Sentidos y territorios vivenciales de violencias y violentamientos en situaciones de encierro

BRIONES, C. Y M. TOMAS

Cordoba

Congreso; X Reunión de Antropología del Mercosur; 2013

Universidad Nacional de Cordoba

Para el sentido común y sus deseos, las instituciones penales parecen/debieran ser un lugar de condensación y encierro de los ?violentos? y sus ?violencias? y, por ende, el locus donde opera y se justifica un monopolio estatal de la fuerza legítima que busca sustraer a los peligrosos y los peligros de ?las calles?. Desde estas visiones, la preocupación se concentra en la posibilidad de que las cárceles sean ?puertas giratorias? que permitirían a ?los delincuentes? entrar por uno de los accesos y salir por otro. Las ?rejas? son sin embargo mucho más porosas de lo que se presume, aunque en otras direcciones. Por un lado, los efectos de la prisionización sobre los internos, sobre el personal y sobre las familias de unos y otros se heterogenizan según trayectorias y experiencias previas. Por el otro, el ?encierro? ni diferencia por completo ni neutraliza lo que amenaza a los sujetos tanto ?adentro? como ?afuera?. A partir del trabajo de campo en una institución carcelaria en una ciudad patagónica, proponemos entonces identificar sentidos sociales acerca de qué es violento/ violencia, la valoración diferencial que esas experiencias involucran y las moralidades subyacentes a tales valoraciones. Es con base en tales sentidos, valoraciones y moralidades que se van estableciendo diferentes umbrales para discriminar lo cotidiano (lo natural, lo esperable, el ?así son las cosas?), de lo que es ?zarpado? o excesivo, y de lo que se vive como violentamiento difícil de tolerar. Pondremos a su vez en relación estas valoraciones con su ocurrencia en tres tipos de territorios vivenciales: ?los barrios? de donde mayormente provienen quienes son privados de su libertad y sus custodios, la relación internos / personal penitenciario, y las relaciones de los internos con y entre sus propios cuerpos.