bariloche: la Virgen de las Nieves, a través de las peregrinaciones y procesiones a su Gruta.Su presencia surgió cuando en 1944 un Teniente Coronel de la Escuela de Montaña, Napoleón Irusta, se salvó milagrosamente de un accidente de auto el 5 de agosto, día de la Virgen de las Nieves. En agradecimiento Irusta trajo una réplica de esta Virgen desde Buenos Aires y la colocó en una gruta natural a 10 kilómetros de San Carlos de Bariloche, camino al Lago Gutiérrez, en tierras del ejército, que se transformó en centro de peregrinación y devoción local y regional. En sus inicios la peregrinación a la Gruta estuvo fuertemente vinculada a los montañeses, al Ejército de Montaña y a la Fiesta Nacional de la Nieve. Con la creación de la diócesis de Bariloche en 1993 la Virgen de las Nieves se constituyó oficialmente en su Patrona. Su devoción se popularizó y la peregrinación se masificó trascendiendo inclusive la organización inter parroquial. El espacio donde se desarrolla la práctica devocional se encuentra organizado en función de las diferentes motivaciones de los fieles. Para pensar un territorio necesitamos agencias, acciones y una porción de la superficie terrestre localizada y delimitada (Benedetti, 2001, 68)En este caso observamos claramente cuatro espacios que no interactúan entre sí, perfectamente delimitados, en el que las acciones devocionales de los distintos agentes construyen simbólicamente territorio sagrado: la Gruta a la que suben los exvotos, la palestra donde el Ejército realiza sus prácticas de montañismo, el predio adyacente a la Gruta donde se concentra la feligresía católica inter parroquial con sus pancartas y los puestos de venta de comida y objetos vinculados o no a la devoción mariana. En este conjunto devocional de espacios, el sitio central que construye territorio es la Gruta, a partir de la manifestación de la feligresía con la subida, los rezos y los exvotos. Su centralismo, predominio, dinámica interna y autonomía, posiciona a los restantes espacios como escenarios alternativos a su alrededor. Estos escenarios funcionan como ?entidades geohistóricas, como procesos abiertos y contingentes. Así, estas categorías espaciales no ?son?, sino que ?están siendo?. Y este estar siendo (?) se vincula especialmente (?), con las formas en que se construyen los sentimientos de pertenencia al lugar, con los modos elegidos por los grupos sociales para reivindicar sus formas de organización del espacio o su pertenencia a los lugares? (Benedetti,2011;67). Complementamos esta noción de territorio, con la caracterización que realiza Carballo como ?territorio simbólico? como construcción de un espacio sagrado, como una sedimentación simbólica-cultural del espacio. Por lo tanto, el territorio no se reduce ni se entiende únicamente en su función instrumental, sino también como objeto de operaciones simbólicas. Es decir, se puede caracterizar al territorio como el marco de prácticas culturales objetivas - fiestas, rituales, etc - y como objeto de representación, como símbolo de pertenencia social(Carballo, 2009: 29). En el tipo de territorio que estudiamos, las peregrinaciones y procesiones son una poderosa herramienta de construcción territorial como un ?desplazamiento por itinerarios pre-establecidos, con el fin de alcanzar lugares sagrados o realizar rituales en torno de puntos considerados significativos en términos étnico-religiosos? (Rosendahl, 2009:51). La peregrinación se vive desde la ?fe en caminar (que) implica la obtención de trascendencia [?], el peregrino poseedor de esta fuerza que se expresa en la vivencia espiritual, en el lugar ritualmente apropiado para tal manifestación, necesita trasladarse al lugar sagrado? (Rosendahl, 2009:53). En éste último caso, los sujetos no solo interiorizan al territorio a su sistema cultural, a través del caminar comunitario o personal a la Virgen superando la visión del territorio como objeto, sino que ?se construye por una realidad social ?interna? y pasa a convertirse en un territorio ?invisible? resultante de los procesos de interiorización del sujeto? (Carballo, 2009: 29).En este trabajo pondremos nuestro enfoque en la Gruta, como escenario desde el que se construye territorio simbólico ya que son los devotos a la Virgen quienes eligieron ese lugar y lo marcaron con sentimientos de pertenencia, imponiendo una dinámica propia a través de la subida y los exvotos. La metodología que utilizaremos es de tipo cualitativa a través del análisis de fuentes escritas (crónicas de la parroquia Inmaculada Concepción y Archivo del Obispado de la Diócesis de San Carlos de Bariloche); orales (entrevistas a sacerdotes y al Obispo de Bariloche) y audio-visuales (fotografías e imágenes marianas de bulto, fotografías y videos obtenidas en el trabajo de campo de las peregrinaciones).