IIDYPCA   23948
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN DIVERSIDAD CULTURAL Y PROCESOS DE CAMBIO
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
El ordenamiento territorial de bosques nativos en Río Negro. Un ejercicio genealógico en clave escalar
Autor/es:
MARÍA CONSTANZA CASALDERREY ZAPATA
Libro:
Ordenar, regular, resistir. Disputas políticas por el espacio
Editorial:
Editorial de la Fcaultad de Filosofía y Letras de la UBA
Referencias:
Año: 2021; p. 125 - 164
Resumen:
La ley de bosques 26331, sancionadaen el año 2007, es la primera ley de presupuestos mínimos de protecciónambiental, figura que quedó establecida en el artículo 41 de la reformaconstitucional de 1994, pero también es la primera ley de ordenamiento territorialde alcance nacional. En efecto, propone al Ordenamiento Territorial de losBosques Nativos como el instrumento a través del cual zonificar el territoriocubierto con bosques nativos según tres categorías de usos: categoría I (Rojo):sectores que deben conservarse, sin ningún tipo de explotación; categoría II(Amarillo): sectores que no deben desmontarse pero se pueden explotar de manerasostenible; categoría III (Verde): pueden desmontarse parcial o totalmente. Asu vez esta zonificación, que debe realizar cada provincia, debe hacersesiguiendo una serie de ?criterios de sustentabilidad ambiental? establecidos enla ley y además implementando mecanismos de participación social. Esta concepción del OrdenamientoTerritorial (OT) presente en la ley está en línea con una perspectiva degestión que propone tomar al territorio como ?unidad de observación, actuacióny gestión para la planificación estatal? (Schneider y Tartaruga 2006: 71). Seplantea que la mirada territorial permite una gestión pública ?cohesionada ycoherente que tenga al territorio como punto de encuentro, a partir del cualsea posible la coordinación de las diferentes políticas con impacto territorialy la cooperación inter-territorial? (Massiris Cabeza 2008 s/p). Es decir, el OTse comprende tanto como instrumento privilegiado de política intersectorial(Massiris Cabeza 2008, Riffo 2013), como uno de cohesión social, unaherramienta capaz de disminuir o incluso eliminar el conflicto entre losvariados intereses sociales, que muchas veces se excluyen mutuamente.  Ahora bien, ¿qué otros sentidos deordenamiento se encuentran en la ley de bosques 26331? ¿Cuáles hansido las condiciones de posibilidad de esta incorporación del OT en una ley depresupuestos mínimos de protección ambiental? Estos son algunos de losinterrogantes que fuimos formulando en una investigación más amplia sobre elproceso de OTBN de Río Negro. Dicha investigación, realizada en el marco de unamaestría en políticas ambientales y territoriales, partió de una pregunta porlas formas en que los mapas de OTBN, en tanto resultado de procesosparticipativos, habían logrado ?armonizar? los intereses de los diversosactores que participaron. Para decirlo de otro modo, la pregunta era por loslímites y alcances del OT para lograr el tan ansiado consenso, prestandoespecial atención a las técnicas cartográficas implementadas. En ese marco, elanálisis que aquí traemos, busca entonces rastrear las condiciones deposibilidad del OTBN de Río Negro haciendo su genealogía. Es decir, insertándoloen una red de sentidos de OT más amplia y heterogénea de lo que expresa eltexto de la ley. Hacer esto aportó a entender ciertos conflictos que sevisibilizaron en el proceso de OTBN y que tenían que ver con interpretacionesdisímiles tanto sobre el objetivo que debía tener dicho proceso, como de losmedios para lograrlos. Esta tarea creemos es especialmenteimportante cuando lidiamos con políticas ambientales, como lo es la ley debosques, pues el discurso ambientalista tiene una fuerte tendenciauniversalizante. A través del ejercicio genealógico buscamos aportar adesnaturalizar lo que Erik Swyngedouw ha denominado como una planificacióndespolitizada (2011), ya que nos permite develar cómo las prácticas y discursosde cualquier período histórico son producto tanto de rupturas como decontinuidades con respecto a los períodos previos (Foucault 1970, 1996). Aldesentrañar los sentidos que permean y que configuran las formacionesdiscursivas actuales, cuáles han sido retomadas y cuáles han sido dejadas delado, vemos las luchas, las decisiones precisamente políticas que subyacen a laconfiguración actual.Sin embargo, consideramos que a este enfoquegenealógico es necesario añadirle una perspectiva espacial, pues losconocimientos tienen procedencias no sólo históricas, sino también espaciales.Al decir de Carlos Walter Porto Gonçalves, todo conocimiento estágeo-históricamente situado (2002). Aquel que se pretende universal lo hace,precisamente, porque busca borrar su adscripción territorial. Es decir, hay querelevar el cuándo, pero también el dónde. Dicha perspectiva espacial creemosque puede operativizarse a partir de la delimitación de escalas. Así, lareconstrucción histórica se hará partiendo desde la escala provincial -lapolítica forestal de Río Negro- tratando de identificar desde ahí los otrosterritorios (escalas que van desde lo municipal a lo global) con los quedialoga.